[Lista-publica] Vemos al software libre como una política de inclusión social

Francois Soulard francois en traversees.org
Dom Sep 4 13:34:44 CEST 2011


“Vemos al software libre como una política de inclusión social”
  Por Diego Long
   sociedad en miradasalsur.com
   Genio. Stallman es uno de los invitados. || Segundas partes, buenas. Como
el año pasado, el gobierno apoyará el evento.



En ocasión de su visita a la exposición de ciencia y tecnología Tecnópolis
el jueves pasado, Cristina Fernández de Kirchner anunció el cumplimiento de
la primera etapa del proyecto de distribución de netbooks para todos los
alumnos del último año de escuelas públicas del país. Fue en ese mismo marco
donde informó la promulgación de la Ley 25.922 de Promoción de la Industria
del Software y Servicios Informáticos, que extiende y amplía hasta el año
2019 el régimen de promoción que vencía en 2014.
   Conferencia internacional en la Biblioteca Nacional. Los organizadores
del evento que concentrará a varios popes del universo tecnológico, planean
duplicar la convocatoria y profundizar sus propuestas de democratización en
materia de acceso a las nuevas herramientas.

El próximo jueves y viernes se celebrará, en la Ciudad de Buenos Aires, la
segunda edición de la Conferencia Internacional de Software Libre (Cisl), en
la Biblioteca Nacional. Y, lo que antes era un dato para el gueto geek de
siempre, después del millar y medio de personas que concurrieron a la
edición 2010 de la Conferencia y también del sorpresivo interés estatal, que
se tradujo en un firme apoyo, lo que sucederá esta semana será un evento que
dará que hablar.
Serán nueve conferencias de alto nivel internacional y habrá 46 talleres con
actividades de capacitación, difusión y presentación de productos y
servicios basados en Software Libre y de Código Abierto. El año pasado el
plato fuerte fue John* Maddog * Hall, de Linux International, y la
asistencia del jefe de Gabinete de Ministros, Aníbal Fernández, le agregó el
plus del impulso institucional. A tal punto, que el hombre de Quilmes ya ha
confirmado su presencia en la apertura de esta edición.
“El gran objetivo de este año es promover la discusión y la difusión del
software libre”, dijo a Miradas al Sur Exequiel Lacovsky, el coordinador del
Cisl 2011, y agregó: “Ese gran objetivo tendrá cuatro grandes ejes
temáticos: La educación, el Estado, el uso de software libre en las empresas
y en las comunidades. Este año le vamos a dar mucha importancia a la
discusión del uso del software libre en la educación y en el Estado”,
remarca Lacovsky.
En esta oportunidad, la estrella será Richard Stallman, una suerte de
inventor mundial del software libre. Stallman lanzó en 1984 su sistema GNU,
que todo el mundo puede copiar, distribuir o modificar. Sistema que hoy, con
el Linux agregado, utilizan millones de personas en el mundo. Esta suerte de
eminencia ya está en el país, puesto que ayer y el viernes participaba de
conferencias libres en la Universidad del Comahue y el lunes de la semana
que viene le será entregado un doctorado Honoris Causa por su trayectoria,
su contribución social y sus enormes aportes a la construcción de una
sociedad digital libre en la Universidad Nacional de Córdoba.
Pero además de Stallman, y como para ir teniendo una idea de lo inmenso del
campo en el que tiene incidencia el software libre, también en esta
oportunidad serán de la partida, por ejemplo, Chris Hofmann (Mozilla
Firefox) o Marcelo D’Elía Branco, que tuvo a cargo la estrategia electoral
por las redes sociales brasileñas para la campaña de Dilma Rousseff y que
antes había dirigido el Campus Party Brasil, el mayor encuentro de las
comunidades de internet del mundo.

