[Solar-general] Neutralidad en riesgo

Pablo Manuel Rizzo info en pablorizzo.com
Lun Dic 27 17:29:44 CET 2010


Neutralidad en riesgo


¿Qué pasaría si, por culpa de los proveedores de Internet, algunas
páginas anduvieran más rápido que otras? ¿O si los proveedores
pudieran cobrar por cada web por separado? ¿Qué tal un combo: Google +
Hotmail + YouTube por U$S 25? Y si quiere usar Skype son U$S 5 más por
mes. ¿Sería esto posible? ¿Sería posible que Internet se convierta en
algo parecido a un sistema de televisión por cable? Hasta ahora, la
fuerza de la red ha estado en que cualquier persona puede crear o
visitar una página, y esta puede ser usada por cualquier usuario en el
mundo a una velocidad similar. Eso suele llamarse “neutralidad de la
red”: el concepto refiere a que los proveedores de Internet deben
tratar de igual manera a todos los tipos de datos que se mueven por la
red. Cualquier página, servicio o protocolo debería viajar a la misma
velocidad desde y hacia las computadoras de los usuarios.

Esa posibilidad de que cualquier servicio sea considerado de la misma
manera por quienes dan acceso a Internet ha permitido que empresas
pequeñas pasen a ser grandes corporaciones. En esa característica se
ha basado la cultura de las nuevas empresas de Internet, las llamadas
start-ups. Google, por ejemplo, pasó de ser un buscador con un buen
algoritmo a un gigante informático en pocos años, gracias a que nadie
le impidió el acceso a millones de usuarios. Facebook pasó de ser una
red social de los estudiantes de Harvard a convertirse en una
plataforma de 550 millones de usuarios gracias a que, básicamente,
estaba en Internet. Pero la neutralidad de Internet está en el ojo de
la tormenta, desde que hace unos meses Google y Verizon (empresa
proveedora móvil de Internet en Estados Unidos) anunciaron un acuerdo
de mutua conveniencia específicamente aplicada a dispositivos móviles.
Es decir, según anunció tiempo atrás el diario The New York Times,
presuntamente a cambio de una buena suma de dinero, Verizon les daría
prioridad a los servicios de Google. Es decir, si alguien usara un
teléfono inteligente para conectarse a Internet a través del proveedor
Verizon (símil de Claro, Personal o Movistar, en Argentina) los
servicios de Google irían más rápido que los de Yahoo! o Hotmail. Y,
es sabido, que la velocidad es el bien más preciado del capitalismo.
Google declaró que el acuerdo se iba a aplicar a los accesos móviles
(3g), mientras que se comprometía a sostener la neutralidad para las
conexiones por tierra.

Durante su campaña, Barack Obama se comprometió a defender la
neutralidad de Internet. Después de un año de duro debate, el martes
pasado la Federal Communications Commission de Estados Unidos (FCC)
compuesta por cinco miembros aprobó un acta para “preservar Internet
como una red abierta que les permita a los consumidores elegir, tener
libertad de expresión, control de los usuarios, competitividad y la
libertad de innovar”. El acta no contentó a casi nadie. Ni a los
republicanos defensores del libre mercado, que (salvo cuando se trata
de sus Bancos en default) defienden la desregulación a ultranza, ni a
los organismos a favor de la “neutralidad” de Internet.

Veamos los argumentos por el lado de los republicanos: el columnista
John Fund del diario The Wall Street Journal trató a la votación como
un “golpe de la neutralidad de internet” (aunque una mejor traducción
sería: golpe de Estado de la neutralidad de Internet) y acusó a los
lobbistas “liberales de izquierda” de haberse urgido con la victoria,
contra la pérdida de los consumidores que “verán disminuidas la
innovación y la inversión, por regulaciones que tratan a Internet como
una utilidad pública”. Para Fund no existe evidencia alguna de que “el
público esté demandando este tipo de reglas” y el jefe de la FCC
Julius Genachowski no es otra cosa que un amigo de la infancia de
Obama. En su columna paranoide-antimarxista, Fund desmenuza
escandalizado una serie de declaraciones de lobbistas a favor de la
neutralidad de Internet como Robert McChesney (de la organización Free
Press), que habló para el sitio de SocialistProject en 2009 y en el
periódico mensual marxista Monthly Review declaró: “Cualquier esfuerzo
serio para reformar el sistema de medios tiene que ser parte de un
programa revolucionario que cambie el sistema capitalista”. Los
republicanos intentarán tumbar el acta en el nuevo congreso, donde
tienen mayoría. Según el acta de la FCC, el éxito de Internet tiene
que ver con “la ausencia de un guardián que bloquee usos legales o que
permita elegir ganadores y perdedores on line. Los consumidores y los
innovadores no tienen que pedir permiso antes usar Internet para
lanzar nuevas tecnologías, comenzar negocios, conectarse con sus
amigos o compartir sus puntos de vista”.

Sin embargo, desde la vereda ideológica opuesta, los organismos que
bregan por la libertad de información en Internet han advertido sobre
el “caballo de Troya” que puede ser el acta. Antes de la votación,
Corynne McSherry de la Electronic Frontier Foundation, advertía sobre
la “vulnerabilidad” de la FCC ante las grandes operadoras como AT&T y
Comcast. Pero bastante más lejos de los organismos militantes, y más
cerca del mercado editorial, el periodista MG Siegler de TechCrunch se
preguntaba si Google o Verizon se habían salido con la suya o en
realidad el propio ente había traicionado a los votantes de Obama. En
uno de los últimos párrafos del acta, bajo el subtítulo: “Pasos
mesurados para la banda ancha móvil”, la FCC dejó la puerta abierta
para que Internet pierda su neutralidad en conexiones por red móvil.
El argumento es tan absurdo como inverosímil y se resume así: “No
impusimos regulaciones estrictas en las comunicaciones inalámbricas
porque Android –el sistema operativo para teléfonos de Google– es un
sistema abierto.” El extraño argumento para no defender la neutralidad
de Internet en la telefonía móvil es que existe una mayor oferta de
proveedores de servicios móviles en el mercado y sistemas operativos
como Android que son “abiertos”, es decir que pueden ser modificados
“libremente”. La argumentación es tan absurda que para los sitios
TechCrunch, Engadget y Daring Fireball la inclusión de la palabra
“Android” y “AT&T” en el acta suena más a lobby furibundo de las
corporaciones que a un intento de mesura en función del cambiante
mercado estadounidense. Es como decir que una computadora andará más
rápido en Internet si usa un sistema operativo en vez de otro,
independientemente del tipo de conexión que se tenga. Así las cosas,
el caballo de Troya de la extraña regulación está empezando a
desembarcar.

Por Mariano Blejman *

http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/elmundo/4-159326-2010-12-26.html

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Pablo Manuel Rizzo
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