[Solar-general] Internet en pocas manos

Pablo Manuel Rizzo info en pablorizzo.com
Mar Abr 26 13:18:13 CEST 2011


Dos proveedores globales de Internet anunciaron su fusión hace pocos
días por tres mil millones de dólares. El 70 por ciento del tráfico
mundial de datos quedaría en manos de una sola empresa.

El tráfico mundial de datos a alta velocidad está cada vez en menos
manos. ¿El lector pensó alguna vez por dónde viajan los datos que uno
busca en la web? ¿Cómo se hace, físicamente, para llegar hasta los
servidores de Facebook, Twitter, Google o Wikipedia? ¿Cómo? Se hace a
través de los proveedores de la capa más alta de Internet: la llamada
capa 1 (tier 1). Hace unos días, Level 3 adquirió Global Crossing, por
unos tres mil millones de dólares. Ambas corporaciones trafican datos
en esta capa 1: son el corazón de Internet. Seguramente el lector no
conoce a ninguna de estas empresas, pero es probable que las está
usando en ese momento. Pues bien, esta fusión sirve para analizar cómo
funciona la capa más alta de Internet y cómo cambiará la fisonomía de
la red en adelante: una sola empresa tendrá estructura propia en 50
países, llegará a 70 países y concentrará el 70 por ciento del tráfico
mundial de aquí a 2013.

Según están las cosas en Internet, cada persona que quiere conectarse
necesita una computadora y un proveedor: en el caso de la Argentina
puede elegirse entre Arnet, Speedy, Fibertel, y ya estamos en los
prolegómenos de Argentina Conectada, el proyecto del Gobierno. Pero,
¿a dónde se conecta un proveedor local de Internet para llegar, por
ejemplo, a Estados Unidos o Asia? Por más grande que sea la empresa
local, ésta necesita de fibra óptica transoceánica para llegar al
contenido mundial. Según se conoce, las empresas que ofrecen conexión
global serían AOL, AT&T, British Telecom, Verizon Business, Deutsche
Telekom, NTT Communications, Qwest, Cogent, SprintLink, TIWS y,
finalmente, Global Crossing, ahora dentro de la estructura de Level 3.
Entre estos grandes proveedores mundiales de acceso a Internet no se
cobran entre sí: tienen más para ofrecer que para pedir. Pero sí les
cobran a los proveedores locales por los datos que éstos requieren. Es
decir, una sola empresa manejará el 70 por ciento del tráfico de
Internet y cobrará al resto de los proveedores por el uso de su
infraestructura (en la que, claro, invirtió miles de millones de
dólares).

Según cuenta a Página/12 Alejandro Girardotti, gerente de productos de
marketing de datos de la recién vendida Global Crossing perteneciente
a Singapore Technologies Telemedia, que opera en la Argentina:
“Internet es una conexión de múltiples computadoras bastante compleja.
Los proveedores más grandes les venden a los proveedores locales el
acceso a alta velocidad al contenido interesante”. Debido a la
naturaleza de Internet, los operadores globales (capa 1) están
conectados entre sí. “El cliente residencial envía su pedido al
proveedor local. El proveedor local busca conexiones a través de
proveedores globales y devuelve la información al cliente residencial,
buscando la ruta más corta.” En el caso de Egipto, por ejemplo, cuando
el país se quedó sin Internet durante los primeros días de la revuelta
que terminó con el gobierno de Hosni Mubarak, aquel gobierno decidió
“cortar” el acceso a Internet, presionando a los proveedores locales
que se desconectaran de las redes troncales, para evitar el acceso a
Facebook y Twitter. Pero los proveedores globales siguieron
funcionando.

Esta semana, el Gobierno presentó el Plan Nacional de
Telecomunicaciones Argentina Conectada, que permitirá el acceso a
Internet de alta velocidad a nivel nacional con una inversión global
de ocho mil millones de dólares. La instalación estatal de esta
llamada red troncal (backbone) desde Arsat le permite al Estado no
depender de otras empresas privadas para dar acceso a Internet a sus
ciudadanos, además de usar la estructura para enviar los datos de las
señales de televisión digital. Sin embargo, finalmente, para acceder
al resto del contenido global que ofrece Internet, la Argentina (como
cualquier otro país del mundo) deberá conectarse a uno o varios
proveedores del nivel más alto en la capa 1.

Cuando se iniciaron las revueltas en Túnez, un país con alta
penetración digital pero con un férreo control estatal hasta entonces,
se conoció que el gobierno hacía pasar a todos los proveedores locales
por una oficina central y desde allí los controlaba antes de salir a
la red internacional. El asunto es que existen puntos de unión a nivel
nacional a veces impuestos por los gobiernos. Quien controla estos
puntos físicos, ya sean los propios proveedores globales o gobiernos
locales, pueden “regular el tráfico, manejar las velocidades, eliminar
tráfico hacia una parte de la red o hacia una página especial, lo cual
pueden hacer las empresas privadas o técnicos del gobierno
capacitados”, dice Girardotti. Entonces, para dejar afuera de Internet
a un país, resulta más sencillo presionar a los proveedores locales
que a los globales. Girardotti explica que un país puede “negar la
respuesta” al tráfico desde un determinado país o región, pero no
puede “dar de baja” la conexión de otro país.

Como en casi todas las áreas de consumo, Estados Unidos es el mayor
consumidor de datos del mundo. Y, según muestran los mapas de tráfico
de Internet, la ruta que más congestión tiene está entre Londres y
Nueva York, ambos puertos que conectan el Occidente con el Oriente.
“Asia es la zona que más está creciendo, debido al fenómeno de
inclusión social en aquellos países”, dice Girardotti. Ahora,
pregúntese el lector: ¿cuál es la empresa que maneja la mayor cantidad
de conexiones entre Nueva York y Londres? Level 3. ¿Cuál es la empresa
que tiene las mayores conexiones en Asia? Global Crossing. “No hay
manera de ser independiente”, dice Girardotti.


Por Mariano Blejman
culturadigital en pagina12.com.ar
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Pablo Manuel Rizzo
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