[Solar-general] Ciencia, industria, innovación, esas cosas

Pablo Manuel Rizzo info en pablorizzo.com
Jue Jun 11 00:44:40 CEST 2009


Aquí se pueden ver los documentos con las bases para los subsidios que
menciona Gianella en esta entrevista:
http://www.cic.gba.gov.ar/subsidios/index.htm

____________
Diálogo con Carlos Gianella, presidente de la CIC Ciencia, industria,
innovación, esas cosas Conocimiento y sociedad, ciencia y sistema productivo
interactúan débilmente entre sí, por lo menos en la Argentina. ¿Es posible
mejorar esa relación? ¿Es posible que la investigación científica se
transfiera a la sociedad? El jinete pregunta y se queda con la duda. Por
Leonardo Moledo

 *–Usted es ingeniero agrónomo, vicerrector de la Universidad de San Martín
y es el presidente de la CIC. Hábleme de la CIC. Primero: ¿qué significa
CIC?*

–Comisión de Investigaciones Científicas. De la provincia de Buenos Aires

*–Bueno, y ahora cuénteme.*

–La CIC se creó como un organismo provincial descentralizado destinado a
garantizar la existencia de la carrera del investigador en la provincia de
Buenos Aires, algo similar a lo que sucedió unos meses después a nivel
nacional con la creación del Conicet. Cuando llegué a la CIC en diciembre de
2007 estaba cumpliendo cincuenta años.

*–Cincuenta años.... bueno, es como para publicar una historia de la
institución.*

–Se está escribiendo en este momento.

*–¿Cuáles fueron las acciones de esos primeros años? ¿Organizar la actividad
científica en la provincia?*

–Sí, aunque con el tiempo comienzan a observarse algunas fallas, por ejemplo
el problema de que el investigador no puede estar aislado, sin equipamiento,
sin interacción con colegas de su carrera y de otras disciplinas para
compartir resultados. Esto da origen a los centros, que se van creando en
los años ’70 y ’80. Algunos de estos centros se organizan con las
universidades. La CIC hoy tiene veinticinco centros de investigación, con la
Universidad del Sur, con la Unsam, la UNLP, con el INTI, entre otras
instituciones. Durante sus primeros cuarenta años promueve la educación
universitaria y la formación de investigadores. La CIC es el gran organismo
que apoya la creación de universidades, financia la creación de la
Universidad de Luján y la del Centro.

*–¿Y en los últimos años?*

–Comienza a aparecer la preocupación por la aplicación y el aprovechamiento
de ese conocimiento, porque en definitiva es lo que determina la
competitividad y la capacidad de gestión de un país.

*–Bueno, a ver, ¿y cómo se aplica?*

–En dos vertientes, la demanda del sector privado y el público.

*–El sector público es bastante remiso, ¿no?*

–Sí, pero estamos trabajando para desarrollar esta demanda. El sector
público tiene que buscar soluciones originales y tiene que recurrir al
sistema de ciencia. Entre las cosas nuevas, hemos llamado a un concurso de
financiamiento de proyectos de investigación de interés público. Hemos
recibido ciento tres presentaciones de una gran variedad: educación, salud,
medio ambiente, producción, agrarios. Estamos interesados en incentivar el
hábito de la demanda.

La otra vertiente es la demanda del sector productivo, que es distinta.
Mientras que el sector agropecuario tiene una intensa conexión con el
conocimiento, que se canaliza a través del INTA, o los grupos I + D que
tienen las empresas multinacionales radicadas en el país, publicaciones en
diarios, mecanismos de difusión de tecnología, ferias a la que accede
cualquier productor, este esquema no se da en el sector de industria y
servicios. Por lo general en la Argentina se fomenta sólo la oferta del
conocimiento, el llamado I + D, y no es que esté mal, pero es insuficiente.

*–¿Por qué?*

–Porque la oferta nunca llega al demandante. Si uno va a la empresa a ver
cómo toman el conocimiento y cómo resuelven su competitividad, ve que lo
resuelven a través de consultores, asistencia técnica, casas matrices en
caso de las multinacionales. Y el empresario pyme resuelve su competitividad
como puede. Hay una enorme oferta de conocimiento que no llega al sector
productivo nacional, por eso tenemos que generar mecanismos de vinculación.
Para eso organizamos un programa de modernización tecnológica: visitamos las
empresas, los ayudamos a diagnosticar las necesidades de tecnología, y los
ayudamos con el financiamiento. Hemos visitado quinientas veinte empresas en
el último semestre y tuvimos un impacto del 40%.

*–¿Qué quiere decir un impacto del 40 por ciento?*

–Que cuarenta de cada cien hicieron un plan de mejora y modernización, con
un 50% de financiamiento, con crédito fiscal, y los proyectos grandes los
canalizamos vía el Fontar.

