[Solar-general] el ministerio de cultura y educación de Misiones reprodujo el artículo "Los Pensamientos son libres" :D

Marcos Guglielmetti marcospcmusica en gmail.com
Mar Jul 29 03:45:41 CEST 2008


(Che: muy bueno el sitio, ya que estamos)

http://alternativaslibres.mcye.misiones.gov.ar/content/view/37/2/



 "Die Gedanken Sind Frei", "Los Pensamientos son Libres"  	 
   	  
El movimiento del software libre es un aspecto de la larga lucha a 
través de los siglos por la libertad de expresión y la libertad de 
ideas.  Al igual que otros aspectos de esta lucha histórica, está 
unido al movimiento relativo a la redistribución social y económica. 
En esta charla considero el Movimiento del Software Libre en su 
contexto histórico, y presento mi visión de las cuestiones que 
actualmente nos enfrentan en relación con la mayor parte de la 
historia de nuestra lucha.
 
Fuente: www.mastermagazine.info
Versión en inglés 1.0, 2005-06-14, por Marcus Brinkmann, 
marcus en gnu.org.Esta dirección de correo está protegida contra los 
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Gracias a Neal Walfield por la verificación, todos los errores que 
restan son propios. El audio y video desde el cual fue realizada la 
transcripción se encuentra en wizards-of-os.org/index.php?id=791, 
licenciado bajo Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 
License Germany. Mi propia contribución a esta transcripción quedará 
colocada en el dominio público.

Versión traducida 1.0, 2008-07-22, por Marcos Guglielmetti, 
marcos en musix.org.ar.Esta dirección de correo está protegida contra 
los robots de spam y necesitas tener Javascript activado para poder 
verla Por ahora se incluye toda la disertación, salvo la sección de 
preguntas de los asistentes. Gracias a Sebastian Bassi, Pablo Rizzo y 
Eben Moglen por las aclaraciones.

"Die Gedanken Sind Frei" ("Los pensamientos son libres"): Software 
Libre y la Lucha por el Libre Pensamiento.
Wizards of OS 3, Conferencia de apertura

Eben Moglen *

10 de junio de 2004

Volker Grassmuck: Es un gran placer presentar el primer orador, quien 
les dará el discurso principal de apertura, es Eben Moglen, profesor 
de Derecho e Historia del derecho en la Escuela de Leyes de Columbia. 
Además es miembro de la Junta Directiva de la Fundación para el 
Software Libre, Asesor General de esta fundación desde hace mucho 
tiempo; es muy activo en la aplicación de la Licencia Pública General 
(GPL) de GNU y en hacer que siga siendo una maravillosa herramienta.

Por favor, démosle la bienvenida a Eben Moglen.

[Aplausos]

Eben Moglen: Gracias.

Gracias a Volker y a todos sus colegas por hacer posible este evento 
para todos nosotros. [Volker Grassmuck pasa Eben Moglen un vaso de 
agua.] Ah, está bueno, gracias. Es perfecto.

Die Gedanken sind frei (Los Pensamientos son libres): es una frase muy 
antigua del siglo XII, se puede encontrar en una canción de Minne en 
el siglo XIII. A principios del siglo XIX de nuevo se convirtió en 
una canción popular, que muchos de ustedes han escuchado y algunos de 
nosotros hemos cantado. Como reflejo de un cierto momento en la 
historia de occidente de la tercera sinfonía de Beethoven, de la cual 
es contemporánea.

La frase viaja a través de la tradición histórica europea como parte 
de una lucha en la que también estamos implicados. La lucha por la 
libertad de pensamiento es tan antigua como la política europea y la 
base de lo que todos somos hoy en día. Existe en relación con una 
lucha de larga data contra las diversas formas de control de 
pensamiento, cada una característica del contexto político y 
económico del momento en el que triunfó temporalmente.  Ya se trate 
del control de la educación y la publicación por la iglesia católica 
universal, del control de la impresión y la censura en el aprendizaje 
por el poder estatal o del control del conocimiento y la cultura por 
parte de los propietarios, motivada de forma capitalista e 
ideológicamente inclinada, hemos venido luchando contra el poder y 
por la libertad de pensamiento durante un milenio.

