[Solar-general] no todos los judios comparten lo que pasa

Diana Venturini diana.venturini en gmail.com
Mar Ene 13 22:07:15 CET 2009


guauuuu! me mareó totalmente, con todo eso de "esencia judía" y
"cristianismo-capitalista"

de todo lo único que me gustó y con lo que coincido totalmente es la frase
de Einstein al comienzo y la exhortación a conocer al verdadero enemigo,
pero creo que ha simplificado la profunda realidad del mensaje de Cristo
(sería cristiano Cristo para don León? probablemente no, quizás respondiera
más a lo que él considera como la "esencia judía", aunque él lo dijera bien
claro "mi reino no es de este mundo")

discrepo totalmente con la calificación de "cristianos" a los monstruos del
capitalismo, a quienes es el capitalismo materialista lo que hermana, y no
la "cristianización" de los judíos, enajenados los pobres de su "esencia"

creo que los grupos que se mueven en toda esta cuestión son muy diferentes a
los que expone este artículo, así como las categorías con las que juega esta
teorización

pero bueno, si ayuda a perder fuerza a algún monstruo, bienvenido sea, como
toda mentira piadosa que se maneja entre los "lúcidos intelectuales" que
analizan la historia

gracias por enviarlo Diego, es interesante saber lo que piensan algunos
humanos (no me interesa si es judio, árabe, o entrerriano), no hay como
tomar conciencia de los fantasmas que pueblan nuestra conciencia colectiva,
para generar rápidamente los antídotos de claridad, al menos ese ha sido el
efecto sobre mí

judío por judío, me quedo con Spinoza, maravillosa celebración del cuerpo y
de la vida

saludos
Diana
El 13 de enero de 2009 15:50, Diego Saravia <dsa en unsa.edu.ar> escribió:

