[Solar-general] planteos para el CRISOL
Marcos
marcos en ovejafm.com
Sab Ago 22 02:23:01 CEST 2009
Me parece que valdría la pena plantear los siguientes puntos:
* si la tarea de nuestra liberación se refiere solamente al software libre o
también se refiere al hardware libre, las redes libres, la cultura libre, el
espacio electromagnético libre, la libertad de pensamiento y expresión.
Podríamos llamarle, movimiento por el "Pensamiento Libre y la Libertad de
Expresión", el SL queda corto para mitigar los males que enfrentamos.
* para qué sirve el crisol
* re-evaluar si el tiempo total de desarrollo (un par de días) sirve para
definir políticas para todo un año, o acaso sería necesario realizar reuniones
del mismo estilo más seguido y complementarlas más aún con asambleas
electrónicas
* qué políticas estratégicas debatirá
* si se propone formar un movimiento masivo o no
* cómo hacer para crear grupos de usuarios y desarrolladores de SL allí donde
no existen
* cómo hacer para que los grupos de usuarios y desarrolladores de SL allí
donde existen definan una política de acción en conjunto (y si eso es "bueno"
o no)
* si se caracteriza la realidad social, política, económica y actúa en
consecuencia de un análisis concienzudo
* si sirve a los oprimidos o también es válido servir a los opresores
* si va dedicarse a llevar el SL hacia y desde los sectores de poder
político/económico o desde los que luchan por la libertad, la justicia y la
igualdad económica y política
"Software Libre para una sociedad más libre" es un planteo ya un tanto pobre
si lo que deseamos es una sociedad más igualitaria, justa y libre,
necesitamos software libre, hardware libre, redes libres, cultura libre,
espacio electromagnético libre, en definitiva: libertad de pensamiento y
expresión:
=Wizards of OS 3, Conferencia de apertura=
Eben Moglen *
Resumen:
El movimiento del software libre es un aspecto de la larga lucha a través de
los siglos por la libertad de expresión y la libertad de ideas. Al igual que
otros aspectos de esta lucha histórica, está unido al movimiento relativo a la
redistribución social y económica. En esta charla considero el Movimiento del
Software Libre en su contexto histórico, y presento mi visión de las
cuestiones que actualmente nos enfrentan en relación con la mayor parte de la
historia de nuestra lucha.
Versión en inglés 1.0, 2005-06-14, por Marcus Brinkmann, marcus en gnu.org.
Gracias a Neal Walfield por la verificación, todos los errores que restan son
propios. El audio y video desde el cual fue realizada la transcripción se
encuentra en wizards-of-os.org/index.php?id=791, licenciado bajo Creative
Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike License Germany. Mi propia
contribución a esta transcripción quedará colocada en el dominio público.
Versión traducida 1.0, 2008-07-22, por Marcos Guglielmetti,
marcos en musix.org.ar. Por ahora se incluye toda la disertación, salvo la
sección de preguntas de los asistentes. Gracias a Sebastian Bassi, Pablo Rizzo
y Eben Moglen por las aclaraciones.
"Die Gedanken Sind Frei" ("Los pensamientos son libres"): Software Libre y la
Lucha por el Libre Pensamiento.
Wizards of OS 3, Conferencia de apertura
Eben Moglen *
10 de junio de 2004
Volker Grassmuck: Es un gran placer presentar el primer orador, quien les dará
el discurso principal de apertura, es Eben Moglen, profesor de Derecho e
Historia del derecho en la Escuela de Leyes de Columbia. Además es miembro de
la Junta Directiva de la Fundación para el Software Libre, Asesor General de
esta fundación desde hace mucho tiempo; es muy activo en la aplicación de la
Licencia Pública General (GPL) de GNU y en hacer que siga siendo una
maravillosa herramienta.
Por favor, démosle la bienvenida a Eben Moglen.
[Aplausos]
Eben Moglen: Gracias.
Gracias a Volker y a todos sus colegas por hacer posible este evento para
todos nosotros. [Volker Grassmuck pasa Eben Moglen un vaso de agua.] Ah, está
bueno, gracias. Es perfecto.
