[Solar-general] [OT] Desde lo profundo del campo

Marcos Guglielmetti marcospcmusica en gmail.com
Jue Mar 27 00:50:07 CET 2008


NOTA: recibí esto, lo leí por encima, pero como tiene otra visión
distinta a la que se ve normalmente, me pareció interesante
divulgarlo.... disculpen las posibles molestias.


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From: Agite Después de Usar <agite en riseup.net>
Date: 25-mar-2008 22:23
Subject: [agite] Desde lo profundo del campo
To: agite en lists.riseup.net

A PROPÓSITO DEL PARO AGROPECUARIO

/// La negación del campo profundo y la ciudad marginada

Los piquetes del desconcierto hablan de campesinos de 4x4, pequeños
productores de 300 hectáreas de soja y de un campo que no es campo.

Los cortes de ruta diseminados por toda la geografía provincial de la
última semana, donde grandes máquinas y algunos hombres intentan poner a
consideración pública una supuesta situación de injusticia ante las
medidas tomadas desde el gobierno nacional, dan cuenta de la hipocresía
profesada a la hora de hablar del campo, de nuestro campo.

Las organizaciones ruralistas (FAA, CRA, CARTEZ, SRA) de Córdoba se paran
desde una posición de representación del sector rural hasta con la
intención de llegar a un juego maniqueo en la dualidad campo-ciudad. Ellos
hablan de un campo de trabajo, de esfuerzo, de productividad, de alimento,
que vendría a sustentar el consumismo urbano centrado en el usufructo de
los servicios y del confort. Ahora bien, en ese análisis, que es
precismamente el que ha generado la discusión en los medios de
comunicación, se está negando la verdadera y profunda realidad de la
situación actual: la del campo profundo y, si se quiere, de la ciudad
marginada.

Mientras estas organizaciones reclaman no más que el dinero que les
pemitiría continuar con la renovación de los modelos de sus camionetas año
tras año y seguir sumando propiedades inmobiliarias en la Ciudad, el campo
profundo y la ciudad marginada se debaten su supervivencia.

/// El campo profundo

Las organizaciones campesinas de la provincia de Córdoba nucleadas en el
Movimiento Campesino, venimos reclamando desde hace ya más de ocho años
medidas políticas profundas que impidan de una vez y para siempre la
extinción del campo. Y aquí hablar de campo es hablar de vida rural, no de
negociados rurales.

Empezando por la problemática de la tenencia de la tierra, que
precisamente no se solcuiona con medidas económicas de retenciones o de
recurso para la compra o la venta, sino con el reconocimiento ancestral de
la tenencia de la tierra en manos de quien la trabaja. Cuando hablamos de
un campesino que comienza su jornada antes que el sol para mantener su
producción de alimentos que después de injustas intermediaciones termina
en el plato del habitante confortable de la ciudad o del sojero, que
precismente no consume milanesas de soja, o incluso del marginado de la
ciudad, hablamos de otra economía, de otra vida que hasta el día de hoy,
solo se ha dignado a luchar para sobrevivir.

Nuestra historia como Movimiento ya vivió piquetes, ya vivió reclamos
variados, ya vivió movilizaciones y las seguirá viviendo porque las
injusticias a las que estamos sometidos no se solucionan con un paro ni
con miles. La posibilidad de que cada familia parada sobre esta tierra
pueda acceder a situaciones de igualdad, en armonía con otras familias y
con el ambiente del cual somos un elemento más, nos habla de un largo
camino a recorrer, que en su debido momento puede optar por los mismos
métodos de quienes hoy reclaman engordar aún más sus bolsillos.

El campo profundo, nuestro campo profundo, no el de los que hoy están bajo
un toldo mientras sus grandes maquinarias atraviesan el asfalto, ha
demostrado que a pesar de las nefastas condiciones estructurales de
producción y comercialización, tiene capacidad para abastecer a la
provincia de los cabritos de fin de año, de los terneros que se engordan
en los feed lots propiedad de los piqueteros oligarcas, de la miel
orgánica que corrió la soja de la pampa y tantas otras cosas más. También
ha demostrado que a pesar de poder movilizarse cada tanto, no abandonará
la lucha hasta lograr repoblar el campo en pos de una sociedad más justa,
repoblar ese campo que los sojeros convirtieron en desierto con el amparo
del sistema económico que rige en nuestro país desde hace tanto tiempo.

El campo profundo reclama tierra. Reclama que esa tierra que es nuestra,
sea reconocida por quienes tienen el poder, precisamente como nuestra,
como en La Rinconada, La Envidia, Cañada Larga y El Medanito, por citar
algunos casos.