La lucha por la libertad de pensamiento, que es universalmente 
admirada, aunque no siempre es apoyada efectivamente, va en conjunto 
con la mucho menos universalmente admirada lucha por la justicia 
económica y la igualdad de las personas. "Die Gedanken sind frei:" 
(Los pensamientos son libres) ¿Cuál es su pequeña frase contemporánea 
o verso?  Bueno, me gustaría proponer una: "When Adam delved and Eve 
span, who was then the gentleman?" ("¿Cuando Adán cultivó la tierra y 
Eva hizo girar la lana, quién era entonces el señor?") [1], la frase 
es atribuida a John Ball, el líder de la revuelta de los campesinos 
en Inglaterra en 1381.

Hemos asociado la lucha por la igualdad humana con la lucha por la 
libertad del conocimiento y la hemos asociado con razón: se 
pertenecen la una a la otra. Debido al reconocimiento de la 
posibilidad de los individuos, de permitir a cada uno ser lo que ella 
y él pueden ser, (esta lucha) descansa en sí misma en la 
disponibilidad de conocimiento; la perpetuación de la ignorancia es 
el comienzo de la esclavitud. Por lo tanto, somos parte entonces de 
dos luchas, nos guste o no. Una lucha por la libertad de pensamiento 
y una lucha por la justicia para las personas. Que la privatización 
de la cultura (cultura propietaria), la mercantilización del 
aprendizaje, representa un peligro para un movimiento por la igualdad 
y la justicia económica es evidente para todos. Esto es, como Thomas 
Krueger acaba de señalar, en mi opinión, muy elocuente, una parte 
inherente del problema de la globalización, en cuyo lado soleado 
estamos parados. De otra forma, la globalización significa el 
empobrecimiento de los trabajadores a través de la competencia 
despiadada entre los sectores ricos y pobres de la humanidad. Una 
lucha conducida para el beneficio de los accionistas, es decir para 
pocos, a través de las limitaciones del conocimiento disponible para 
las mayorías. En consecuencia, nos encontramos en el siglo XXI no 
como inventores de algo nuevo, sino como la última generación 
peleando por ideales que son muy antiguos.

Lo que nos diferencia de aquellos que han luchado en el pasado, tal 
como Volker lo ha señalado, es un cambio desde el utopismo hacia la 
práctica. Desde el momento en que ese movimiento por la libertad de 
pensamiento e igualdad económica -o al menos política-, comenzó a 
cobrar impulso en la mitad del siglo XVIII, aquellos luchadores por 
la libertad fueron condenados al utopismo. Los ideales de las 
revoluciones americana y francesa que trajeron lo que era la libertad 
de pensamiento y la igualdad de las personas así como están en el 
final del siglo XVIII, necesariamente descansaron en esperanzas, en 
sueños y en las creencias acerca de lo que podría ser posible en 
condiciones de transformación tumultuosas y sin precedentes.

La constitución de los Estados Unidos, como uno de sus más grandes 
intérpretes ha señalado, es un experimento. Para Justice Holmes y 
para todos aquellos abogados y jueces que por más de 200 años 
lucharon para convertir aquel experimento en realidad práctica, mucho 
queda por hacer. Pero también debemos reconocer, tal como las 
fotografías de Irak han demostrado este año,  que esto sigue siendo 
en gran medida un sueño político sujeto a la interrupción de los que 
operan desde el control del poder.