Die Gedanken sind frei (Los Pensamientos son libres): es una frase muy antigua
del siglo XII, se puede encontrar en una canción de Minne en el siglo XIII. A
principios del siglo XIX de nuevo se convirtió en una canción popular, que
muchos de ustedes han escuchado y algunos de nosotros hemos cantado. Como
reflejo de un cierto momento en la historia de occidente de la tercera
sinfonía de Beethoven, de la cual es contemporánea.
La frase viaja a través de la tradición histórica europea como parte de una
lucha en la que también estamos implicados. La lucha por la libertad de
pensamiento es tan antigua como la política europea y la base de lo que todos
somos hoy en día. Existe en relación con una lucha de larga data contra las
diversas formas de control de pensamiento, cada una característica del
contexto político y económico del momento en el que triunfó temporalmente. Ya
se trate del control de la educación y la publicación por la iglesia católica
universal, del control de la impresión y la censura en el aprendizaje por el
poder estatal o del control del conocimiento y la cultura por parte de los
propietarios, motivada de forma capitalista e ideológicamente inclinada, hemos
venido luchando contra el poder y por la libertad de pensamiento durante un
milenio.
La lucha por la libertad de pensamiento, que es universalmente admirada,
aunque no siempre es apoyada efectivamente, va en conjunto con la mucho menos
universalmente admirada lucha por la justicia económica y la igualdad de las
personas. "Die Gedanken sind frei:" (Los pensamientos son libres) ¿Cuál es su
pequeña frase contemporánea o verso? Bueno, me gustaría proponer una: "When
Adam delved and Eve span, who was then the gentleman?" ("¿Cuando Adán cultivó
la tierra y Eva hizo girar la lana, quién era entonces el señor?") [1], la
frase es atribuida a John Ball, el líder de la revuelta de los campesinos en
Inglaterra en 1381.
Hemos asociado la lucha por la igualdad humana con la lucha por la libertad
del conocimiento y la hemos asociado con razón: se pertenecen la una a la
otra. Debido al reconocimiento de la posibilidad de los individuos, de
permitir a cada uno ser lo que ella y él pueden ser, (esta lucha) descansa en
sí misma en la disponibilidad de conocimiento; la perpetuación de la
ignorancia es el comienzo de la esclavitud. Por lo tanto, somos parte entonces
de dos luchas, nos guste o no. Una lucha por la libertad de pensamiento y una
lucha por la justicia para las personas. Que la privatización de la cultura
(cultura propietaria), la mercantilización del aprendizaje, representa un
peligro para un movimiento por la igualdad y la justicia económica es evidente
para todos. Esto es, como Thomas Krueger acaba de señalar, en mi opinión, muy
elocuente, una parte inherente del problema de la globalización, en cuyo lado
soleado estamos parados. De otra forma, la globalización significa el
empobrecimiento de los trabajadores a través de la competencia despiadada
entre los sectores ricos y pobres de la humanidad. Una lucha conducida para el
beneficio de los accionistas, es decir para pocos, a través de las
limitaciones del conocimiento disponible para las mayorías. En consecuencia,
nos encontramos en el siglo XXI no como inventores de algo nuevo, sino como la
última generación peleando por ideales que son muy antiguos.
Lo que nos diferencia de aquellos que han luchado en el pasado, tal como
Volker lo ha señalado, es un cambio desde el utopismo hacia la práctica. Desde
el momento en que ese movimiento por la libertad de pensamiento e igualdad
económica -o al menos política-, comenzó a cobrar impulso en la mitad del
siglo XVIII, aquellos luchadores por la libertad fueron condenados al
utopismo. Los ideales de las revoluciones americana y francesa que trajeron lo
que era la libertad de pensamiento y la igualdad de las personas así como
están en el final del siglo XVIII, necesariamente descansaron en esperanzas,
en sueños y en las creencias acerca de lo que podría ser posible en
condiciones de transformación tumultuosas y sin precedentes.
