[Solar-general] Desmontando a Darwin

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Lun Ene 10 23:23:27 CET 2011


El día 10 de enero de 2011 16:51, Pablo Manuel Rizzo
<info en pablorizzo.com> escribió:
> 2011/1/10 Diego Saravia <dsa en unsa.edu.ar>:
>> El día 10 de enero de 2011 12:11, Diego Saravia <dsa en unsa.edu.ar> escribió:
>>> El día 10 de enero de 2011 10:33, Pablo Manuel Rizzo
>>> <info en pablorizzo.com> escribió:
>>>> 2011/1/10 Diego Saravia <dsa en unsa.edu.ar>:
>>>>> animales domesticos?
>>>>>
>>>>> y las galapagos? y el viaje del beagle?
>
> Entendí que argumentaba otra cosa, igualmente me pareció incorrecta.
> Algo así como que Darwin aplica la teoría de la selección humana de
> animales domésticos a la naturaleza, y este científico dice que la
> naturaleza no hace ese tipo de selección. Da un ejemplo muy burdo: "si
> dos ciervos se pelean y un ciervo muere, lo que queda también es un
> ciervo" por lo tanto no habría selección para la naturaleza...
>
>
>>>>
>>>> Qué?
>>>>
>>>>
>>>> Lo viste entero? Dura casi una hora...
>>>
>>> los primeros minutos son una serie de consideraciones politicas sobre
>>> una teoria cientifica, y pocos relacionados con ella
>
> Si, claro. Está lleno de falacias muy burdas, lo que me pareció
> interesante es que ya las había visto muchas de ellas separadas en
> distintos lugares, pero este hombre las usa todas en un rato y con
> mucha solvencia.
>
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> --
> Pablo Manuel Rizzo
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¿Darwin y el método científico? o TGECI

1. INTRODUCCIÓN

Siempre ha habido autores que no han compartido la explicación de
Darwin sobre las causas de la evolución, aunque no han conseguido
formalizar una teoría alternativa a la misma capaz de desplazarla y,
por otra parte, la manifestación expresa de esta postura conlleva de
alguna manera, aunque cada vez menos, a una marginación profesional, y
el riesgo de ser tachados de ser próximos a determinadas ideologías,
que no tienen nada que ver con una postura científica o la contraria;
sin duda, la realidad no va a cambiar por explicarse mejor de una u
otra forma.

Este riesgo lo sufrirá en mayor medida la TGECV, por citar como
ejemplo recurrente la heredabilidad de la inteligencia. La razón de
adentrarse en un tema tan sensible es la relación intuitiva existente
entre evolución y evolución de la inteligencia y porque permite
conseguir diversos modelos de evolución que puedan ser contrastados
estadísticamente como lo ha sido el desarrollado a partir de las
hipótesis de la TGECV para la evolución de la inteligencia. El estudio
estadístico se encuentra incluido en el anexo del libro “Aspectos
Cognitivos del Cerebro”.

2. CONTEXTO HISTÓRICO.

La teoría darvinista considera como motor de la evolución la
adaptación al medio ambiente derivado del efecto combinado de la
selección natural y de las mutaciones aleatorias, a pesar de ser
generalmente aceptada, ha planteado desde su inicio bastantes
problemas desde el punto de vista científico. Antes de entrar a su
enumeración, voy a analizar por qué se impuso a la teoría de Lamarck u
otras de naturaleza similar y, posteriormente, comentaré las
dificultades actuales para su rechazo o sustitución.

En la segunda mitad del siglo XIX, el racionalismo humanista se había
extendido en todos los ambientes científicos y se encontraba en pleno
apogeo. Ya existían suficientes indicios de que la edad de la Tierra
era mucho mayor de lo que se había pensado; hacia falta una teoría de
carácter científico que encuadrase al ser humano en la historia del
planeta.

Por supuesto, la nueva teoría tenía que cumplir con una condición
aparentemente científica, se tenía que alejar completa y radicalmente
de las ideas religiosas que tanto habían obstaculizado el desarrollo
científico de los últimos siglos. Los viejos problemas de Galileo y
Miguel Servet no se habían olvidado por la comunidad científica;

La teoría de Lamarck parecía muy lógica y razonable, pero adolecía de
un problema, le estaba dando protagonismo a la vida fuera de la
dimensión humana, había algo en el interior de las plantas y animales
que evolucionaba de forma consciente y dirigida ante modificaciones
medio ambientales.

