[Solar-general] Fwd: Derechismo, enfermedad infantil de ciertos izquierdismos - Por Daniel Cecchini - Miradas al Sur

Ariel Alegre ariel.alegre en fibertel.com.ar
Sab Ene 1 21:18:18 CET 2011


Diego, solarenses, feliz año nuevo!!

> en el 74 no habia vuelta, era tiempo de reflujo
> resistieran o no la universidad iba a ser intervenida

en esto acuerdo con Diego, lo del ' 74 fue "un golpe fascista".
Lo criticaron mucho por decir eso al gran Raúl Alfonsín.
Pero tenía razón.

> la situación del software libre es de avance, no de retroceso

todo el software está avanzando.
El terrible error de los fundamentalistas del SL es creer que el SL avanza a costa del no libre.
No es así, mi amigos, el SL, el Open Source, etc, todos podemos convivir y retroalimentarnos en un círculo virtuoso.
Cuando estaba trabajando en el INTI estuve haciendo un catálogo del SL..
Noté que algunos proyectos de software libre habían sido exitosos y se habían transformado en proyectos comerciales.
Eso es la innovación, llegar al mercado con el conocimiento.
El conocimiento científico es libre, el conocimiento industrial, para ser negocio, o es secreto o está patentado.
Lo mismo pasa con el software con las maravillosas dobles licencias.
La versión community es libre, la otra permite crear trabajo y mantener una empresa, un círculo virtuoso que se retroalimenta.

   
> la cuestion es construir organizaciones que puedan apoyar y crecer en ese avance.
> en el marco del debate, la libre discusion de ideas y la no censura
 
eso pasa en Solar.

> la idea ongista de callar a todos para  atornillarse a una burocracia y conseguir un carguito no es la politica correcta en 
> este momento.

hay gente que no puede responderte.
Es muy cobarde lo que hacés, Diego.
No es el caso de bubi ni el de Martín (hablo de la gente que conozco).

> tampoco se compara a la situacion politica nacional

> hoy hay un gobierno que quiere avanzar hacia posiciones nacionales y populares, el limite se lo impone el resto de la 
> sociedad, el parlamento y los factores de poder

el límite a este gobierno se lo impone él mismo con sus contradicciones, con su autoritarismo y con una corrupción escandalosa.
Pactar con los barones del conurbano y con Moyano es una de las tantas "putadas" de Néstor y de Cristina.

> seria comparable al gobierno de campora

es hora de que los montos hagan autocrítica, bastantes cagadas se mandaron.
El periodo 73-76 de campora-peron e isabel es uno de los más terribles y desastrosos de nuestra historia, solo comparables a bochornos como los gobiernos de Juárez Celman y De La Rúa.
 
> solanas y compañia no pueden llamarse izquierdistas, pues defienden a los terratenientes. Son de derecha 
> en todo caso como carrio progresistas de derecha.
> lozano y los demas son participativistas y progresistas, pero procapitalistas.
> son el socialismo terrateniente por otro lado ni cristina ni kirchner son el comunismo.

solanas, carrió, cristina, te olvidaste de nombrar a los que realmente tienen chances de gobernarnos
te olvidaste del que puso a Kirchner, Duhalde
te olvidaste de Macri.

Y te olvidaste de nuestro futuro presidente  http://www.youtube.com/watch?v=Udw2g-66hq4

Saludos!
Ariel Alegre


  ----- Original Message ----- 
  From: Diego Saravia 
  To: La lista de todos y todas en solar 
  Sent: Saturday, January 01, 2011 4:39 PM
  Subject: [Solar-general] Fwd: Derechismo, enfermedad infantil de ciertos izquierdismos - Por Daniel Cecchini - Miradas al Sur






    Si trasladamos el planteo desde la politica nacional hacia la política
    de los distintos grupos de SL, el planteo a continuación coincide con
    el planteo de los burócratas de solar-ong, que rechazamos.




