[Solar-general] COLONIZACION DE LA INGENIERÍA
Ariel Alegre
ariel.alegre en fibertel.com.ar
Dom Oct 10 16:47:38 CEST 2010
COLONIZACION DE LA INGENIERÍA
Ing. Jorge J. L. Ferrante(1)
La ingeniería es una profesión que, según una de la más aceptadas
definiciones requiere el conocimiento de la matemática y de las ciencias
naturales a fin de aplicar las fuerzas y materiales de la naturaleza en
beneficio de la humanidad.
La forma de adquirir esos conocimientos forma también parte de la
definición dado que según la misma, ellos pueden ser obtenidos por
"experiencia, estudio o práctica".
De ninguna manera esa definición o cualquier otra que se adopte
como tal hace de quien ejerce la ingeniería un científico.
Puede ser un hombre de ciencia en tanto conoce y aplica la ciencia para sus
realizaciones pero su método de trabajo, sus intereses y su vocación caminan
por andariveles distintos a aquellos por los que transitan los
investigadores científicos.
El ingeniero, acotado en tiempo y recursos, concibe una obra o una
solución, cualquiera ella sea, esta toma forma en su cabeza y hacia allí
convergen todos los conocimientos adquiridos y la experiencia acumulada por
anteriores realizaciones. Sus datos suelen ser inciertos e incompletos. La
naturaleza de sus requerimientos lo hacen actuar por inducción.
La imaginación hace su aporte y unos primeros esquemas permiten visualizar
con mayor precisión el ingenio en gestación. Ya hay posibilidad de comunicar
ideas y de aplicar más conocimiento sobre ciencias, detectando y corrigiendo
posibles fallas, mejorando otros aspectos y dando al todo un sentido de
conjunto, estimándose groseramente su posible costo y método de realización.
Aceptada su factibilidad, paulatinamente la criatura va tomando forma, se
definen con mayor grado de precisión sus sistemas, subsistemas y
componentes, se comienza a evaluar con mayor precisión su costo y se
incorporan aquellas novedades venidas de la ciencia que la hacen más eficaz
y se comienza a pensar en su forma de realización y operación. En esta etapa
actúa como conductor intelectual de múltiples especialistas cada uno de los
cuales hace su aporte técnico a la obra.
Debe comportarse como hábil administrador del talento ajeno para alcanzar
el objetivo que se ha propuesto.
Llegado a un cierto punto en su desarrollo, la obra se "congela" es
decir no se admiten en ella más modificaciones, se la define con máxima
precisión y se entra en la etapa de realización donde el ingeniero pasa a
ser una especie de director de orquesta que debe guiar y coordinar la tarea
de cada uno de los grupos de instrumentos, atender sus requerimientos
humanos y materiales y lograr completar la obra en tiempo y forma.
En esta etapa, también actúa como conductor de un conjunto heterogéneo de
personalidades e intereses, debiendo lograr su armónico desempeño.
Por supuesto, también debe estar preparado y disponible el manual de
operación y mantenimiento a ser aplicado durante toda la vida útil de la
obra realizada.
En esta etapa también es el ingeniero el encargado de velar por la correcta
aplicación del mismo. ¿Acaso se conciben centrales hidroeléctricas
funcionando sin la supervisión constante de un ingeniero? ¿Acaso se concibe
un sistema de transporte ferroviario operando sin la mentalidad de un
ingeniero al frente del mismo? ¿Acaso se concibe una planta fabril sin el
ingeniero especialista al frente de la misma? Los ejemplos pueden
multiplicarse casi hasta el infinito, pero lo expuesto basta a los fines
perseguidos.
Nada más lejano a la actitud de un científico que estas actividades de los
ingenieros.
El científico, cuyo principal motor es el asombro ante un fenómeno carente
de explicación, sin apremios temporales, se apropia del mismo, lo metaboliza
y su vida intelectual comienza a girar alrededor del mismo.
Busca antecedentes, profundiza la pesquisa bibliográfica, consulta a sus
colegas, comenta el tema con sus pares (o interesadamente, lo oculta)
Desmenuza el fenómeno en sus componentes más simples, formula hipótesis que
no alteren los paradigmas vigentes, sueña poder cambiarlos porque ello sería
su gloria, trata a asir de alguna forma lo observado, concibe y formula
modelos y más modelos que podrían representarlo, simplificándolo hasta que
le es posible pensar en la etapa experimental.
Concibe experimentos, planea el uso de equipamiento o lo requiere a esos
fines, formula proyectos y los aplica en agencias nacionales y extranjeras
que financian la investigación.
Conseguidos los fondos necesarios, observa, toma datos, verifica modelos e
hipótesis. Ensaya conclusiones, verifica de nuevo.
Cuando estima haber alcanzado resultados válidos, los comunica mediante un
informe publicable en revistas especializadas, cosa que ocurre luego que el
informe haya sido controlado por jueces externos. Busca la replicación de su
trabajo, para confirmarlo o para que el mismo sea refutado.
Sabe que la ciencia, mejor dicho el muy estrecho ámbito de la ciencia en el
cual se mueve, es un conjunto de verdades aceptadas provisoriamente. Con
cada uno de sus trabajos y los de sus colegas el conocimiento es cada vez
más estrecho y profundo. Congresos científicos, seminarios internacionales,
trabajos publicados (papers) índices de impacto son sus modos de operar y de
pensar.
Luego de un paper surgen nuevas ideas e interrogantes que permiten más
trabajo y más papers El apotegma "publica o perece" tiene vigencia absoluta.