El utopismo posee también el pesado inconveniente de que la lucha por 
perfeccionar el mundo nunca antes experimentado a menudo se vuelve 
violenta mientras los sueños confrontan realidades inesperadas y el 
soñador no tiene más remedio que repartir golpes a diestro y 
siniestro contra la tiranía de los hechos. Y así la lucha por la 
libertad de pensamiento y la lucha por la igualdad económica ha sido 
limitada sustancialmente en las generaciones anteriores por la 
inevitable dependencia de un sueño de un futuro perfecto nunca antes 
experimentado. Y no es insignificante que en todas las lenguas 
europeas la frase -la palabra- usada para designar esa 
perfección, "Utopía", significa "la nada".  Porque es, después de 
todo, una lucha para lograr lo que nunca se ha logrado. Una lucha por 
lograr condiciones que permitan a los seres humanos ser lo que nunca 
han sido: el hombre nuevo socialista, el perfecto ciudadano de la 
república perfecta.  Aquellos eran nobles sueños, y la lucha por 
alcanzarlos, aun en el peor de los casos, tiene una nobleza a la que 
aspiramos. Pero tenemos suerte, porque el nuestro es un movimiento 
construido no en sueños sino en realidades. La nuestra es una 
ideología de cambio que no depende de lo que podría ser, sino de lo 
que ya es.

Revolución práctica, los amigos y colegas con quienes he estado 
trabajando durante los últimos 20 años lo han demostrado, la 
revolución práctica se basa en dos cosas: prueba de concepto y código 
funcionando.Es decir: hazlo primero y permite que las consecuencias 
de lo que se ha hecho se establezcan. La tecnología, a diferencia del 
flujo histórico hegeliano o marxista, la tecnología en sí es 
irreversible. La tecnología que tenemos es nuestra -no un sueño- nos 
pertenece: funciona, la usamos.

Tras ser puestas como las herramientas de nuestra liberación, ahora es 
nuestro privilegio usarlas para cambiar el mundo que nos rodea. Ese 
es nuestro especial rol en la larga historia de la lucha por la 
libertad de pensamiento. Las condiciones que produjeron esta inusual 
situación, una revolución basada, no en sueños acerca de lo que 
podría ser, sino en el reconocimiento de todas las implicaciones de 
lo que es: esta situación se la debemos al capitalismo industrial del 
siglo XX. Va a -deberá- quedar en la historia como algo que trabajó 
hábilmente en su propia destrucción.

Las herramientas que hemos adquirido por parte del sistema de 
propiedad industrial de la información arrojado por el siglo XX, 
estas herramientas son los instrumentos por medio de los cuales 
deshacemos la opresión y retornamos a nuestras comunidades, nuestros 
amores, nuestros amigos, nosotros mismos a la condición de liberación 
por la cual todos nosotros y nuestros antepasados han esperado tanto 
tiempo. La tecnología del siglo XX hace que nuestra liberación sea 
posible, porque la tecnología del siglo XX convierte lo sólido en 
aire digital. "Todo lo que era sólido", se dijo, "se desvanecerá." Y 
así lo hizo.

El siglo XX conoció la información como artefactos físicos, cosas, que 
cuestan dinero hacer, mover y vender. Más que en cualquier momento 
previo en la historia de los seres humanos, die Gedanken sind frei 
nicht (El Pensamiento es libre), por necesidad, porque las cosas 
tienen costo. Thomas Edison hizo posible que la música, que había 
sido durante toda la historia de los seres humanos un acto de 
comunión, una cosa inherentemente compartida, que la música se 
convirtiera en un producto, un objeto, una mercancía. Y de la 
mercantilización del arte creció la creencia de que el arte podría 
ser poseído (propietario). Lo cual tuvo sentido incluso cuando el 
arte fue metido en una fina pieza de lámina de estaño en un disco de 
plástico. Pero el arte ha vuelto a la esencia desde la cual proviene. 
Ha vuelto a ser lo que era en toda la historia de los seres humanos 
hasta Edison: se ha vuelto algo que debe ser compartido para existir.