La constitución de los Estados Unidos, como uno de sus más grandes intérpretes
ha señalado, es un experimento. Para Justice Holmes y para todos aquellos
abogados y jueces que por más de 200 años lucharon para convertir aquel
experimento en realidad práctica, mucho queda por hacer. Pero también debemos
reconocer, tal como las fotografías de Irak han demostrado este año, que esto
sigue siendo en gran medida un sueño político sujeto a la interrupción de los
que operan desde el control del poder.
El utopismo posee también el pesado inconveniente de que la lucha por
perfeccionar el mundo nunca antes experimentado a menudo se vuelve violenta
mientras los sueños confrontan realidades inesperadas y el soñador no tiene
más remedio que repartir golpes a diestro y siniestro contra la tiranía de los
hechos. Y así la lucha por la libertad de pensamiento y la lucha por la
igualdad económica ha sido limitada sustancialmente en las generaciones
anteriores por la inevitable dependencia de un sueño de un futuro perfecto
nunca antes experimentado. Y no es insignificante que en todas las lenguas
europeas la frase -la palabra- usada para designar esa perfección, "Utopía",
significa "la nada". Porque es, después de todo, una lucha para lograr lo que
nunca se ha logrado. Una lucha por lograr condiciones que permitan a los seres
humanos ser lo que nunca han sido: el hombre nuevo socialista, el perfecto
ciudadano de la república perfecta. Aquellos eran nobles sueños, y la lucha
por alcanzarlos, aun en el peor de los casos, tiene una nobleza a la que
aspiramos. Pero tenemos suerte, porque el nuestro es un movimiento construido
no en sueños sino en realidades. La nuestra es una ideología de cambio que no
depende de lo que podría ser, sino de lo que ya es.
Revolución práctica, los amigos y colegas con quienes he estado trabajando
durante los últimos 20 años lo han demostrado, la revolución práctica se basa
en dos cosas: prueba de concepto y código funcionando.Es decir: hazlo primero
y permite que las consecuencias de lo que se ha hecho se establezcan. La
tecnología, a diferencia del flujo histórico hegeliano o marxista, la
tecnología en sí es irreversible. La tecnología que tenemos es nuestra -no un
sueño- nos pertenece: funciona, la usamos.
Tras ser puestas como las herramientas de nuestra liberación, ahora es nuestro
privilegio usarlas para cambiar el mundo que nos rodea. Ese es nuestro
especial rol en la larga historia de la lucha por la libertad de pensamiento.
Las condiciones que produjeron esta inusual situación, una revolución basada,
no en sueños acerca de lo que podría ser, sino en el reconocimiento de todas
las implicaciones de lo que es: esta situación se la debemos al capitalismo
industrial del siglo XX. Va a -deberá- quedar en la historia como algo que
trabajó hábilmente en su propia destrucción.
Las herramientas que hemos adquirido por parte del sistema de propiedad
industrial de la información arrojado por el siglo XX, estas herramientas son
los instrumentos por medio de los cuales deshacemos la opresión y retornamos a
nuestras comunidades, nuestros amores, nuestros amigos, nosotros mismos a la
condición de liberación por la cual todos nosotros y nuestros antepasados han
esperado tanto tiempo. La tecnología del siglo XX hace que nuestra liberación
sea posible, porque la tecnología del siglo XX convierte lo sólido en aire
digital. "Todo lo que era sólido", se dijo, "se desvanecerá." Y así lo hizo.
El siglo XX conoció la información como artefactos físicos, cosas, que cuestan
dinero hacer, mover y vender. Más que en cualquier momento previo en la
historia de los seres humanos, die Gedanken sind frei nicht (El Pensamiento es
libre), por necesidad, porque las cosas tienen costo. Thomas Edison hizo
posible que la música, que había sido durante toda la historia de los seres
humanos un acto de comunión, una cosa inherentemente compartida, que la música
se convirtiera en un producto, un objeto, una mercancía. Y de la
mercantilización del arte creció la creencia de que el arte podría ser poseído
(propietario). Lo cual tuvo sentido incluso cuando el arte fue metido en una
fina pieza de lámina de estaño en un disco de plástico. Pero el arte ha vuelto
a la esencia desde la cual proviene. Ha vuelto a ser lo que era en toda la
historia de los seres humanos hasta Edison: se ha vuelto algo que debe ser
compartido para existir.