Esta es su vida. En ella actúa y progresa. Su acción es de gabinete y
laboratorio. No dirige grandes cantidades de personas. Forma discípulos que
elige con cuentagotas a su mejor leal saber y entender. Su mundo es este,
lejano, muy lejano al de la ingeniería.
Llegado el momento de definir una figura de mérito para evaluar ingenieros y
científicos estas profundas diferencias entre unos y otros deben ser tenidas
en cuenta, so pena de penalizar a unos usando métricas adecuadas a los
otros.
El ingeniero produce obras. El científico produce conocimiento.
Esta verdad de perogrullo parece ser sistemáticamente ignorada en estamentos
con competencia para emitir juicios de valor sobre la ingeniería y lo que es
peor, en ocasiones la ingeniería cae en la trampa y acepta una métrica que
no le es propia.
Varias causas se pueden identificar objetivamente para esta situación.
La Ley de Educación Superior que cambió el modelo universitario vigente,
napoleónico, orientado a formar profesionales de la ingeniería del mejor
nivel, por el modelo anglosajón donde, con las palabras de Ortega y Gasset
"buscar la verdad" es fin principal de la universidad, es decir la
investigación científica queda privilegiada entre docencia y extensión.
La Ley mencionada crea la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación
Universitaria (CONEAU) que, fiel a los postulados de la misma, se hace
asesorar en varios aspectos de su gestión por distinguidos investigadores
científicos que por supuesto, tienen debidamente asimilada como doctrina la
figura de mérito que les es propia para su actividad pero que directamente
no sirve para "medir" ingeniería.
Así se puede ver el disparate de tener que conformar una Ficha Docente
mediante la cual los Pares Evaluadores de la CONEAU considerarán a cada
docente de las distintas Facultades de Ingeniería viendo cuantas
publicaciones hicieron, a cuantos congresos presentaron trabajos, cuanto
tesistas han tenido a tienen, que categoría tienen en la carrera del
investigador del CONICET, que categoría tienen en el Programa de Incentivos
a los Docentes Investigadores y otras más del mismo tenor que nada tienen
que ver con la Ingeniería.
No existe un solo ítem donde figuren las obras realizadas, los desarrollos
exitosos, las innovaciones actualmente en el mercado, las creaciones
originales, en fin, no existe posibilidad alguna de que un Ingeniero, con
mayúsculas, haga saber qué hizo o hace.
¿Será acaso porque algunos pares evaluadores considerarían el desarrollo de
un vehículo de transporte de piso super bajo como tarea propia de un
mecánico; la utilización de cementos de alta resistencia en la estructura de
una torre digna de un maestro mayor de obra capacitado; el desarrollo de
pintura ignífuga tarea digna de un técnico químico; la construcción de una
central hidroeléctrica como tarea de un jefe militar en operaciones; la
administración de un puerto como función subalterna para la ciencia; el
management del desarrollo de un avión de nueva concepción como una tarea
administrativa carente de atractivo? La lista es totalmente incompleta y
sólo sirve para indicar como una errónea conceptualización sobre el objeto
evaluado puede llegar a ser nefasta para el mismo.
Pónganse las cosas al revés y pregúntese a científicos qué obras hicieron,
cuantos grupos interdisciplinarios numerosos dirigieron, cuantas de sus
realizaciones están en el mercado compitiendo exitosamente; cuantas demandas
del sector productivo resolvieron, cuantos sistemas desarrollaron en
reemplazo a otros similares importados y se verá muy rápidamente el tamaño
del perjuicio que pueden recibir por este camino.
Y no se diga que la cuenta de papers publicados es un dato objetivo mientras
que obras y desarrollo no lo son. Constrúyase una tabla donde se consideren
sistemas, subsistemas y componentes por un lado y por otro, defínase si es
original y no existe en el mundo, si es original y no existe en nuestro
país, si no es original pero no es accesible localmente y otras alternativas
posibles, diferénciese si dirigió, participó o simplemente colaboró y dese
un puntaje a cada casilla, añádase cuantitativamente si el grupo de trabajo
es numeroso y multidisciplinario y se tendrá una medida objetiva de la tarea
de ingeniería.
El ya nombrado Programa de Incentivos a los Docentes Investigadores es
también objetivamente contribuyente a esta confusión negativa para la
ingeniería.
Según dicho Programa, anterior a la Ley de Educación Superior, los docentes
universitarios que investigan son acreedores a un incentivo en metálico.
Las cosas, por supuesto, no son tan sencillas. Para estar en el Programa hay
que estar "categorizado" es decir, evaluado y con una categoría asignada.
¿Quienes evalúan? Principalmente científicos, categorizados de hecho, usando
su métrica.
Para que un proyecto de investigación entre en el Programa debe estar
homologado. ¿Quienes homologan? Principalmente científicos, usando su
métrica.
¿Quienes son parte significativa del Programa? Científicos.
Los miembros del Programa en sus más altas categorías conforman el "Banco de
Evaluadores" de los cuales se nutre la CONEAU para formar sus grupos de
Pares Evaluadores.
Evidentemente, el ciclo se está cerrando sutilmente para la ingeniería y su
colonización por parte de científicos es un hecho que tarde o temprano se
completará y entonces la confusión que hace de un ingeniero un científico
tendrá vigencia.
Queda una pregunta final ¿serán los ingenieros formados a gabinete
y laboratorio capaces de las realizaciones que ha legado la ingeniería
argentina?
(1) Profesor Titular Ordinario UTN. Ex Secretario de Ciencia y Tecnología
UTN. Administrador General. Régimen de Investigación y Desarrollo. Min. de
Defensa. Docente Investigador Categoría II. Académico de Número Academia
Argentina de Ciencias Aeronáuticas y Espaciales.
Más información sobre la lista de distribución Solar-general