La tecnología de fines del siglo XX revirtió las condiciones de poder 
desde las cuales había sido producida. Esta no es la primera vez que 
este sistema de producción social llamado capitalismo ha tenido ese 
efecto. Cuando escribí esa pequeña cosa llamada "El Manifiesto 
puntoComunista" ("The dotCommunist Manifesto") hace algún tiempo, lo 
estaba haciendo con el fin de demostrar que una forma de análisis 
social característica de quienes buscan la libertad en el siglo XIX 
podría merecer cierto reconocimiento en el siglo XXI. No como una 
cuestión de análisis político normativo, sino como un comentario 
sobre las realidades del hoy. La lucha de la burguesía tecnológica 
marcha cada vez más hacia un funcionamiento de tal manera en que 
socava sus propias condiciones de existencia: es una observación 
hecha por espectadores perspicaces hace ciento cuarenta años, y 
vivimos en el cumplimiento de su verdad. La propiedad ha luchado por 
reducir sus costos, para mantener los costos de hacer los productos 
básicos, con el fin de librarse a una mayor ganancia. Y al final, 
como tan astutamente fue observado en la década de 1860: "Todo lo que 
era sólido se ha desvanecido en el aire, y el aire y era algo que 
todos sabíamos que podíamos respirar libremente".

Y así nos encontramos confrontando un sistema de poder basado en las 
ideas de las relaciones de propiedad que la tecnología de los 
propietarios ya estaba haciendo obsoletas. No es posible para las 
organizaciones industriales hacer un mejor trabajo de distribución 
musical que el que puede hacer un niño de 12 años de edad. De ahí el 
mundo en el que la industria musical se enfrenta a los niños en las 
barricadas, intenta encarcelarlos, multarlos, controlarlos, y pierde. 
Lo mismo puede decirse de todas las otras formas de arte que nos dio 
el siglo XX que han sido liberadas por la misma tecnología que los 
controladores de artistas esperaron que controlaría más aún el arte. 
Esto, al igual que la adopción de la imprenta al final del siglo XV, 
constituye un momento en que los poderes de control han adoptado la 
tecnología que transforma sus condiciones de existencia, lo quieran o 
no. No lo desean, pero de todas formas les sucede. Y la tecnología 
que han liberado, al igual que la aprendiz de bruja, se encuentra 
abrumada por sus propias implicancias.

El movimiento del software libre, con el que he tenido alguna 
asociación, el movimiento del software libre es el principio del 
reconocimiento de las implicaciones de la tecnología. Un 
reconocimiento que no se basa en la idea, "yo podría escribir mejor 
software si pudiera compartirlo con otras personas," sino más bien, 
como el Sr Stallman lo dejó claro desde el principio, un 
reconocimiento político: La libertad es un bien en sí misma. Inhibir 
el compartir, prohibir a la gente enseñar lo que saben a los otros, y 
prohibir aprender lo que ellos quieran saber por sí mismos está 
mal.El movimiento del software libre no era un movimiento 
tecnológico; fue el rostro de la lucha por la libertad de pensamiento 
con un disfraz tecnológico. Tomó ventaja de la realidad tecnológica 
para lograr un control más profundo de las posibilidades políticas. Y 
hoy estamos aquí porque esas posibilidades políticas están inmersas.

Ya no hay un gobierno en la tierra que no comprenda las posibilidades 
sociales de la libertad del software como una estrategia de 
desarrollo para una economía, como una estrategia de educación para 
una población, como una reafirmación de los derechos del público de 
obtener aquello por lo que se invierte, en sus servidores públicos, a 
los que emplea para pensar y diseñar y mejorar la infraestructura de 
la vida social. No hay una empresa en la tierra en el sector de la 
tecnología que no reconozca el enorme poder constructivo de la 
creatividad desatada en las personas. Esta misma semana, una 
organización, SUN Microsystems, que ha demostrado en el pasado la 
creencia de que el un buen software puede ser hecho en secreto a 
puerta cerrada, ha decidido volver a examinar esa proposición con 
respecto a los más importantes activos de software que posee. No hay 
un negocio cultural en la tierra que no esté al tanto de la 
competencia en la cual su brazo de distribución ahora se encuentra a 
sí mismo con la libertad como con su competidora más funesta.

Alguna vez, el hecho de que esto era un movimiento político por la 
libertad fue un secreto. Yo lo sabía. Stallman lo sabía. Ustedes lo 
sabían. Ya no es un secreto, no más. Todo el mundo lo sabe ahora. Es 
claro por lo que estamos luchando. Hay días en los cuales nosotros 
preferimos no decirlo en voz alta. Estamos comprometidos en 
negociaciones, silencio, por favor. Hoy somos respetables. Usamos 
trajes. Pero no hemos olvidado lo que queríamos hacer. Queríamos 
producir libertad y lo estamos haciendo.