Por una parte, la poderosa influencia de las ideas religiosas, todavía
hoy subsistente, no podía permitir perder el monopolio de la
espiritualidad; y, por otra, la comunidad científica no se iba a
pelear abiertamente con los poderes fácticos religiosos para desplazar
la vida consciente e inteligente a una escala interna a los organismos
vivos y diferente de ellos. Además, no había pruebas científicas de su
existencia. En este caso, podríamos hablar de tesis, antítesis y
síntesis, cualquier teoría que solucionase las contradicciones de la
época, con un mínimo de rigor en sus planteamientos, sin lugar a
dudas, triunfaría.

En este contexto surgió la teoría darvinista, mostrando claramente los
efectos de la evolución de las especies, desde el punto de vista
científico no había ninguna duda razonable de que el hombre desciende
del mono, y que sepamos, nadie lo ha puesto en duda fuera de un ámbito
estrictamente religioso como es la Teoría Creacionista. De hecho hasta
las confesiones religiosas predominantes no atacan directamente la
teoría darvinista.

Otro aspecto curioso es que el título de la obra de Darwin viene
referido a la “evolución de las especies” y no a la “evolución de la
vida” por lo que se evita el tener que definir la vida; esto no debe
ser nada fácil, porque no se sabe muy bien si la existencia de la vida
tiene carácter científico o más bien filosófico.

No se trata de negar o disminuir la gran aportación de Darwin al
pensamiento moderno en el sentido antropológico, sino de delimitar la
extensión de su teoría y evitar que implicaciones erróneas o
defectuosas tengan efectos negativos en el desarrollo actual de las
sociedades. Conviene señalar que cualquier teoría sobre la evolución
tiene innumerables consecuencias sobre el pensamiento filosófico y
social, que impregna multitud de posicionamientos y actuaciones
individuales; por ejemplo, diferentes aproximaciones a ciertos
problemas de justicia social o a la eficiencia de un determinado un
sistema educativo.

3. PROBLEMAS CON EL MÉTODO CIENTÍFICO.

Los puntos débiles de esta teoría son numerosos y se encuentran
interrelacionados; no obstante, voy a intentar indicarlos en orden de
importancia desde una perspectiva metodológica aunque ello signifique
mencionar algún tema repetidas veces por plantear problemas de
diferente naturaleza:

1) La teoría darvinista de la selección natural intenta explicar la
desaparición de modificaciones genéticas no óptimas por la falta o
menor adaptación de los individuos al medio, pero no dice nada del
origen de las modificaciones ni de los procesos en que se llevan a
cabo.

Implícitamente está negando o reduciendo a su más mínima expresión el
propio concepto de evolución puesto que los nuevos seres se componen
de la misma información genética que sus antecesores, con supuestas
mutaciones que pueden tener un efecto tanto positivo como negativo. El
proceso de la evolución no se sitúa en los cambios en la información
genética sino en la desaparición de los cambios menos favorables. En
su tiempo no existían conocimientos genéticos, pero se sabía que algo
se transmitía de unas generaciones a otras.

Asimismo, de forma indirecta se asume que donde no hay selección
natural no hay evolución.

2) El argumento central de la selección natural o dicho de otra forma
“lo que existe es porque ha sobrevivido o no ha desaparecido” es una
tautología por lo que no hay forma humana de negarlo. La única crítica
posible a esta argumentación es señalar la falta de rigor científico
en la misma, puesto que la imposibilidad de refutación de una teoría
científica no es una virtud sino un vicio.

3) El modelo, así configurado, sólo funciona a largo plazo en nuestra
escala física, luego elimina la evolución a corto plazo y así surgen
ideas como que el Homo Sapiens en sus momentos iniciales tenía
prácticamente la misma capacidad intelectual que en la actualidad,
estando completamente extendidas en nuestros días. Con ello, lo único
que se consigue es agudizar artificialmente la problemática de los
saltos evolutivos.

4) De forma implícita, la teoría darvinista está asumiendo la
aleatoriedad de las modificaciones genéticas, de ahí el nombre
generalmente usado de mutaciones; y negando la existencia de un
verdadero motor de la evolución. Sin ninguna prueba científica al
respecto y cuando la lógica parecía indicar lo contrario.