  no necesariamente

  en el 74 no habia vuelta, era tiempo de reflujo

  resistieran o no la universidad iba a ser intervenida

  peron pacto con la derecha su regreso, volvio para aniquilar la tendencia

  la situación del software libre es de avance, no de retroceso

  la cuestion es construir organizaciones que puedan apoyar y crecer en ese avance.

  en el marco del debate, la libre discusion de ideas y la no censura

  la idea ongista de callar a todos para  atornillarse a una burocracia y conseguir un carguito no es la politica correcta en este momento.


  tampoco se compara a la situacion politica nacional

  hoy hay un gobierno que quiere avanzar hacia posiciones nacionales y populares, el limite se lo impone el resto de la sociedad, el parlamento y los factores de poder

  seria comparable al gobierno de campora, aunque alli estaba peron desestabilizando entregado a lopez rega.

  solanas y compañia no pueden llamarse izquierdistas, pues defienden a los terratenientes. Son de derecha 

  en todo caso como carrio progresistas de derecha.

  lozano y los demas son participativistas y progresistas, pero procapitalistas.

  son el socialismo terrateniente

  por otro lado ni cristina ni kirchner son el comunismo.

  son un proyecto nacional y popular que apuesta a la conformación de un capital nacional, con todo lo bueno y malo que eso implica, es lo posible

   

  ---------- Mensaje reenviado ----------De: Daniel Cecchini 



    Derechismo, enfermedad infantil de ciertos izquierdismos

    Recuerdos sobre las viejas asambleas universitarias setentistas,
    cuando con la Infantería apuntando a las cabezas, el paso feroz de la
    Historia se imponía a ciertas discusiones algo ridículas. Las
    efnseñanzas de aquellas tragicomedias, como para aplicar al escenario
    actual.