> Plomo fundido" sobre la conciencia judía
>
> Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. Por
> León Rozitchner
>
> "Si nosotros nos revelamos incapaces de alcanzar una cohabitación y
> acuerdos con los árabes, entonces no habremos aprendido estrictamente
> nada durante nuestros dos mil años de sufrimientos y mereceremos todo
> lo que llegue a sucedernos."Albert Einstein, carta a Weismann, 1929.
>
> ¿Recuerdan cuando hace dos mil años los judíos palestinos, nuestros
> antepasados en Massada sitiada, enfrentaron las legiones del Imperio
> romano y se suicidaron en masa para no rendirse? ¿Recuerdan la
> rebelión popular y nacional de nuestros macabeos contra la invasión
> romana, cuando murieron decenas de miles de judíos y se acabó la
> resistencia judía en Palestina y nos dispersamos otra vez por el
> mundo? ¿No piensan que esa misma dignidad extrema que nuestros
> antepasados tuvieron, de la que quizá ya no seamos dignos, es la que
> lleva a la resistencia de los palestinos que ocupan en el presente el
> lugar que antes, hace casi dos mil años, ocupamos nosotros como
> judíos? ¿No se inscribe en cambio esta masacre cometida por el Estado
> de Israel en la estela de la "solución final" occidental y cristiana
> de la cuestión judía? ¿Han perdido la memoria los judíos israelíes?
> No: sucede que se han convertido en neoliberales y se han
> cristianizado como sus perseguidores europeos, que, luego de
> exterminarlos, empujaron a los que quedaron vivos para que se fueran a
> vivir a Palestina con el terror del exterminio a cuestas.
>
> El meollo de la actual tragedia está en la Shoá. Si la memoria de su
> pasado define el sentido histórico que marcó el "destino" del pueblo
> judío, donde se van hilando las cuentas de nuestro derrotero, y si el
> acto final en el que culmina ese destino convoca a los judíos
> israelíes a aniquilar la resistencia de otros pueblos inocentes, algo
> del sentido histórico ha desaparecido de la memoria de los israelíes.
> ¿Puede ser invocada la Shoá sin ser infieles a los desaparecidos,
> cuando al mismo tiempo el sentido completo de ese acontecimiento
> monstruoso ha quedado oscurecido? ¿Cómo podríamos "hacer memoria" si
> la construimos con los únicos recuerdos de nuestro pasado que los
> culpables europeos del genocidio nos autorizan? Es cierto: si los
> israelíes recuerdan todo, pierden a sus aliados. Porque la memoria de
> la Shoá que llevó al retorno a una tierra perdida hace mucho tiempo
> tendría que volver a ser pensada.
>
> Lo primero a recordar: nuestros perseguidores históricos no fueron ni
> son los palestinos. Nuestros perseguidores estaban y siguen estando en
> las naciones de cultura europea que nos expulsaron y masacraron, y sin
> embargo son ellos los que siguen marcando el destino de todos
> nosotros, sobre todo de los judíos israelíes. ¿Será por eso que se
> busca olvidar a los verdaderos culpables de la Shoá? Los israelíes ya
> no se preguntan por el pasado bimilenario judío. Nunca los judíos,
> salvo excepciones, acusan del exterminio judío a la religión cristiana
> y a la economía capitalista que produjeron necesariamente la Shoá,
> como la conclusión de un silogismo que se venía desarrollando en
> Europa cristiana desde su mismo origen, como si el nazismo hubiera
> sido sólo un accidente sin antecedente en la historia europea y todo
> comenzara con Hitler. ¿No será que luego de la Shoá ustedes, los
> descendientes de los judíos europeos asimilados, se aliaron luego con
> los exterminadores en un pacto oscuro que el terror dictaba, y
> volvieron ahora todos, de cierta manera, a ser judeo–cristianos?
> Porque seamos honestos: el Tercer Reich se ha prolongado en el 4º
> Reich del Imperio norteamericano. Es claro: prefieren no saberlo
> porque el Estado de Israel está –nosotros los judíos latinoamericanos
> sí lo sabemos– al servicio del poder cristiano–imperial de los EE.UU.
> ¿O van a creerse que los EE.UU. y Europa combatieron al nazismo para
> salvar a los judíos? ¿Por qué ahora habrían de seguir persiguiéndolos
> si mantienen lo que tienen de judíos congelado sólo en lo arcaico
> religioso? Pero ¿no les dice nada pasar a ocupar ahora el lugar
> impiadoso, como brazo armado de los poderosos capitalistas cristianos,
> contra una población civil asediada y asesinada por osar defenderse
> contra la expropiación ilimitada de un territorio que debía ser
> compartido?
>
> Recordemos. Karl Schmitt, filósofo católico del nazismo, había puesto
> de relieve lo que la hipocresía democrática ocultaba: la categorías
> políticas son todas ellas categorías teológicas. Es decir: la política
> occidental (democrática y capitalista) tiene su fundamento en la
> teología cristiana. Es notable: Schmitt coincide con lo que Marx joven
> decía en Sobre la cuestión judía: el fundamento cristiano del Estado
> germano se prolonga como premisa también en el Estado democrático.
>
> Y si la política occidental al desnudarse muestra su fundamento