La tecnología de fines del siglo XX revirtió las condiciones de poder desde
las cuales había sido producida. Esta no es la primera vez que este sistema de
producción social llamado capitalismo ha tenido ese efecto. Cuando escribí esa
pequeña cosa llamada "El Manifiesto puntoComunista" ("The dotCommunist
Manifesto") hace algún tiempo, lo estaba haciendo con el fin de demostrar que
una forma de análisis social característica de quienes buscan la libertad en
el siglo XIX podría merecer cierto reconocimiento en el siglo XXI. No como una
cuestión de análisis político normativo, sino como un comentario sobre las
realidades del hoy. La lucha de la burguesía tecnológica marcha cada vez más
hacia un funcionamiento de tal manera en que socava sus propias condiciones de
existencia: es una observación hecha por espectadores perspicaces hace ciento
cuarenta años, y vivimos en el cumplimiento de su verdad. La propiedad ha
luchado por reducir sus costos, para mantener los costos de hacer los
productos básicos, con el fin de librarse a una mayor ganancia. Y al final,
como tan astutamente fue observado en la década de 1860: "Todo lo que era
sólido se ha desvanecido en el aire, y el aire y era algo que todos sabíamos
que podíamos respirar libremente".
Y así nos encontramos confrontando un sistema de poder basado en las ideas de
las relaciones de propiedad que la tecnología de los propietarios ya estaba
haciendo obsoletas. No es posible para las organizaciones industriales hacer
un mejor trabajo de distribución musical que el que puede hacer un niño de 12
años de edad. De ahí el mundo en el que la industria musical se enfrenta a los
niños en las barricadas, intenta encarcelarlos, multarlos, controlarlos, y
pierde. Lo mismo puede decirse de todas las otras formas de arte que nos dio
el siglo XX que han sido liberadas por la misma tecnología que los
controladores de artistas esperaron que controlaría más aún el arte. Esto, al
igual que la adopción de la imprenta al final del siglo XV, constituye un
momento en que los poderes de control han adoptado la tecnología que
transforma sus condiciones de existencia, lo quieran o no. No lo desean, pero
de todas formas les sucede. Y la tecnología que han liberado, al igual que la
aprendiz de bruja, se encuentra abrumada por sus propias implicancias.
El movimiento del software libre, con el que he tenido alguna asociación, el
movimiento del software libre es el principio del reconocimiento de las
implicaciones de la tecnología. Un reconocimiento que no se basa en la idea,
"yo podría escribir mejor software si pudiera compartirlo con otras personas,"
sino más bien, como el Sr Stallman lo dejó claro desde el principio, un
reconocimiento político: La libertad es un bien en sí misma. Inhibir el
compartir, prohibir a la gente enseñar lo que saben a los otros, y prohibir
aprender lo que ellos quieran saber por sí mismos está mal.El movimiento del
software libre no era un movimiento tecnológico; fue el rostro de la lucha por
la libertad de pensamiento con un disfraz tecnológico. Tomó ventaja de la
realidad tecnológica para lograr un control más profundo de las posibilidades
políticas. Y hoy estamos aquí porque esas posibilidades políticas están
inmersas.
Ya no hay un gobierno en la tierra que no comprenda las posibilidades sociales
de la libertad del software como una estrategia de desarrollo para una
economía, como una estrategia de educación para una población, como una
reafirmación de los derechos del público de obtener aquello por lo que se
invierte, en sus servidores públicos, a los que emplea para pensar y diseñar y
mejorar la infraestructura de la vida social. No hay una empresa en la tierra
en el sector de la tecnología que no reconozca el enorme poder constructivo de
la creatividad desatada en las personas. Esta misma semana, una organización,
SUN Microsystems, que ha demostrado en el pasado la creencia de que el un buen
software puede ser hecho en secreto a puerta cerrada, ha decidido volver a
examinar esa proposición con respecto a los más importantes activos de
software que posee. No hay un negocio cultural en la tierra que no esté al
tanto de la competencia en la cual su brazo de distribución ahora se encuentra
a sí mismo con la libertad como con su competidora más funesta.