Esto nos pone -afortunadamente en mi caso, espero también lo sea en el 
suyo- en contienda con el poder. Una parte de ese poder es el poder 
del monopolio. Es el señor Gates y sus miles de millones. Una parte 
es la contienda contra el hábito. Es bastante problemático lograr que 
la gente cambie el procesador de textos que usa. [ Aplausos ] Una 
parte de esta contienda es sobre los principios: ¿es libre cuando se 
trata de "libertad para", o es libre cuando es "libertad de"? ¿Qué 
palabras deberíamos usar? Luchamos unos contra otros, como el 
movimiento de la libertad de pensamiento siempre lo ha hecho. Estamos 
divididos internamente acerca de la fraseología. Cantamos versiones 
ligeramente diferentes de la misma canción en música un tanto 
diferente. Y es disonante y esto nos golpea. La contienda es buena. 
La lucha por la libertad del pensamiento es una lucha. Tiene, lamento 
decirlo, incluso bajas. Pero la buena noticia para nosotros es que no 
habrá guillotinas, no habrá sangre en las calles, no habrá comuna, y 
no habrá supresión de la comuna. Porque liberados de la carga de 
hipótesis utópicas, liberados de la necesidad de soñar lo que nunca 
ha sido, somos capaces de continuar nuestra lucha sin tregua y 
despiadadamente sobre la base de lo que ya existe hoy y es lo que 
nosotros con nuestras propias manos podemos lograr mañana: prueba de 
concepto sumada a código funcionando es igual a revolución.

La sociedad de redes, es aquella que ha restaurado nuestro sentido de 
contacto primario, sin intermediación, no a través del señor Murdock, 
no por medio del Sr Gates, sino directamente el uno con el otro. Por 
chat, por e-mail, intercambio de vídeo, por el uso compartido de 
archivos, estamos conectados con nosotros mismos. Esa sociedad de 
redes recapitula las contiendas entre las clases, comunidades y 
grupos, tradicionales en toda la sociedad. Sin embargo, recapitula 
estas contiendas de una nueva manera, precisamente porque se nos 
permite compartir. Nosotros no estamos luchando por la primacía en el 
mercado. No estamos luchando acerca de qué clase poseerá los medios 
de producción. Sabemos dónde están los medios de producción: están 
dentro de nuestras cabezas. Estamos luchando por ser nosotros mismos. 
No necesitamos robarle nada a nadie. Habrá perdedores. Los perdedores 
son aquellos que han propuesto apropiarse de lo que hemos hecho pero 
no estamos obligados a hacer más que para existir como creadores y 
para compartir nuestros trabajos.

En diciembre de 1989, cuando algunos eventos muy positivos sucedieron 
en Praga, me metí en el subterráneo de la ciudad de Nueva York y me 
encontré con un hombre allí abajo que toca el violín por dinero en el 
metro como su lugar habitual. Y en la parte trasera del estuche del 
violín, donde él recolectaba las monedas había puesto una fotografía 
de Vatslav Havel y debajo había escrito: "Los Artistas gobernarán". 
Eso es lo que somos nosotros, y él tiene razón. Es una lucha; tiene 
ganadores y perdedores; es una revolución de terciopelo, es el 
cumplimiento de grandes esperanzas y de los sueños más profundos, y 
somos afortunados por llevarlos a buen término esta vez.

La red nos lo hace posible. Lo que hemos hecho es el lugar en el cual 
construimos. Pero debemos mantenerlo seguro. Necesitamos cuatro 
cosas: Software Libre, Hardware Libre, Cultura Libre, y Espectro 
Libre. Con estas cuatro cosas me refiero a que hay que establecer los 
pilares de la revolución que hemos realizado, tanto como aquellas 
cosas que debemos construir más adelante.

