Re: [Solar-general] Para que el Software Libre sea tal, tenemos que romper con las relacion es de explotación

Marcelo Arguello marcelo.arguello en gmail.com
Jue Ago 17 01:37:41 CEST 2006


clap, clap, clap.

El día 16/08/06, Diego Saravia <dsa en unsa.edu.ar> escribió:
>
>
>
> http://www.rebelion.org/noticia.php?id=35779
> "Para que el Software Libre sea tal, tenemos que romper con las relaciones
> de
> explotación"
>
> Encontrarte
>
> Eduardo Samán, farmacéutico de profesión egresado de la UCV, amplio
> conocedor
> del área informática, actual Director General (E) del Servicio Autónomo
> Nacional de Normalización, Calidad, Metrología y Reglamentos Técnicos
> -SENCAMER- y Director General Titular del Servicio Autónomo de la
> Propiedad
> Intelectual -SAPI-, es un amplio conocedor de estos temas e importante
> referente a nivel nacional para el tema de la propiedad intelectual, los
> derechos de autor y las alternativas al respecto.
>
> El software libre, posición que va ganando cada vez más espacio en el
> mundo de
> las tecnologías de la información, puede ser un paso adelante en la
> construcción de un mundo más justo; pero es necesario hacer algunas
> puntualizaciones sobre el mismo para ver de qué manera, en tanto
> instrumento
> tecnológico, puede ponerse efectivamente al servicio de la construcción de
> una
> nueva sociedad más justa y solidaria.
>
> ENcontrARTE habló con él abordando diversos temas que tienen que ver con
> el
> software libre así como con las nociones de derechos de autor, propiedad
> privada y alternativas afines.
>
> ENcontrARTE: Eduardo, estamos invadidos del término "piratería" para
> referirnos a la circulación de innumerables bienes culturales como copias
> de
> programas de computación, discos de música, películas, etc. ¿Por qué
> hablar de
> piratería? ¿Qué significa ésto? ¿Es correcto plantearlo en estos términos?
>
> E. S: El término es incorrecto. Desde el punto de vista jurídico la
> "piratería" está definida como un delito de alta mar consistente en el
> asalto
> a barcos. La acción que vemos todos los días de vendedores informales que
> venden copias por la calle, en realidad son copias no autorizadas de todos
> estos productos culturales, de estas obras intelectuales. La propiedad
> intelectual tiene dos grandes ramas: el derecho de autor y la propiedad
> industrial. Esta última se ocupa de las marcas y patentes de invención. El
> derecho de autor es una legislación que regula las así llamadas obras del
> intelecto. Y esas están definidas por la ley: son obras del intelecto las
> obras literarias, las obras audiovisuales –las sonoras o cualquier tipo de
> película–, las obras plásticas y los programas de computadora, el
> software.
>
> El derecho de autor, a diferencia de la propiedad industrial, tiene
> orígenes
> históricos diferentes. La propiedad industrial se desarrolla a partir de
> la
> revolución industrial y tiene que ver con las patentes de invención. Es
> decir,
> inventos susceptibles de aplicación industrial y marcas. Por otro lado los
> derechos de autor tienen sus orígenes con la invención de la imprenta y
> están
> consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su
> Artículo
> 27. Ahí se dice que toda persona tiene derecho a integrarse a la vida
> artística y cultural, y a gozar de los avances científicos de la
> humanidad, y
> además toda persona tiene derecho a recibir una protección moral y
> material de
> su producción intelectual. Ese artículo resume el derecho de autor como un
> equilibrio entre la protección que debe recibir el autor y el beneficio
> social
> o derecho del usuario.
>
> Entendemos entonces que así como un compositor musical, por ejemplo, tiene
> derecho a recibir una remuneración por su trabajo, igualmente todos los
> usuarios tenemos derecho a disfrutar de esa obra. El equilibrio entre
> ambas
> cosas es lo que se conoce como derecho de autor. Lo que pasa es que ese
> derecho se ha convertido en sinónimo de protección del autor, y eso no es
> así.
> Por medio de ese artículo estamos hablando de derechos culturales, pero no
> de
> forma de propiedad. La misma Declaración, en su artículo 17, da el derecho
> a
> la propiedad. Pero hay que ser enfático en esto: el derecho de autor no
> significa una forma de propiedad. Sin embargo se ha convertido una cosa en
> la
> otra, se ha utilizado ese derecho para mercantilizar el proceso y
> favorecer
> los intereses mercantiles en juego. Más bien nos han hecho creer que ese
> derecho es una forma de propiedad para poder traficar con el mismo, para
> lucrar. ¿Qué significa entonces hacer una copia no autorizada, como venden
> los
> buhoneros por la calle? Ese derecho nace con el autor, en el momento de
> creación de la obra; cuando alguien escribe un libro, ahí nace su derecho
> como
> autor a diferencia de una patente de invención. Si alguien inventa un
> artefacto, el inventor, en el momento de la creación, no tiene el derecho
> de
> la patente sino que tiene que someterlo a la consideración del Estado, y
> es el
> Estado el que firma una suerte de contrato social, una concesión. Eso es
> la
> patente de invención, que le otorga al inventor un derecho monopólico para
> que
> pueda recuperar su inversión. Qué hace después el inventor con esa patente
> no
> es competencia del Estado: si alguien la explota, se hace rico con ese
> invento, o no, eso ya no es competencia del Estado. Con este contrato se
> busca
> que el inventor revele la nueva tecnología inventada, la haga pública, la
> haga
> patente. Eso significa hacer patente una cosa: hacerla evidente, ponerla
> delante de todos. El Estado le asegura que sólo el inventor podrá explotar
> comercialmente ese invento impidiéndoselo a terceros. Pero no se puede
> impedir
> que terceros reproduzcan el invento con fines de investigación o docencia.