5) Obviamente Darwin no demostró científicamente la aleatoriedad en
todos los casos de las variaciones en la información genética, tampoco
se ha demostrado posteriormente, se ha tomado como un axioma.

Bajo determinados supuestos, el método de evolución mediante
modificaciones aleatorias puede ser aceptable; está demostrado que
algunas bacterias producen bacterias diferentes en una pequeñísima
proporción pero que permite que si cambian las condiciones medio
ambientales, como la acidez del medio en que viven, sean éstas las que
sobrevivan y tras numerosas generaciones sean las que compongan la
nueva población de bacterias y, al mismo tiempo, produzcan una
pequeñísima proporción de bacterias como las iniciales que, en su
caso, volverían a permitir la supervivencia de la especie.

Éste es el típico ejemplo que se utiliza para “demostrar” la teoría de
Darwin, pero es un caso muy particular en el cual la descendencia se
produce en cantidades gigantescas y las generaciones se producen a una
velocidad también muy grande.

Tampoco está completamente libre de críticas este ejemplo, pues las
pretendidas modificaciones aleatorias no son modificaciones aleatorias
de unas cuantas letras o unidades elementales de ADN, sino que bien
podrían entenderse como modificaciones preestablecidas y generadas en
una o varias partes del ADN que forman un conjunto eficaz, en cuanto a
características distintas del nuevo ser, y preservando el código
estructural en su integridad. Es decir, el hecho de utilizar
ciertamente el mecanismo de la selección natural, no implica por sí
mismo que no se utilicen otros mecanismos para generar la diversidad
de la descendencia.

Además, la selección natural no consigue eliminar a la variante
supuestamente menos adaptada puesto que esta línea evolutiva se
mantiene como expone el mismo ejemplo.

6) Ya en su día hubo críticas acerca de la falta de método científico
de esta teoría, en concreto se la puede clasificar como teoría
inductiva por partir de la observación de determinados hechos y sacar
inferencias sobre la generalidad.

El método inductivo es perfectamente válido pero la generalización que
efectúa debe cumplir con ciertos requisitos. Uno de ellos es que
cualquier ejemplo que no cumpla la teoría implica su refutación. A
este respecto, podemos citar los siguientes casos:

Los cambios genéticos que están consiguiendo las nuevas técnicas no
tienen carácter aleatorio sino dirigido y, además, el mecanismo de la
selección natural no está provocando la aparición de los nuevos seres
como los presentes en la agricultura actual. Se podría discutir si
estos cambios realizados por los humanos son naturales o no, pero hay
que tener en cuenta que los humanos, salvo prueba en contrario,
formamos parte de la naturaleza al igual que los virus. Suponiendo que
el párrafo siguiente fuese admitido, no se podría alegar que los
cambios que provocan los virus no son naturales.

- Asimismo, conocemos que los virus hacen cambios en el ADN de las
células invadidas para reproducirse a sí mismos. No sería de extrañar
que puedan realizar otro tipo de cambios, por ejemplo con la finalidad
de engañar al sistema inmunológico en el futuro; ni que alguna de
estas modificaciones se transmita o que no se transmitan alguna de las
reacciones del organismo en el ámbito genético como defensa ante estas
agresiones.

- Recientemente están apareciendo nuevos conocimientos de la evolución
genética que contradicen abiertamente la teoría darvinista.

7) Esta teoría tiene, por otra parte, importantes carencias a la hora
de explicar la realidad. Darwin intentó, sin éxito, darle un sentido
más amplio que el de la pura especialización de ciertas tareas a la
diferenciación sexual porque intuía que lo tenía que tener; pero su
teoría no ofrece ninguna explicación, excepto la de que debe ser uno
de los mejores métodos de evolución y por eso existe.

Por supuesto, tampoco explica por qué la descendencia en animales
superiores de individuos genéticamente muy próximos como el caso de
hermanos no es viable o presenta graves deficiencias.

8) Otra carencia importante es la casi imposibilidad de producirse los
denominados saltos evolutivos, es difícil argumentar lógicamente un
cambio en la estructura básica del código genético a través de
mutaciones.