> teológico oculto, sin el cual no hubiera habido capitalismo, entonces
> toda política de Estado capitalista era antijudía, porque ése era el
> escollo que el cristianismo había encontrado para consolidarse como
> religión universal. No contra los judíos cristianizados que, como
> ustedes en Israel, apoyan esa política, es cierto. Ustedes tienen de
> cristianos, sin saberlo, lo que ocultan en su propia memoria al
> ocultar que la Shoá como "solución final" fue un exterminio teológico
> (cristiano) político europeo. Schmitt la tenía clara. Lo que el sutil
> filósofo alemán católico necesitaba activar, en momentos de peligro
> extremo para el cristianismo y el capitalismo frente a la amenaza de
> la Revolución Rusa y las rebeliones socialistas, era el fundamento
> cristiano escondido en la política: el odio visceral y alucinado
> religioso antijudío para que en Europa reverdeciera con toda
> intensidad el fundamento grabado durante siglos en el imaginario
> popular cristiano. Y con ese vigor arcaico reverdecido pudieran
> enfrentar la amenaza revolucionaria del judeo–marxismo.
>
> Por eso, frente a la apariencia liberal de la política democrática
> como una relación "amigo-amigo", el fundamento de la política nazi
> extremaba las categorías de "amigo–enemigo" que Schmitt vuelve a poner
> de relieve en el "estado de excepción" como la verdad oculta de la
> democracia: el único enemigo histórico cuando entra en crisis el
> fundamento social europeo son nuevamente los judíos. En 1933, frente a
> la amenaza del socialismo tildado quizá con cierta razón de judío,
> resurgía para muchos europeos todo su pasado y encontraban en los
> judíos el fundamento más profundo de lo más temido para su concepción
> cristiana: las premisas judías de un materialismo consagrado, no
> meramente físico cartesiano como la economía capitalista requería. Por
> eso Schmitt vuelve a desnudar las categorías fundantes adormecidas que
> la teología católica mantenía vivas: volvía al fundamento religioso de
> la política cristiana del Estado democrático para enfrentar el peligro
> del "comunismo ateo y judío".
>
> Sucede que en ese momento los judíos laicos formaban parte de la
> creatividad moderna que en Europa alimentó el pensamiento político y
> científico: eran rebeldes todavía, no como tantos de ahora, y por eso
> Marx de joven pensaba que los judíos, una vez superada su etapa
> religiosa y se hicieran laicos prolongando la esencia judía más allá
> de lo religioso, podrían pasar a formar parte activa de la liberación
> humana.
>
> Y cuando al fin los europeos creían haber logrado en el siglo XIX la
> universalización del cristiano–capitalismo que se expandía colonizando
> a sangre y fuego el mundo, aparece otra vez el materialismo judaico
> como premisa del socialismo, que no es físicamente metafísico sino que
> parte de la Naturaleza como fundamento de la vida del espíritu humano.
> Tiemblan entonces en Europa los fundamentos cristianos de la política
> y de la economía: un nuevo fantasma la recorre y se manifiesta en una
> teoría judía revolucionaria. De lo cual resulta que en momentos de
> crisis Hitler sólo representó, en términos estrictamente religiosos,
> culturales y políticos, el temor de toda la cultura occidental ante
> los comunistas y los judíos como los máximos enemigos de ambos, ahora
> renovados: del capitalismo y del cristianismo. El racismo de los nazis
> –esa "teozoología política"– no es más que el espiritualismo cristiano
> secularizado que el Estado nazi consagró laicamente en las pulsiones
> de los cuerpos arios.
>
> Una vez aniquilados los millones de judíos –como luego fueron
> arrasando y aniquilando con la misma consigna a millones de soviéticos
> "judeo-comunistas"– el impacto aterrorizante de la "solución final"
> hizo que los judíos casi nunca, salvo muy pocos, se atrevieran a
> señalar a los verdaderos culpables del genocidio (como pasó entre
> nosotros con los genocidas). Con la derrota de los nazis como únicos
> culpables –según cuenta la historia de los vencedores– desapareció en
> Europa la historia de los pogromos y las persecuciones cristianas
> medievales y modernas que nos aterraron durante siglos: la de los
> franceses tanto como la de los italianos, los españoles, los polacos y
> los rusos mismos. Sólo los nazis alemanes fueron antijudíos.
>
> Los judíos cristianizados por el terror del cristiano-capitalismo en
> Europa luego de la Shoá buscaron su "hogar" fuera de Europa: se
> instalaron en Palestina, como si el reloj de la historia, ahora
> teológica, se hubiera detenido hacía dos mil años. No se dieron cuenta
> de que la mayoría de los judíos que volvían a Israel no eran como
> nuestros antepasados que se habían ido: los descendientes de los
> defensores de Massada o de los macabeos. Buber, Gershon Scholem y
> tantos otros sí lo recordaban. Nadie quería que nos volviera a pasar