Alguna vez, el hecho de que esto era un movimiento político por la libertad
fue un secreto. Yo lo sabía. Stallman lo sabía. Ustedes lo sabían. Ya no es un
secreto, no más. Todo el mundo lo sabe ahora. Es claro por lo que estamos
luchando. Hay días en los cuales nosotros preferimos no decirlo en voz alta.
Estamos comprometidos en negociaciones, silencio, por favor. Hoy somos
respetables. Usamos trajes. Pero no hemos olvidado lo que queríamos hacer.
Queríamos producir libertad y lo estamos haciendo.
Esto nos pone -afortunadamente en mi caso, espero también lo sea en el suyo-
en contienda con el poder. Una parte de ese poder es el poder del monopolio.
Es el señor Gates y sus miles de millones. Una parte es la contienda contra el
hábito. Es bastante problemático lograr que la gente cambie el procesador de
textos que usa. [ Aplausos ] Una parte de esta contienda es sobre los
principios: ¿es libre cuando se trata de "libertad para", o es libre cuando es
"libertad de"? ¿Qué palabras deberíamos usar? Luchamos unos contra otros, como
el movimiento de la libertad de pensamiento siempre lo ha hecho. Estamos
divididos internamente acerca de la fraseología. Cantamos versiones
ligeramente diferentes de la misma canción en música un tanto diferente. Y es
disonante y esto nos golpea. La contienda es buena. La lucha por la libertad
del pensamiento es una lucha. Tiene, lamento decirlo, incluso bajas. Pero la
buena noticia para nosotros es que no habrá guillotinas, no habrá sangre en
las calles, no habrá comuna, y no habrá supresión de la comuna. Porque
liberados de la carga de hipótesis utópicas, liberados de la necesidad de
soñar lo que nunca ha sido, somos capaces de continuar nuestra lucha sin
tregua y despiadadamente sobre la base de lo que ya existe hoy y es lo que
nosotros con nuestras propias manos podemos lograr mañana: prueba de concepto
sumada a código funcionando es igual a revolución.
La sociedad de redes, es aquella que ha restaurado nuestro sentido de contacto
primario, sin intermediación, no a través del señor Murdock, no por medio del
Sr Gates, sino directamente el uno con el otro. Por chat, por e-mail,
intercambio de vídeo, por el uso compartido de archivos, estamos conectados
con nosotros mismos. Esa sociedad de redes recapitula las contiendas entre las
clases, comunidades y grupos, tradicionales en toda la sociedad. Sin embargo,
recapitula estas contiendas de una nueva manera, precisamente porque se nos
permite compartir. Nosotros no estamos luchando por la primacía en el mercado.
No estamos luchando acerca de qué clase poseerá los medios de producción.
Sabemos dónde están los medios de producción: están dentro de nuestras
cabezas. Estamos luchando por ser nosotros mismos. No necesitamos robarle nada
a nadie. Habrá perdedores. Los perdedores son aquellos que han propuesto
apropiarse de lo que hemos hecho pero no estamos obligados a hacer más que
para existir como creadores y para compartir nuestros trabajos.
En diciembre de 1989, cuando algunos eventos muy positivos sucedieron en
Praga, me metí en el subterráneo de la ciudad de Nueva York y me encontré con
un hombre allí abajo que toca el violín por dinero en el metro como su lugar
habitual. Y en la parte trasera del estuche del violín, donde él recolectaba
las monedas había puesto una fotografía de Václav Havel y debajo había
escrito: "Los Artistas gobernarán". Eso es lo que somos nosotros, y él tiene
razón. Es una lucha; tiene ganadores y perdedores; es una revolución de
terciopelo, es el cumplimiento de grandes esperanzas y de los sueños más
profundos, y somos afortunados por llevarlos a buen término esta vez.