El campo profundo reclama que no se destruya más nuestro medio ambiente.
Reclama ese medio ambiente donde desarrollamos nuestra vida y que
permitirá que nuestros hijos, los hijos de la ciudad y los hijos de los
sojeros puedan seguir viviendo.

El campo profundo reclama agua. Reclama esa agua que es nuestra y no
tenemos, para poder producir, para que esa agua no se transforme en el
petróleo del futuro en manos de Roggio y Suez.

/// La ciudad marginada

¿Qué se dice de la ciudad marginada por estos días? ¿Por qué no se dice
que los piqueteros fashion son responsables de haber depositado miles de
campesinos en los bolsones de la pobreza urbana? ¿Por qué no se dice que
el sistema judicial actual actúa en sintonía?

Sin duda, no hay políticas para frenar el éxodo hacia las ciudades. Y eso
no depende de las retenciones. Que el campo se muera no depende del
aumento o la disminución de las retenciones. Depende de un modelo de
provincia y de país. La FAA no dice por estos días que sus afiliados, con
la complicidad del sistema político y jurídico de la provincia, desaloja
campesinos en los departamentos del norte, como en el caso de Doña Ramona
Bustamante. Campesinos que indefectiblemante terminarán sobreviviendo en
la ciudad marginada, a base de bolsones y planes sociales que se pagan con
las retenciones.

La ciudad marginada también esta compuesta por miles de trabajadores
rurales que, sojización mediante, quedaron desempleados. ¿De qué economía
regional habla la Sociedad Rural de Jesús María? Allí en esa ciudad,
imperio ideológico de la expansión de la frontera agropecuaria en el norte
del país, desaparecieron los pequeños productores y no precisamente por
obra de las retenciones, sino por obra de sus propio plan corporativo de
concentración de la tierra. No olvidemos que esa Sociedad aplaudía con
furia el plan económico de Videla y Martínez de Hoz. En esa misma ciudad
hoy, muchas familias están en pie de guerra por ver a sus hijos
intoxicarse todas las semanas con los agrotóxicos que los sojeros lanzan
sobre sus vecinos, y hasta sobre sí mismos, en un claro ejemplo de
barbarie.

En resumidas cuentas, si la ciudad marginada tuviera que reclamar por la
utilización del dinero que hoy hay en el país las rutas se cortarían los
365 días del año y en vez de cosechadoras, en el asfalto habría bicicletas
como en el 2001.

/// El principio de la negación

En definitiva las sociedades ruralistas pretenden llevar este juego de
reclamos y discursos a un duelo entre el gobierno y ellos, intentando
poner al "común de la gente" de su lado y con esa intención niegan la
existencia del verdero reclamo que debe emerger desde la sociedad.

En ese juego la FAA se atribuye la representación de los pequeños
productores. Entonces, si un productor de 300 hectareas de soja es
pequeño, ¿qué tipo de productor es aquel que tiene 30 cabras o un
sembradío colectivo de ajos y cebolla? Es más, ese mismo eje de análisis
nos lleva cometer errores conceptuales que también son el sustento
discursivo de este paro. Los pequeños productores de la FAA no producen
alimentos en beneficio del pueblo, producen forrajes para la especulación
en el mercado externo. Nuestro campo negado en este paro no piensa en el
comercio exterior, por eso está lejos de discutir retenciones. Si la
patriada ruralista fuera tal no tendría problemas con las retenciones
porque produciría para nuestro mercado interno; mercado interno que hoy se
caracteriza por las góndolas vacías y los tomates a 10 pesos el kilo.

De igual manera, cómo se entiende que la FAA que se atribuye la
representación del pequeño productor y se sitúa en el rol de la víctima
más víctima de este cruel gobierno, genera alianzas largamente sostenidas
en el tiempo con la oligarquía terratiente de la Sociedad Rural. A ver,
despacio... alguién que se insinúa rebelde y contestario, que hasta nos
habla de reforma agraria, se sienta hoy a planificar piquetes con la
oligarquia golpista...

Al margen de este y de todos los paros y acciones que realice la alianza
sojera, que por un lado despotrica contra el gobierno y por el otro le
pide planes, programas y cargos, es necesario que se replantee una
discusión más profunda sobre el campo y las ciudades. Y justamente, que en
esa discusión lo negado y lo marginado, también sean de la partida.

Norte y Noroeste de Córdoba, 20 de marzo de 2008

Movimiento Campesino de Córdoba

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Agite Después de Usar
http://agite.ourproject.org



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