El Software Libre apenas necesita de alguna definición. Significa 
crear tecnología que cualquier persona puede modificar, todo el mundo 
puede mejorar, y todo el mundo puede compartir. Lo hemos hecho.

El Hardware Libre es esencialmente un llanto conservador. Significa: 
mantener la ocupación militar de la red. Mantener al hardware 
obedeciendo a Mr. Eisner en lugar de a la persona que lo compró. 
Asegurarse de que el hardware responde a la gente al cual le 
pertenece, no a la gente que envía cadenas de bits a través del 
mismo. La guerra por el hardware libre será brusca, corta e 
inevitablemente exitosa, pero tenemos que pelear por eso. Hay fuerzas 
en nuestras sociedades que creen que sólo si cada dispositivo 
electrónico se encuentra bajo su control su modelo de negocios es 
seguro. Están en lo correcto. [ Aplausos ] Dejando los dispositivos 
en sus manos, ellos reharían la red en aquel molde para proteger sus 
negocios. Pero no dejaremos que ellos posean los dispositivos. 
Tenemos los dispositivos y nos pertenecen. Entonces, nuestro objetivo 
es conservar la propiedad de la red, que está hecha por cosas que 
hemos comprado, hemos instalado, que nosotros poseemos, y que 
responden a nuestros requerimientos, no a las exigencias de algún 
tercero que tiene una película temporariamente moviéndose entre 
ellos.

Vamos a ganar esa lucha y vamos a tener poco que mostrar acerca de 
ello, más allá de lo que ya tenemos. Sin embargo tenemos que hacerlo.

La Cultura Libre, para mi querido colega, el profesor Lessig, el cual 
ha hecho de la frase una marca registrada, le debo un análisis tan 
profundo y tan completo que hay poco más que decir. Debemos tener la 
capacidad de practicar nuestras diversas artes en colaboración desde 
lo que ya hemos hecho mediante la adición de imaginación sin 
impuestos a lo que ya existe [2]. Esta es una promesa de una 
aceleración de la educación en todo el mundo. Miles de millones de 
mentes hambrientas de conocimiento y belleza, a las cuales ahora todo 
puede ser dado. En un mundo donde todo es una cadena de bits, donde 
el costo marginal de la cultura es igual a cero, donde una vez que 
una persona tiene algo, todo se puede dar a todo el mundo bajo el 
mismo costo en que se le dio a su primer poseedor, es inmoral excluir 
a las personas del conocimiento y de la belleza. Ese es el gran 
problema moral que el siglo XX ha legado al siglo XXI. Podemos 
erradicar la ignorancia, a expensas de unos pocos. Tenemos que 
hacerlo. No podemos permitir la inanición voluntaria de la mayoría de 
las mentes del planeta. Tenemos un deber; tenemos una alegría; le 
estamos dando a nuestros colegas, la raza humana, todo lo que sabemos 
y todo lo que amamos; no hay mayor placer que la entrega de lo que 
amamos a las personas con quienes queremos compartirlo, además, no 
existe una obligación moral más profunda.

[ Aplausos ]

Libre Hardware y Software Libre son las dos terceras partes de la 
plataforma para la Cultura Libre, pero sin ancho de banda, las cajas 
se quedan mudas. Tenemos que recuperar para todos la propiedad común 
del espectro electromagnético. Todo sistema jurídico en su base está 
de acuerdo en que el espectro es algo común, que nos pertenece a 
todos, y cada sistema legal niega en la realidad práctica lo que 
propone como un principio. Cada sistema continúa sosteniendo que el 
gobierno debe controlar cómo se utiliza el espectro. A veces muy 
explícitamente con el propósito de permanecer él mismo en el poder; a 
veces, en una reivindicación de alguna misión civilizadora en la 
creencia de que el gobierno y sólo el gobierno puede realmente 
determinar ingeniosamente quién tiene derecho de hablar a las masas 
con el interés de la ampliación del conocimiento; y a veces, como en 
en mi sociedad, de pura venalidad: "Nosotros, los políticos, hemos 
tomado sobornos de ustedes, los dueños de los medios de comunicación, 
y vamos a reflejar fielmente los intereses de nuestros amos, que nos 
han puesto allí." Pero cualquiera que sea la razón, sea por venalidad 
o lujuria por el poder o por una equivocada creencia en la 
superioridad de la sabiduría del gobierno acerca de quién debería 
hablar hacia las masas, la asignación del espectro es un mal cuya 
hora ha llegado.