*–La provincia de Buenos Aires concentra el 35-40% del total de cualquier
sistema productivo del país, ¿sus empresas son innovadoras o no?*

–Nosotros desarrollamos un índice de innovación e hicimos un estudio sobre
una muestra de seiscientas empresas pymes de industria y servicios del
conurbano norte. Observamos que la innovación es un fenómeno natural: es la
incorporación de conocimiento para mantenerse en el mercado y competir. Para
cambiar el producto, el sistema de producción; si no se hacen los cambios,
habitualmente esa empresa se funde. Aun una panadería. No hay que inventar
la innovación. El 25% de las empresas es muy innovador. Pueden competir a
nivel internacional, pero necesitan más acompañamiento del Estado. Hay que
hacer una organización sistemática e integral de la ayuda para exportar, ésa
es la ayuda que necesitan. El Estado ayuda pero es más lo que podría
hacerse. Si el Estado ayudara a que la industria fuera competitiva como lo
es el sector agropecuario, tendríamos un país integrado, para todos. Con el
sistema agropecuario sólo, tenemos el país de 1910, con 80% de excluidos.

*–El país de las vacas y las mieses.*

–Y las miserias. Para tener un país integrado necesitamos industrias
competitivas, que es lo que vino después con la sustitución de
exportaciones.

*–Hace muchos años que escucho el mismo discurso de unificar industria y
ciencia...*

–Entiendo, pero le estoy hablando de hechos, de políticas públicas
concretas. Por ejemplo, estamos organizando para agosto una megaexposición
llamada Tecnopyme Activa para que los empresarios conozcan e interactúen con
las diferentes soluciones tecnológicas de software y hardware disponibles
según sus necesidades.

*–Una Expo como existe en el sector agropecuario.*

–Así es. Van a poder acceder a la tecnología que hay, a un costo cero para
ellos.

*–¿Hay cultura técnica en el país?*

–Sí, la hay, pero estuvo herida de muerte con las políticas de Martínez de
Hoz. Ahora los empresarios la han recuperado y reconocen el valor de sus
recursos humanos. Tratan de no echar a nadie, porque si se van, esas
capacidades o know-how son tomadas por la competencia.

*–Bueno, ante este diagnóstico, cuando pase esta crisis global, la cuestión
sería animarse a innovar.*

–Creo que hay que releer al profesor Bengt-Ake Lundvall, especialista en
economías de la innovación, quien plantea que un sistema nacional de
innovación depende más de las capacidades de aprender del conjunto del
sistema, que del fomento del I + D. No lo excluye, pero dice que el fomento
del I + D por sí sólo no alcanza.

*–¿Quiere decir que la innovación es un sistema de aprendizaje?*

–Que se da de varias maneras: con los sistemas de aprendizaje
institucionales, que pueden ser intraempresas, entre empresas, y en los
organismos. Por ejemplo, las empresas que aprenden a exportar juntas, los
organismos que desarrollan líneas de investigación integrados al sistema
productivo o que aprenden a transferir. Esa forma de aplicación del
conocimiento vuelve competitivo un sistema económico.

*–¿Cómo hacer para no entrar en la remanida separación entre ciencia básica
y ciencia aplicada?*

–Para mí no existe tal diferencia. El Estado tiene que ser el primer
financiador de la ciencia básica. Es imprescindible. Nosotros ampliamos el
financiamiento a la investigación básica en los laboratorios, apoyamos la
investigación. Nuestra fórmula es: “I + D + i†Una suma de Investigación +
Desarrollo + innovación. Producto de esta concepción, el ministerio nacional
se llama Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.

*–¿Cuantos investigadores tiene la CIC?*

–En su plantilla tiene doscientos treinta investigadores, doscientos sesenta
profesionales y doscientos becarios, que interactúan con investigadores del
Conicet y las universidades.

*–¿Cómo sería un ejemplo de demanda desde el Estado de una innovación?*

–Los temas ambientales son un buen ejemplo. Para descontaminar el río
Reconquista y el Riachuelo, hay que hacer un escalonamiento, gradualmente,
no se puede resolver en un día...

*–Ni en mil días...*

–... tiene que haber financiamiento para las empresas y tienen que trabajar
investigadores de distintas ramas. Con el problema de las bolsitas de
polietileno del supermercado, estamos asesorando y armando un grupo de
investigación de materiales biodegradables, avanzamos hacia una progresiva
reconversión, pensamos en un plazo de tres, cuatro años para llegar a la
biodegradable. Frente al problema del agua potable, y la presencia de
arsénico y flúor en el agua, hemos construido cuatro plantas piloto que
pueden producir mil quinientos litros cada seis horas. Las instalamos en las
escuelas rurales, son fáciles de utilizar. Las vamos a operar durante un año
para poder desarrollar una tecnología económica capaz de purificar agua para
poblaciones de hasta diez mil personas. Se basa en un sistema de filtro por
arcillas desarrollado en un centro de la CIC en Tandil.

*–Está claro.*
 Link a la nota:
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/ciencia/index.html




-- 
Pablo Manuel Rizzo
-------------------------------
http://pablorizzo.com
-------------------------------
------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: /pipermail/solar-general/attachments/20090610/29143d76/attachment.html


Más información sobre la lista de distribución Solar-general