La red nos lo hace posible. Lo que hemos hecho es el lugar en el cual
construimos. Pero debemos mantenerlo seguro. Necesitamos cuatro cosas:
Software Libre, Hardware Libre, Cultura Libre, y Espectro Libre. Con estas
cuatro cosas me refiero a que hay que establecer los pilares de la revolución
que hemos realizado, tanto como aquellas cosas que debemos construir más
adelante.
El Software Libre apenas necesita de alguna definición. Significa crear
tecnología que cualquier persona puede modificar, todo el mundo puede mejorar,
y todo el mundo puede compartir. Lo hemos hecho.
El Hardware Libre es esencialmente un llanto conservador. Significa: mantener
la ocupación militar de la red. Mantener al hardware obedeciendo a Mr. Eisner
en lugar de a la persona que lo compró. Asegurarse de que el hardware responde
a la gente al cual le pertenece, no a la gente que envía cadenas de bits a
través del mismo. La guerra por el hardware libre será brusca, corta e
inevitablemente exitosa, pero tenemos que pelear por eso. Hay fuerzas en
nuestras sociedades que creen que sólo si cada dispositivo electrónico se
encuentra bajo su control su modelo de negocios es seguro. Están en lo
correcto. [ Aplausos ] Dejando los dispositivos en sus manos, ellos reharían
la red en aquel molde para proteger sus negocios. Pero no dejaremos que ellos
posean los dispositivos. Tenemos los dispositivos y nos pertenecen. Entonces,
nuestro objetivo es conservar la propiedad de la red, que está hecha por cosas
que hemos comprado, hemos instalado, que nosotros poseemos, y que responden a
nuestros requerimientos, no a las exigencias de algún tercero que tiene una
película temporariamente moviéndose entre ellos.
Vamos a ganar esa lucha y vamos a tener poco que mostrar acerca de ello, más
allá de lo que ya tenemos. Sin embargo tenemos que hacerlo.
La Cultura Libre, para mi querido colega, el profesor Lessig, el cual ha hecho
de la frase una marca registrada, le debo un análisis tan profundo y tan
completo que hay poco más que decir. Debemos tener la capacidad de practicar
nuestras diversas artes en colaboración desde lo que ya hemos hecho mediante
la adición de imaginación sin impuestos a lo que ya existe [2]. Esta es una
promesa de una aceleración de la educación en todo el mundo. Miles de millones
de mentes hambrientas de conocimiento y belleza, a las cuales ahora todo puede
ser dado. En un mundo donde todo es una cadena de bits, donde el costo
marginal de la cultura es igual a cero, donde una vez que una persona tiene
algo, todo se puede dar a todo el mundo bajo el mismo costo en que se le dio a
su primer poseedor, es inmoral excluir a las personas del conocimiento y de la
belleza. Ese es el gran problema moral que el siglo XX ha legado al siglo XXI.
Podemos erradicar la ignorancia, a expensas de unos pocos. Tenemos que
hacerlo. No podemos permitir la inanición voluntaria de la mayoría de las
mentes del planeta. Tenemos un deber; tenemos una alegría; le estamos dando a
nuestros colegas, la raza humana, todo lo que sabemos y todo lo que amamos; no
hay mayor placer que la entrega de lo que amamos a las personas con quienes
queremos compartirlo, además, no existe una obligación moral más profunda.
[ Aplausos ]
Libre Hardware y Software Libre son las dos terceras partes de la plataforma
para la Cultura Libre, pero sin ancho de banda, las cajas se quedan mudas.
Tenemos que recuperar para todos la propiedad común del espectro
electromagnético. Todo sistema jurídico en su base está de acuerdo en que el
espectro es algo común, que nos pertenece a todos, y cada sistema legal niega
en la realidad práctica lo que propone como un principio. Cada sistema
continúa sosteniendo que el gobierno debe controlar cómo se utiliza el
espectro. A veces muy explícitamente con el propósito de permanecer él mismo
en el poder; a veces, en una reivindicación de alguna misión civilizadora en
la creencia de que el gobierno y sólo el gobierno puede realmente determinar
ingeniosamente quién tiene derecho de hablar a las masas con el interés de la
ampliación del conocimiento; y a veces, como en en mi sociedad, de pura
venalidad: "Nosotros, los políticos, hemos tomado sobornos de ustedes, los
dueños de los medios de comunicación, y vamos a reflejar fielmente los
intereses de nuestros amos, que nos han puesto allí." Pero cualquiera que sea
la razón, sea por venalidad o lujuria por el poder o por una equivocada
creencia en la superioridad de la sabiduría del gobierno acerca de quién
debería hablar hacia las masas, la asignación del espectro es un mal cuya hora
ha llegado.