    Por Daniel Cecchini

    Cada tanto la escena reaparece, insiste en mi memoria, y recuerdo como
    si fuera ayer aquella asamblea urgente y caliente en el Museo de
    Ciencias Naturales de La Plata, donde por entonces yo estudiaba
    Antropología. Corrían los últimos meses de 1974. Unos días antes, el 8
    de octubre, una banda integrada por asesinos de la Concentración
    Nacional Universitaria (CNU) y matones de la patota sindical del
    gobernador Victorio Calabró había secuestrado y acribillado al
    secretario de Supervisión Administrativa de la Universidad, Rodolfo
    Achem, y al director central de Planificación, Carlos Alberto Miguel,
    dos importantes referentes de la combativa Asociación de Trabajadores
    de la Universidad Nacional de La Plata (Atulp), que respondía a la
    izquierda peronista. Las facultades eran un hervidero: el rector
    estaba a punto de ser renunciado y se venía la intervención del
    fascista Pedro Arrighi, decretada por el ministro de Educación de
    Isabel, Oscar Ivanissevich.
    El día de esa asamblea empezó mal. Habíamos marchado al rectorado,
    donde también funcionaba la Facultad de Humanidades. La represión
    policial fue feroz: la guardia de infantería apuntaba los
    lanzagranadas a la altura de nuestras cabezas y tiraba a herir, a
    matar. Recuerdo haber visto a más de un oficial con la 9 milímetros
    empuñada. Un compañero de Veterinaria o de Agronomía -Apaolaza era su
    apellido, la memoria siempre se hace con fragmentos- recibió una
    granada en la frente y cayó fulminado. Durante días se debatió entre
    la vida y la muerte en un hospital. Después de una breve resistencia,
    se produjo la desbandada y muchos nos refugiamos en el edificio de la
    Universidad. Por uno de esos resquicios de legalidad democrática que
    quedaban, la bonaerense no pudo entrar. Poco después del mediodía,
    gracias a las gestiones de un grupo de diputados provinciales, pudimos
    salir sin que nos detuvieran.
    Volvimos a las facultades y convocamos a asambleas para decidir qué
    hacer. A las tres de la tarde, el aula magna del Museo estaba llena de
    estudiantes y docentes. Éramos cientos. Había militantes de casi todas
    las agrupaciones: de la JUP, del Movimiento de Orientación Reformista
    (MOR, que respondía al PC), del Partido Socialista de los Trabajadores
    (PST), de la Ters (de otro de los innumerables trotskismos), del Grupo
    Universitario Socialista (GUS), de la Liga Comunista, de la Liga
    Comunista Revolucionaria, de los Grupos Revolucionarios de Base (GRB,
    la agrupación universitaria de las FAL 22 de agosto, donde yo militaba
    y que pronto se integraría en bloque al PRT-ERP), y de muchas otras
    cuyas siglas ya no recuerdo. Se notaban dos ausencias: la de Franja
    Morada (los radicales no tenían un solo militante en el Museo) y la
    del Faudi (del PCR, que empezaba a “defender al gobierno democrático
    de Isabel y López Rega contra el golpe ruso o yanqui”). La mayoría,
    sin embargo, eran estudiantes no alineados con ninguna agrupación, a
    los que llamábamos “independientes”. Indignados por la represión y
    dispuestos a movilizarse contra la intervención.
    Era imprescindible tomar decisiones rápidas y delinear un plan de
    lucha. Todos coincidíamos en que había que movilizarse y evitar la
    intervención. Casi todos pensábamos que había que tomar las facultades
    –en nuestro caso el Museo- para garantizar su funcionamiento. Sin
    embargo, las horas pasaban, la lista de oradores era enorme y quedamos
    empantanados en una discusión que en ese momento nos parecía central y
    que hoy (con los resultados del diario del lunes) se me ocurre
    bizarra: la JUP, acompañada a desgano por el MOR, proponía “apoyar” (a
    secas) al rector y resistir la intervención; el resto de las
    agrupaciones –pero con diferencias entre nosotros también – proponía
    resistir pero sólo dar “apoyo crítico” al rector. En la discusión
    irresuelta sobre la criticidad o no del apoyo se hizo de noche y con
    ella se fueron los “independientes”. Quedábamos apenas unos cincuenta,
    todavía discutiendo y chicaneándonos, cuando llegó la noticia –por
    entonces no había teléfonos móviles, los únicos celulares que
    conocíamos eran los de la cana y las noticias corrían a pata o, con
    suerte, a bordo de la motocicleta de algún militante– de que Arrighi
    había asumido y la intervención era un hecho.
    Ahora que lo escribo, la sensación de fracaso que tuve entonces vuelve
    con toda su fuerza. Esa noche, mucho más tarde, en la pensión donde él
    vivía, el Cristiano –compañero de los GRB y después del PRT- me dijo:
    “Hermanito, nos hicimos la paja con la crítica y la historia nos pasó
    por encima”. No me acuerdo qué le contesté (pero seguro que fue una
    boludez: yo era mucho más esquemático que él).
    A la mañana siguiente, cuando llegamos, había varios patrulleros
    afuera del Museo. Adentro era peor. Los fachos, disfrazados de no
    docentes, controlaban todo. Días después, en uno de sus primeros
    discursos como interventor, el fascista Arrighi acusó a los dos
    rectores anteriores de haber dirigido “inteligentemente una ingeniosa
    penetración marxista” en la Universidad. De un plumazo perdimos lo que
    habíamos conseguido en un año y medio de lucha: el ingreso
    irrestricto, el comedor universitario y las cursadas nocturnas para
    los compañeros que trabajaban. Los mejores docentes tuvieron que irse.
    En aquella asamblea, unos y otros –todos, pero sobre todo quienes
    militábamos en las agrupaciones de la izquierda marxista– perdimos de
    vista lo central: que si queríamos resistir la intervención debíamos
    unirnos para defender lo que habíamos logrado, aunque para eso
    tuviéramos que apoyar a una gestión con la que teníamos diferencias
    pero que, indudablemente, pertenecía al campo popular. No sé si lo
    hubiéramos logrado, pero por lo menos no le habríamos hecho el juego a
    lo peor de la derecha.
    Después se vino la noche.