* Un lugar en el mundo. * Se puede decir que si bien Argentina es hoy uno de
los países donde la producción de software más se ha desarrollado, a la vez
sigue habiendo muchos malos entendidos. Una confusión habitual entre el
público extranjero a la materia es que se suele creer que software libre es
sinónimo de gratuito. De eso habla la organización cuando habla de la
necesidades de difundir los pormenores de un campo que estalló y promete no
parar de crecer. El sector del software argentino está compuesto por 3.800
pymes, con ventas por 2.600 millones de dólares y exportaciones cercanas a
los 663 millones.
A mediados de agosto, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner promulgó
la ley que había sido aprobada por el Congreso y que otorga beneficios
fiscales a las empresas de software. Días antes, la ministra de Industria,
Débora Giorgi, había presentado un Plan Estratégico Industrial que, entre
otros puntos, planea cuadruplicar las exportaciones de software para 2020.
Giorgi cree que el sector podría alcanzar ventas externas por 3.000 millones
de dólares, triplicando los números del sector para el año 2020, y duplique
su fuerza laboral hasta los 130.000 puestos de trabajo por encima de los
60.000 actuales.
En la actualidad, Argentina exporta software y servicios informáticos a 45
países, la mayoría de los cuales son de la región latinoamericana, pero
también se vende software a Estados Unidos, Canadá, Italia y España. En la
apertura del año pasado, el ministro Aníbal Fernández había dejado claro que
el desarrollo de software libre era una política de Estado. También había
informado que el 65 por ciento de los ordenadores de la administración
pública posee software libre.

* Dos modelos.* Hay dos modelos de desarrollo, distribución y uso de
software: el software libre y el software privativo. El software libre no
refiere a una cuestión de precio o de gratuidad, es un asunto de libertad,
la libertad de los usuarios para ejecutar, copiar, distribuir, estudiar,
cambiar y mejorar el software a su modo. El usuario de software libre no
compra un paquete cerrado, al que no le puede hacer nada. Por el contrario,
el software privativo sí tiene paquetes cerrados, con licencias y con fecha
de vencimiento. Cada dos o tres años hay que pagar una licencia al software
privativo por un producto similar. Pero lo que lo define como libre es su
código abierto, no la eximición de la licencia. En los paquetes cerrados,
para decirlo claramente, un usuario no es capaz de ver qué es lo que hacen
con su ordenador, sus archivos y sus datos personales, los programas. Algo
así como ingerir un plato sin saber lo que se está comiendo. “Cuando
hablamos de software libre hablamos de libertad de expresión, de
conocimientos, de solidaridad, de la cultura, de ese tipo de valores”,
remarca Lacovsky.
Hay cuatro mandamientos del software libre o, mejor dicho, cuatro
libertades. La libertad de usar el programa para cualquier propósito, la
libertad de estudiar el funcionamiento del programa y adaptarlo a las
necesidades del usuario, es decir, el acceso al código fuente es una
condición necesaria para que pueda suceder esto, la libertad de distribuir
copias libremente, y después la libertad de mejorar el programa y hacer
públicas las mejoras. De modo que toda la comunidad pueda utilizar ese
software. Cuando alguien desarrolla un aplicativo y lo libera, otra persona
en cualquier parte del mundo puede utilizar ese sistema, mejorarlo o
adaptarlo a sus necesidades, y volver a liberarlo. Lacovsky niega que hoy
haya sectores políticos enfrentados a la idea del software libre, sí hay
resistencia por parte de las grandes empresas del software privativo. Aunque
reconoce que lo que existe muchas veces es que los funcionarios que toman
decisiones no conocen del tema.
El reto para el sector es que cada vez haya más sectores estatales y
educativos que se sumen a la utilización del soporte libre, como también
empresas del sector civil. “Argentina es uno de los países de la región más
elogiados en este campo, es uno de los que más gente formada tiene en la
región, más ingenieros en sistemas y técnicos. Pero, así y todo, es tan alta
la demanda de desarrolladores que el país necesita muchísimos más, incluso
gente formada en software libre”, destaca el coordinador de la Cisla 2011.
Lacovsky insiste: “No queremos que sea una discusión de cuatro expertos o
gurúes que se sientan en una mesa, sino que queremos que el debate se abra a
toda la sociedad. Nosotros vemos al software libre como una política de
inclusión social y digital”.
La discusión entre lo público y los privado, las libertades y las vedas, los
permisos y las prohibiciones, en fin, los debates que se suceden en el
momento actual a nivel político atraviesa las discusiones en torno de
software libre. “El software libre tiene que ver con la libertad, con
compartir, va de la mano con lo político, es el valor de compartir, de
estudiar, de mejorar, compartir la cultura libremente, que todos puedan
acceder a la cultura, al conocimiento, al desarrollo, todos valores que no
pueden faltar en el ámbito de lo público”, concluye Lacovsky, que rescata el
valor de Tecnópolis, en su masividad y en su declaración de principios al
formar parte de la agenda pública de la sociedad argentina.
Para más información se puede visitar la página del evento www.cisla.org.ar,
donde también se pueden tramitar las acreditaciones, libres, obviamente
libres, y gratuitas.

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