[Aplausos]
Esto es mucho más complicado que los problemas que hemos resuelto en la
liberación de software. Más complicado que el problema al que nos enfrentamos
en mantener el hardware libre. Mucho más complicado que el problema de inducir
a chicos de 12 años de edad a compartir la música y ayudar a la cultura libre.
Pero no está más allá de nuestro poder sobre la base de lo que ya tenemos.
Tenemos que soñar sueños no utópicos para lograr el ancho de banda para todos
en igualdad de condiciones. Ya poseemos código funcionando y una prueba de
concepto: se llama WiFi. Es el intento de utilizar una pequeña, y no
particularmente una deseable parte del espectro, para modelar la posibilidad
de acceso auto-organizado, no jerárquico, descentralizado, de igual medida, al
espectro electromagnético y estamos mostrando lo que la alternativa es
realmente. Aquellos de nosotros que trabajamos en este asunto somos capaces de
mostrar a las poblaciones alrededor del globo la "factura telefónica" -poco
futuro. El lugar donde nadie paga por hablar con cualquiera, por el minuto,
por el pulso, por el impulso, nunca más.Podemos construir la malla gruesa que
nos abarca a todos nosotros y añadir a los gastos comunes de largo recorrido
de comunicaciones que vinculan porciones de esa red, y podemos ofrecer a las
personas la igualdad de comunicación. El señor Murdock se sentirá
decepcionado. A Deutsche Telekom se le romperá el corazón. Pobrecita.
Porque lo que está en juego es precisamente ese momento en el que hacemos que
el aprendizaje sea algo abierto. Al igual que el reconocimiento de que la
propia ciencia sólo puede basarse en la impresión que está al alcance de cada
científico. De la misma manera que la ciencia occidental dependía en el siglo
XVI del movimiento por la libertad de pensamiento -qué proposición más noble
podríamos tener para nuestro movimiento que las simples palabras "epursi
muove" ("and yet it does move", "y sin embargo se mueve") con las que Galileo
se refirió a la relación intrínseca entre la libertad de pensamiento y el
progreso científico – de la misma manera que la revolución científica en
occidente primero dependía del libre intercambio de información, ahora es lo
mismo. En la próxima generación vamos a enfrentar una vez más el
reconocimiento de que sin un movimiento que propugne la libertad de
pensamiento, la ciencia está atada a la propiedad (a la apropiación privada).
¿Acaso alguien que esté estudiando la industria farmacéutica actual o la
próxima revolución genética duda de mí? Sin el libre intercambio de ideas, la
ciencia es el siervo de la desigualdad. Y es la ciencia, la capacidad de
saber, la capacidad de enseñar, la oportunidad de aprender todo lo que
cualquier mente humana puede razonar: es la ciencia que aún se encuentra en la
raíz del desarrollo de nuestras sociedades.
Entonces, el movimiento por el espectro libre, así como el movimiento por la
impresión sin licencia, es un movimiento para situar bajo la ciencia el poder
de todas las disponibles mentes humanas. Al igual que la guerra contra la
censura en Europa occidental, la guerra por el espectro libre es una guerra
por la libertad de ideas en su sentido más valioso: las ideas que cambian la
sociedad y prolongan la vida, que hacen mejor la existencia humana. Hemos
crecido tan acostumbrados a la idea de que el poder de comunicarse con otros
es algo que tenemos que comprarle a alguien, que estamos en peligro de olvidar
lo mucho que descansa sobre la larga historia de los seres humanos inherente a
la virtud de la comunicación no impedida.