La única opción es recurrir otra vez al largo plazo, con la ventaja
añadida de que cuando hablamos del largo plazo, automáticamente
perdemos la noción temporal. Sin embargo, el propio concepto de salto
evolutivo nos impide utilizar el largo plazo en términos evolutivos.

9) Otros aspectos relacionados con la diferenciación sexual y los
saltos evolutivos, tratados con profundidad en el apartado sobre los
objetivos de la evolución de la argumentación principal de la Teoría
de la Evolución Condicionada de la Vida (TGECV – 1992), se encuentran
totalmente ausentes de los planteamientos de Darwin. Ello tiene
sentido por la diferencia temporal de ambas; pero tampoco la Teoría
Neodarvinista ni la teoría Sintética dicen nada al respecto. Todo lo
contrario, no existen. ¡La vida, desde la óptica científica, no tiene
ningún objetivo ni sentido alguno!

4. CAMBIO DE MARCO TEÓRICO.

A la vista de los puntos anteriores, deben existir razones poderosas
para que la teoría de la selección natural se haya mantenido a lo
largo de todo el siglo XX con pequeñas modificaciones conceptuales
aportadas por la corriente denominada Neodarvinista y por la Teoría
Sintética. De hecho, estas modificaciones suponen una mera
actualización de la teoría darvinista en función de los
descubrimientos científicos en la materia. Por ello, para la población
en general, la teoría base generalmente sigue siendo la darvinista.

Algunas de estas razones son similares a las que hicieron posible su
aceptación. Si antes he comentado los requisitos formales de
independencia de una teoría científica de cualquier planteamiento
filosófico o religioso, en nuestros días este requisito se sigue
manteniendo pero con una agravante, el refutar ahora la teoría
darvinista supondría, en alguna medida, que no sólo el racionalismo de
los siglos XVIII y XIX, sino toda la comunidad científica del siglo XX
han cometido un grave error al aceptar en su seno una teoría tan
débil. Una vez más los filósofos tienen su parte de razón y el método
científico no es infalible; a lo que habría que añadir: ¡Y sobre todo
si no se aplica correctamente!

La novedad fundamental de la TGECV es la consideración de la evolución
como un mecanismo interno de mejora de los seres vivos que se
transmite a la descendencia y que, dada la complejidad de los aspectos
involucrados, utiliza múltiples sistemas, métodos o procedimientos,
configurándose para cada caso en función de sus condiciones
particulares.

Para un gran sector de la sociedad, la aceptación de la TGECV, o de
cualquier otra teoría que suponga la existencia del mencionado
mecanismo interno de mejora de los seres vivos, supondría un paso
atrás. El reconocer científicamente que parece existir una evolución
inteligente, dirigida desde el propio interior de los seres vivos,
suena a una concepción religiosa de la vida, altera el hecho
diferenciador del ser humano, y ataca el placentero egocentrismo de la
especie humana, en otras palabras es totalmente inaceptable por
principio.

Sin embargo,  recientes acontecimientos, han puesto de relieve
incómodas evidencias para los darvinistas que en caso de verificarse
supondrian la reformulación completa de la TGECV:

    * El hallazgo de un cráneo anómalo  en México de 900 años de
antiguedad  El “Starchild Skull”,
http://www.starchildproject.com/skull_overview.htm , merece un respeto
por parte de la comunidad científica seria, escépticos incluídos, pues
en este momento la investigación ha dado un giro de 180 grados, a la
espera de los últimos resultados (Este mismo año 2009) que pueden ser
reveladores. http://www.starchildproject.com/research.htm
    * La  la teoría de Steven Hawking,  reformulada por Michael Turner
y 30 astrofísicos, que demuestra que la mezcla de elementos presentes
en el universo necesarios para que se mantenga el equilibrio entre
materia y antimateria, es fruto de una mente 10.000.000.000.000. de
veces más inteligente que el ser humano, y que continuamente
interviene en la reformulación de l universo.
    * El reciente hallazgo de señales de civilizaciones inteligentes
procedentes del Espacio exterior, que recientemente ha Anunciado SETI.
En palabras de Carl Sagan, de confirmarse la señal detectada por SETI,
tendríamos que reformular completamente la TGCEV, y adaptarla hacia un
modelo de Evolución Creacionista Condicionada e Intervenida o Alterada
por inteligencias externas, modelo que disgusta increíblemente a los
darvinistas.