[Aplausos]

Esto es mucho más complicado que los problemas que hemos resuelto en 
la liberación de software. Más complicado que el problema al que nos 
enfrentamos en mantener el hardware libre. Mucho más complicado que 
el problema de inducir a chicos de 12 años de edad a compartir la 
música y ayudar a la cultura libre. Pero no está más allá de nuestro 
poder sobre la base de lo que ya tenemos. Tenemos que soñar sueños no 
utópicos para lograr el ancho de banda para todos en igualdad de 
condiciones. Ya poseemos código funcionando y una prueba de concepto: 
se llama WiFi. Es el intento de utilizar una pequeña, y no 
particularmente una deseable parte del espectro, para modelar la 
posibilidad de acceso auto-organizado, no jerárquico, 
descentralizado, de igual medida, al espectro electromagnético y 
estamos mostrando lo que la alternativa es realmente. Aquellos de 
nosotros que trabajamos en este asunto somos capaces de mostrar a las 
poblaciones alrededor del globo la  "factura telefónica" -poco 
futuro. El lugar donde nadie paga por hablar con cualquiera, por el 
minuto, por el pulso, por el impulso, nunca más.Podemos construir la 
malla gruesa que nos abarca a todos nosotros y añadir a los gastos 
comunes de largo recorrido de comunicaciones que vinculan porciones 
de esa red, y podemos ofrecer a las personas la igualdad de 
comunicación. El señor Murdock se sentirá decepcionado. A Deutsche 
Telekom se le romperá el corazón. Pobrecita.

Porque lo que está en juego es precisamente ese momento en el que 
hacemos que el aprendizaje sea algo abierto. Al igual que el 
reconocimiento de que la propia ciencia sólo puede basarse en la 
impresión que está al alcance de cada científico. De la misma manera 
que la ciencia occidental dependía en el siglo XVI del movimiento por 
la libertad de pensamiento -qué proposición más noble podríamos tener 
para nuestro movimiento que las simples palabras "epursi muove" ("and 
yet it does move", "y sin embargo se mueve") con las que Galileo se 
refirió a la relación intrínseca entre la libertad de pensamiento y 
el progreso científico - de la misma manera que la revolución 
científica en occidente primero dependía del libre intercambio de 
información, ahora es lo mismo. En la próxima generación vamos a 
enfrentar una vez más el reconocimiento de que sin un movimiento que 
propugne la libertad de pensamiento, la ciencia está atada a la 
propiedad (a la apropiación privada). ¿Acaso alguien que esté 
estudiando la industria farmacéutica actual o la próxima revolución 
genética duda de mí? Sin el libre intercambio de ideas, la ciencia es 
el siervo de la desigualdad. Y es la ciencia, la capacidad de saber, 
la capacidad de enseñar, la oportunidad de aprender todo lo que 
cualquier mente humana puede razonar: es la ciencia que aún se 
encuentra en la raíz del desarrollo de nuestras sociedades.

Entonces, el movimiento por el espectro libre, así como el movimiento 
por la impresión sin licencia, es un movimiento para situar bajo la 
ciencia el poder de todas las disponibles mentes humanas. Al igual 
que la guerra contra la censura en Europa occidental, la guerra por 
el espectro libre es una guerra por la libertad de ideas en su 
sentido más valioso: las ideas que cambian la sociedad y prolongan la 
vida, que hacen mejor la existencia humana. Hemos crecido tan 
acostumbrados a la idea de que el poder de comunicarse con otros es 
algo que tenemos que comprarle a alguien, que estamos en peligro de 
olvidar lo mucho que descansa sobre la larga historia de los seres 
humanos inherente a la virtud de la comunicación no impedida.