Por lo tanto, a través de estas cosas, software libre, hardware libre, cultura
libre y espectro libre, podemos construir una sociedad de justicia, de
igualdad, de libertad. No bajo la creencia de que si forzamos de alguna manera
a los aristócratas, más tarde la sociedad se convertirá en algo perfecto; no
por la convicción de que hay cierta clase que debe ser liquidada y, a
continuación, nos imaginamos que los seres humanos pueden cambiar; no es un
sueño acerca de la nada, sino un intento para mover lo que tenemos dentro de
nuestros apartamentos, dentro de nuestros lugares de trabajo, dentro de
nuestras escuelas, afuera en el mundo donde puede comenzar a completar su
perfectamente legítimo, necesario, inevitable trabajo de liberación.
Hemos convertido la libertad de ideas en un instrumento de cambio social. Nos
hemos convertido en lo que todos nuestros antepasados han soñado con
convertirse. Personas que pueden tomar lo existente y convertirlo en el método
de liberación. [3]
Lo hemos estado cantando por un millar de años:
Die Gedanken sind frei / Los Pensamientos son libres
My thoughts freely flower / Mis pensamientos libremente florecen
I think as I please / Pienso como me place
And this gives me power / Y eso me da poder
No scholar can map them / Ningún estudioso puede mapearlos
No hunter can trap them / Ningún cazador puede atraparlos
No man can deny / Ningún hombre puede negarlo
Die Gedanken sind frei / Los Pensamientos son libres
En una red que circunda el globo, construida en base a libertad y sin
responder a ningún amo, la humanidad al final podrá ser capaz de oír su propio
pensar. Para esto es que hemos soñado; esto es por lo cual lo hemos
construido; esto es lo que hemos diseñado; esto es lo que hemos codificado;
esto es lo que hemos licenciado; esto es lo que está ahí afuera ya en uso.
Vivimos entre las herramientas de nuestro propio sueño, y este rico, brillante
momento es el momento en que las tomamos y las convertimos deliberadamente en
la lucha por la libertad, la cual hemos esperado durante mucho tiempo que
prevaleciera. Este es otro gran momento en la larga la historia de la búsqueda
por la liberación y la diferencia es que esta vez ganamos. Libertad, ahora!
Muchas gracias.
[Aplausos]
(Nota: quizá traduzca al castellano la sección de preguntas y objeciones del
público en otro momento, se agradece cualquier colaboración al respecto, o
sobre correcciones de la actual traducción.)
*
Eben Moglen es profesor en leyes en la Columbia University Law School. Ha
servido sin fines de lucro como General Counsel de la Free Software Foundation
desde 1993. Es el fundador del Software Freedom Law Center,
softwarefreedom.org . Puedes leer más escritos de su autoría en
moglen.law.columbia.edu
(C) Eben Moglen
Verbatim copying and distribution of this entire article is permitted in any
medium, provided this notice is preserved.
Notas sobre la traducción:
[1]
Eben Moglen nos explica, a pedido, esta antigua frase:
John Ball was speaking the vernacular English of the 14th century, which isn’t
our English, so a modern speaker would have trouble answering your questions.
"Delved" means "dug," as in the ground, thus it really means "farmed," or
"tilled the soil."
"Span," here, is an old past tense of to spin, which would be "spun"
in modern English. So the literal sense is "When Adam farmed and Eve
spun wool, who was then the gentleman?" and its meaning is "When God
made us, he didn’t make some of us aristocrats and others working
people."
[2]
"We must have the ability to make our various arts collaboratively out of what
we have already done by adding imagination untaxed to what already is."
Le pregunto a Moglen:
untaxed=gratis?
I mean: untaxed= not to pay for something?
Moglen:
Yes, and specifically not to pay for something demanded from us by a
party in power or pretending to be in power. I think "impuestos" is the
best choice, as you put it.
[3]
People who can take what is and make it the method of liberation.
DE: http://www.mastermagazine.info/articulo/13220.php
--
MGG
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libre:
http://yacy.dyndns.org:8000/
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