Otro gran sector de sociedad mantiene sus ideas religiosas, en
consecuencia, los comentarios del párrafo anterior son igualmente
aplicables; con las mismas palabras, es totalmente inaceptable por
otro principio.

Dicho de otra forma, la teoría de Darwin es una teoría muy conveniente
socialmente hablando, teniendo un fuerte componente idealista dado que
al negar la evolución a corto plazo no compromete la fijación en el
ámbito genético de determinadas características relacionadas con la
deseable igualdad de oportunidades.

No hablemos ya de la inteligencia de la filosofía de la adaptación al
medio ambiente. Cualquier sistema se sentiría orgulloso de descubrir o
inventar un principio “científico” que dijera algo así como:
“cualquier elemento que no se adapte a mí será eliminado por la
naturaleza”, sólo faltaría decir naturaleza divina en lugar de
naturaleza para ser perfecto en sí mismo.

En aplicación de su propia filosofía, se han realizado esfuerzos para
adaptar y mantener en vigor la esencia de la teoría. Sin embargo, las
debilidades mencionadas en los puntos 1) a 5) anteriores prácticamente
se mantienen, a pesar de que, con la introducción de la genética y los
conocimientos derivados de otros avances de la ciencia, se puede
hablar de evolución a corto plazo, aunque siempre en la escala
microscópica. Estas actualizaciones se han llevado a cabo
principalmente mediante, primero, la denominada corriente
Neodarvinista y, después, la Teoría Sintética; aunque esta última
intente distanciarse un poco más, a mi juicio, no lo consigue.

Las actualizaciones han sido posibles en gran medida debido a que
seguimos sin tener pruebas “contundentes y aplastantes” de la
naturaleza no aleatoria de las modificaciones de la información
genética (aunque para mí sea totalmente obvio hoy en día) y a que el
término “selección natural” se lleva, en ocasiones, a una
generalización casi absurda por su contenido tautológico.

Por su parte, todo lo desconocido se ha venido considerando a priori
aleatorio, incluso en contra de la lógica. También esta tendencia está
disminuyendo o limitándose, a la vista de las explicaciones, basadas
en la teoría del caos y las estructuras fractales, de hechos que
parecían totalmente aleatorios con anterioridad (dicho sea de paso, lo
contrario al famoso ejemplo de la mariposa).

A pesar de la mayor comprensión de la diferenciación sexual en cuanto
a su diferencia con la evolución en línea y en cuanto a la igualdad
sexual en lo social desde un punto de vista científico, la falta de
explicaciones satisfactorias de lo apuntado en los puntos 7) y 8)
anteriores hace que, por vía metodológica, en los campos de la
biología y de la genética se esté cuestionando cada vez más la esencia
de la teoría darvinista. En cualquier caso, será difícilmente
compatible con la teoría de la selección natural cualquier explicación
racional de los hechos a que se refieren dichos puntos.

5. CONCLUSIÓN.

No se puede negar la gran aportación de Darwin al pensamiento moderno
en el sentido antropológico pero, en cuanto a la explicación de la
evolución de la vida, yo creo que la teoría de la selección natural no
solamente adolece de pruebas científicas consistentes sino que existen
abundantes ejemplos donde no se cumple y, en puridad del método
científico, se debería considerar cuestionable y debería reformularse
y actualizarse incorporando los nuevos descubrimientos de la
Exobiología, la Astrofísica, la Neurología y la Física Cuántica.

 Asimismo, las supuestas mutaciones de la información genética no son
tan aleatorias a la vista de los últimos avances en biología sino que
se producen en determinados sitios del ADN con mayor probabilidad que
en otros.

La Teoría de la Evolución Condicionada de la Vida (TGECV) se propuso
ya como un modelo coherente de la evolución. Éste entiende que la
selección natural es un método de evolución más, pero ni único, ni
general, ni el más importante, y, desde un punto de vista conceptual,
dicho método se produce en un momento posterior a los cambios en la
información genética que conforman la verdadera evolución.

Así mismo, la TGECV debe de nuevo reformularse, incorporando las
evidencias incómodas, procedentes de los últimos hallazgos y avances
científicos hacia la TGECI- (Condicionada e Intervenida).



fuente:  http://starviewer.wordpress.com/2009/06/08/%C2%BFdarwin-y-el-metodo-cientifico-o-tgeci/


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