Por lo tanto, a través de estas cosas, software libre, hardware libre, 
cultura libre y espectro libre, podemos construir una sociedad de 
justicia, de igualdad, de libertad. No bajo la creencia de que si 
forzamos de alguna manera a los aristócratas, más tarde la sociedad 
se convertirá en algo perfecto; no por la convicción de que hay 
cierta clase que debe ser liquidada y, a continuación, nos imaginamos 
que los seres humanos pueden cambiar; no es un sueño acerca de la 
nada, sino un intento para mover lo que tenemos dentro de nuestros 
apartamentos, dentro de nuestros lugares de trabajo, dentro de 
nuestras escuelas, afuera en el mundo donde puede comenzar a 
completar su perfectamente legítimo, necesario, inevitable trabajo de 
liberación.

Hemos convertido la libertad de ideas en un instrumento de cambio 
social. Nos hemos convertido en lo que todos nuestros antepasados han 
soñado con convertirse. Personas que pueden tomar lo existente y 
convertirlo en el método de liberación. [3]

Lo hemos estado cantando por un millar de años:

    Die Gedanken sind frei / Los Pensamientos son libres
    My thoughts freely flower / Mis pensamientos libremente florecen
    I think as I please / Pienso como me place
    And this gives me power / Y eso me da poder
    No scholar can map them / Ningún estudioso puede mapearlos
    No hunter can trap them / Ningún cazador puede atraparlos
    No man can deny / Ningún hombre puede negarlo
    Die Gedanken sind frei / Los Pensamientos son libres

En una red que circunda el globo, construida en base a libertad y sin 
responder a ningún amo, la humanidad al final podrá ser capaz de oír 
su propio pensar. Para esto es que hemos soñado; esto es por lo cual 
lo hemos construido; esto es lo que hemos diseñado; esto es lo que 
hemos codificado; esto es lo que hemos licenciado; esto es lo que 
está ahí afuera ya en uso.

Vivimos entre las herramientas de nuestro propio sueño, y este rico, 
brillante momento es el momento en que las tomamos y las convertimos 
deliberadamente en la lucha por la libertad, la cual hemos esperado 
durante mucho tiempo que prevaleciera. Este es otro gran momento en 
la larga la historia de la búsqueda por la liberación y la diferencia 
es que esta vez ganamos. Libertad, ahora!

Muchas gracias.

[Aplausos]

(Nota: quizá traduzca al castellano la sección de preguntas y 
objeciones del público en otro momento, se agradece cualquier 
colaboración al respecto, o sobre correcciones de la actual 
traducción.)

*
    Eben Moglen es profesor en leyes en la Columbia University Law 
School. Ha servido sin fines de lucro como General Counsel de la Free 
Software Foundation desde 1993. Es el fundador del Software Freedom 
Law Center, softwarefreedom.org . Puedes leer más escritos de su 
autoría en moglen.law.columbia.edu


(C) Eben Moglen
Verbatim copying and distribution of this entire article is permitted 
in any medium, provided this notice is preserved.


Notas sobre la traducción:


[1]

Eben Moglen nos explica, a pedido, esta antigua frase:

John Ball was speaking the vernacular English of the 14th century, 
which isn't our English, so a modern speaker would have trouble 
answering your questions. "Delved" means "dug," as in the ground, 
thus it really means "farmed," or "tilled the soil."
"Span," here, is an old past tense of to spin, which would be "spun"
in modern English.  So the literal sense is "When Adam farmed and Eve
spun wool, who was then the gentleman?" and its meaning is "When God
made us, he didn't make some of us aristocrats and others working
people."


[2]

"We must have the ability to make our various arts collaboratively out 
of what we have already done by adding imagination untaxed to what 
already is."

Le pregunto a Moglen:

  untaxed=gratis?
 
  I mean: untaxed= not to pay for something?

Moglen:

Yes, and specifically not to pay for something demanded from us by a 
party in power or pretending to be in power.  I think "impuestos" is 
the best choice, as you put it.


[3]

 People who can take what is and make it the method of liberation. 



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