> En
> fin, es un contrato que trata de proteger al inventor, pero también a la
> sociedad. Si, por ejemplo, el inventor no desarrolla comercialmente su
> invento
> por tres años, el Estado puede fijar su comercialización por medio de
> terceros. O puede hacer uso de esa licencia para desarrollar el invento en
> caso de fuerza mayor, por ejemplo con un medicamento ante un caso de
> epidemia
> o una emergencia sanitaria.
>
> En el caso de las patentes industriales el derecho que da el Estado es
> territorial; en el caso del derecho de autor, el derecho es de carácter
> universal. En el caso de los derechos de autor, eso rige mientras el autor
> esté vivo, y luego pasa a los herederos. En el caso de Venezuela está
> estipulado 60 años después de la muerte del autor; luego la obra entra en
> el
> dominio público, es decir que puede ser reproducida de forma libre.
> Podemos
> reproducir una obra de Arturo Michelena porque tiene más de 60 años de
> muerto.
> Ese tiempo varía de un país a otro; hay una tendencia de las corporaciones
> transnacionales de alargar ese período. Como ese derecho no lo tienen los
> autores ni los herederos sino que se han cedido a las editoriales o a las
> disqueras, ellas son las que fijan tiempos más largos. En Estados Unidos,
> por
> ejemplo, cada vez que se acercaba el vencimiento de los derechos de autor
> del
> ratón Mickey, de Walt Disney, modificaban la ley y alargaban el período.
> Ahora
> está en 90 años. Y en México está en 100 años. El autor, si lo desea,
> puede
> registrar la obra para constituir una prueba de su autoría. Como esto es
> algo
> del ámbito del derecho privado, si hay un plagio de una obra es el mismo
> autor
> el que debe presentar la denuncia. Lo primero que los tribunales van a
> pedirle
> es que demuestre la autoría; por eso es importante registrar la obra una
> vez
> producida. Aunque esa prueba puede ser también la presentación de la obra
> en
> un festival que esté documentado, o testigos. Es decir, cualquier prueba
> que
> tenga valor ante un juez.
>
> El derecho de autor impide que un libro sea copiado por alguien que no es
> el
> autor. Es lo que en Estados Unidos se llama copyright, es decir: el
> derecho a
> la copia. Existen excepciones; se pueden hacer copias parciales de un
> libro,
> por ejemplo, en las bibliotecas, cuando están destinadas a fines
> educativos. Y
> si ese libro fuera copia única y se corre el riesgo de que pudiera
> perderse,
> la biblioteca puede hacer una copia total del mismo y conservarlo en su
> acervo. En la nueva legislación europea se han eliminado esas excepciones;
> se
> pueden sacar copias a un libro en una biblioteca pública, pero hay que
> pagar
> un derecho que va a la editorial. Esos derechos casi nunca los cobra el
> autor,
> porque los mismos, para ser publicados, habitualmente los ceden a las
> casas
> editoriales. Así que ahora, en Europa, se ha vuelto prohibitivo hacer una
> fotocopia de unas páginas de un libro en una biblioteca.
>
> ENcontrARTE: Y desde el punto de vista moral, esto de las copias, de la
> mal
> llamada "piratería", que es un fenómeno no sólo venezolano sino mundial,
> ¿cómo
> lo asumimos? ¿Qué hacemos al respecto?
>
> E. S: Hay diferentes sectores involucrados: el del libro, el del disco, el
> del
> software. Lo que a veces es válido para uno no es válido para el otro. En
> el
> sector del software son las mismas empresas productoras las que
> promovieron
> las copias no autorizadas como una forma de difusión. Eso fue una forma de
> publicidad a bajo costo, que vivimos especialmente en los años 80 y 90.