    Identidad y pequeñas diferencias. Casi tres décadas después de aquella
    asamblea, en julio de 2004, me invitaron a dar una charla en la
    Escuela Freudiana de la Argentina, como parte de las actividades por
    el 30º aniversario de su creación por Oscar Massota. Me tocó, junto a
    Luis Salinas (el periodista, no el músico), hacer un repaso de treinta
    años de política argentina. Al final, apelados por las preguntas,
    hablamos también de nuestros orígenes políticos (peronistas, en el
    caso de Luis) y de nuestras militancias en los ’70. Fue entonces
    cuando una psicoanalista cincuentona, de llameante teñido rojo, nos
    espetó con una falsa ingenuidad que resultó devastadora: “Y diganmé,
    ¿por qué, si todos estaban del mismo lado, no pudieron hacer un frente
    común contra la derecha y contra el golpe?”. En honor a Massota y para
    provocar a la psicoanalítica audiencia (lo que venía a ser lo mismo),
    esquivé la respuesta política y retruqué: “Por la misma razón que
    ustedes se dividen en decenas de espacios y escuelas. Por el
    narcisismo de las pequeñas diferencias”. Hubo risas -algunas francas,
    otras incómodas- y la cosa quedó ahí. Mientras respondía me acordé de
    la asamblea.
    Volví a recordarla, más de una vez, durante este último año. Sobre
    todo al escuchar las declaraciones de algunos dirigentes de reconocida
    pertenencia al campo popular -como Pino Solanas, Claudio Lozano o los
    legisladores socialistas-, o al ver cómo se alineaban algunas fuerzas
    progresistas para votar o dar quórum en el Congreso. Es legítimo y
    comprensible que tengan diferencias por izquierda con el Gobierno y
    que lo critiquen con dureza. Yo también las tengo. Y no son pocas. Es
    el derecho de todos en una sociedad democrática. También es legítimo
    que intenten preservar su identidad política de izquierda frente a un
    oficialismo que lleva adelante buena parte de sus reclamos históricos.
    Lo que no se entiende –o sí, y entonces es peor – es que para correr
    por izquierda al Gobierno le abonen el campo a la derecha de los
    grupos económicos concentrados, de los monopolios mediáticos y de sus
    voceros políticos. Que le pongan palos en la rueda a proyectos y
    medidas de gobierno que significan más soberanía, menos (aunque sea
    apenas un poco) desigualdad social y mejores condiciones de vida para
    millones de argentinos.
    No hace falta discutir sobre táctica y estrategia política para darse
    cuenta. Tampoco es necesario haber leído Izquierdismo, enfermedad
    infantil del comunismo. Aunque les vendría bien. Es, apenas, una
    cuestión de honestidad intelectual.





  -- 
  Diego Saravia
  Diego.Saravia en gmail.com
  NO FUNCIONA->dsa en unsa.edu.ar



------------------------------------------------------------------------------


  ________________________________________________


  Solar-General es una lista abierta a toda la comunidad, sin ninguna moderación, por lo que se apela a la tolerancia y al respeto mutuo.
  Las opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de sus respectivos/as autores/as. La Asociación Solar no se hace responsable por los mensajes vertidos, ni representan necesariamente el punto de vista de la Asociación Solar.

  Solar-general en lists.ourproject.org
  https://lists.ourproject.org/cgi-bin/mailman/listinfo/solar-general


  __________ Información de ESET Smart Security, versión de la base de firmas de virus 5752 (20110101) __________

  ESET Smart Security ha comprobado este mensaje.

  http://www.eset.com

------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: https://lists.ourproject.org/pipermail/solar-general/attachments/20110101/05aa081e/attachment.htm 


Más información sobre la lista de distribución Solar-general