> otra vez lo mismo, es cierto; pero en vez de enfrentar y denunciar a
> los verdaderos culpables del genocidio –que ahora nos apoyaban para
> que nos fuéramos para siempre de Europa y termináramos nosotros mismos
> la etapa final democrática de la "solución final" judía que ellos
> comenzaron– los israelíes terminaron sometiendo a los palestinos como
> los romanos, los europeos y los nazis lo hicieron antes con nosotros.
> Pero primero tuvieron que vencer la resistencia de nuestros pioneros
> socialistas.
>
> Los israelíes, apoyados ahora por el Imperio cristiano–capitalista que
> los había perseguido, crearon también en Israel un Estado teológico,
> pero la "parte" secularizada dentro de ese Estado judío siguió siendo
> la del Estado cristiano. Volvieron como judíos para culminar en Israel
> la cristianización comenzada en Europa: mitad judíos eternos en lo
> religioso, mitad cristianos secularizados en lo político y en lo
> económico. Por eso ahora en Israel el Estado mantiene la economía
> neoliberal capitalista y cristiana sostenida por los religiosos judíos
> sedentarios, detenidos en el tiempo arcaico de su rumiar imaginario. Y
> por el otro lado los iraelíes son neoliberales en la política y en la
> economía y en la ciencia "neutral", cuyas premisas iluministas son
> cristianas. Mitad judíos en el sentimiento, mitad cristianos en el
> pensamiento.
>
> Y por eso quieren que todos, también aquí y ahora, seamos como ellos:
> judeo-cristianos como el rabino Bermann, avalado por el cardenal
> Bergoglio, o judíos–laicos como Aguinis, neoliberal letrado avalado
> por el obispo Laguna. O como los directivos de la AMIA, que tienen la
> potestad de determinar si soy o no judío. Si soy judío "progresista" y
> no me secularicé como cristiano, entonces no soy judío, no podré
> aspirar a ser enterrado en un cementerio comunitario porque me
> faltaría la parte cristiana de mi ser judío. Pero judíos–judíos, esos
> que prolongan en lo que hacen o piensan los valores culturales judíos,
> quedan al parecer muy pocos, aunque sean muchos los que leen hebreo o
> reciten kaddish en la tumba de sus padres. Todos están aureolados con
> la coronita del cristiano-capitalismo que al fin los ha vencido por el
> terror cristiano luego de dos mil años de resistencia empecinada:
> convertidos ahora al "judeo-cristianismo".
>
> Por eso la creación del Hogar Judío en Palestina tiene un doble
> sentido: la "solución final" europea tuvo éxito, logró su objetivo, el
> cristianismo europeo se desembarazó de los judíos y muchos de los que
> se salvaron se fueron de Europa casi agradecidos, sin querer recordar
> por qué se iban y quiénes los habían exterminado. La Europa cristiana
> y democrática se había sacado el milenario peso judío de encima. Pero
> mis padres, que llegaron a las colonias judías de Entre Ríos, sí lo
> sabían.
>
> Todos los judíos estamos pagando esta inmerecida transacción, ese
> "olvido" del Estado de Israel, al que seguramente se habrían negado
> los defensores del Ghetto de Varsovia, que murieron, ellos sí,
> sabiendo quiénes eran los responsables políticos, económicos y
> religiosos –estaban a la vista–- como los millones de judíos europeos
> que murieron en los campos de exterminio. Los judíos que vinieron
> luego, esos que estamos viendo, no quisieron ni pensar a fondo en los
> culpables: se unieron a los poderosos y saludaron alborozados que el
> socialismo stalinista antisemita se derrumbara arrastrando al olvido
> al mismo tiempo, como si fuera lo mismo, la memoria de los pioneros
> judíos revolucionarios asesinados por Stalin. Por eso sus sueños
> mesiánicos dependen ahora únicamente de los cristianos y del
> capitalismo para poder realizarse. Sólo tenían que hacer una cosa:
> permutar al enemigo verdadero por un enemigo falso.
>
> Estamos pagando muy cara esta conversión judía. Los israelíes, ya
> vencidos en lo más entrañable que tenían de judíos históricos, se han
> transformado en la punta de lanza del capitalismo cristiano que los
> armó hasta los dientes para enfrentar el mayor y nuevo peligro que
> tiene el cristianismo: los mil millones de musulmanes que pueblan el
> mundo. Pero ni los musulmanes ni los palestinos fueron los culpables
> de la Shoá: los culpables del genocidio son ahora sus amigos, que los
> mandan al frente.
>
> Y aquí cierra la ecuación política amigo-enemigo de Karl Schmitt.
> Antes, hasta la Segunda Guerra Mundial, el fundamento teológico de la
> política era "amigo/cristiano–enemigo/judío". Ahora que los judíos
> vencidos se cristianizaron como Estado teológico neoliberal la
> ecuación es otra: "amigo/judeocristiano–enemigo/musulmán". ¿Este es el
> lamentable destino que Jehová nos reservaba a los judíos? Porque de lo
> que hacen ustedes en Israel depende también el destino de todos
> nosotros.
> --
> Diego Saravia
> Diego.Saravia en gmail.com
> NO FUNCIONA->dsa en unsa.edu.ar
>
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