> Eran
> las mismas empresas que no ejercían ningún control de las copias y dejaban
> que
> se hicieran; más bien hasta la promovían. Era toda una estrategia:
> permitían
> que se copiaran los programas, no tomaban ninguna previsión tecnológica
> para
> impedir que eso sucediera, lo cual daba que pensar; y tampoco ejercían
> ninguna
> acción legal contra quienes copiaban. Sabiendo que el grueso de la
> población
> no tenía acceso económico a pagar un software caro, programas de 500, 800,
> 1.000 dólares, y más: un programa de diseño por computadora puede llegar a
> costar hasta 5.000 dólares, ante eso dejaron que se dieran estas copias no
> autorizadas. Las empresas saben que quien circula por el centro de la
> ciudad
> de Caracas no tiene 5.000 dólares para pagar una licencia; pero sí tiene
> lo
> que vale una copia de un dólar. Si la compras, aprendes a usar ese
> programa.
> ¿Qué hicieron? En los 90 desplegaron toda una estrategia mediática. No hay
> que
> olvidarse que un tiempo atrás había copias no autorizadas hasta en
> empresas
> privadas, en bancos, en corporaciones gigantes, en empresas de
> consultoría,
> constructoras, proyectistas. Luego, a través de la Business Software
> Alliance
> –BSA–, que es una asociación civil tras la que, según se dice, está
> Microsoft,
> y está mantenida por los distintos productores de software, se desplegaron
> acciones legales para determinar que una determinada empresa estaba usando
> copias no autorizadas. De esa manera, sin que iniciaran un juicio
> propiamente
> dicho, haciendo auditorías para pescar a los infractores, llegaban a un
> acuerdo con la empresa que utilizaba estas copias obligándoles a comprar
> las
> licencias respectivas. Eso lo hicieron con un apoyo mediático fuerte, con
> mucha propaganda, y así lograron poner a derecho a las empresas más
> grandes.
> Luego quedaba el gobierno, que usaba copias no autorizadas, y que por
> supuesto
> puede pagar. Para todo ello hicieron un gran lobby a través de las
> unidades de
> informática de los distintos ministerios. Esto que cuento ahora sucedió en
> Venezuela, pero el modo de actuar fue similar en toda Latinoamérica.
> Compraron
> a todos los jefes de las unidades de informática a través de regalos,
> viajes y
> ese tipo de cosas, y así lograron regularizar a todos los gobiernos,
> haciéndoles comprar las licencias. Luego de esto quienes quedaban con
> copias
> no autorizadas eran los pequeños comerciantes y pequeñas empresas, con
> cinco o
> seis máquinas, y los usuarios que tienen software no autorizado en sus
> casas.
> En Colombia, por ejemplo, llegaron a sacar una ley que transforma el uso
> de
> software pirata en un delito fiscal, con lo que el mismo Estado tenía que
> perseguir de oficio a quienes usaban copias no autorizadas. Es decir que
> se
> convirtió un derecho de acción privada en un derecho de acción pública. Y
> cuando te fuerzan a comprar las licencias uno irremediablemente queda
> enganchado con la empresa fabricante del software. Con esto se fuerza a
> que
> todos los pequeños empresarios tienen que trabajar para el señor más rico
> del
> mundo.
>
> ENcontrARTE: El pez grande se come al chico; es la estructura del mundo
> dividido en clases sociales. Hoy, desde la revolución industrial en
> adelante,
> todo es marca registrada y por cada cosa que consumimos debemos pagar una
> patente. Con los bienes culturales es otro tanto. Ahora bien: ¿qué hacer
> ante
> esto? ¿Es la "piratería" una opción, o qué otra alternativa podemos
> construir?
> Desde la Revolución Bolivariana, que está intentado proponer otros
> modelos,
> ¿qué podemos decir y hacer ante este fenómeno de los derechos de propiedad
> privada de las grandes multinacionales?
>
> E. S: Obviamente el gran mal se llama capitalismo. El capitalismo
> privatizó
> todas las formas de propiedad. Si empezamos a ver la historia del ser
> humano,
> la propiedad privada es algo muy reciente. En toda la historia del ser
> humano,
> que hoy día se considera en tres millones de años, la noción de propiedad
> privada aparece hace no más de diez mil años. Es un segmento muy pequeño,
> casi
> insignificante, pero nos han hecho creer que la propiedad privada nació
> con el
> ser humano, que es innata. Y eso es falso. Igualmente nos han hecho creer
> que
> ir contra la propiedad privada es algo terrible, algo peor que una
> violación.
> En una violación, la persona violada tiene que denunciar, a no ser que sea
> un
> menor, en cuyo caso el Estado tiene que actuar de oficio. Y lo mismo pasa
> con
> la mal llamada "piratería" de obras intelectuales: tiene que haber un
> denunciante. Pero veamos: en el caso de la música, por ejemplo, no hay ni
> una
> sola denuncia por copias no autorizadas contra los vendedores informales,
> contra los buhoneros. ¿Y por qué? ¿Por qué no se siguen los procesos
> judiciales? ¿Por qué las empresas discográficas jamás presentan una
> denuncia?
> Se podría pensar que las casas disqueras, igual que los productores de
> software, también se benefician con todo este circuito de la piratería.
> Ellas
> saben lo que puede pagar cada segmento del público, y saben que los
> sectores
> más humildes no pueden pagar el valor de un disco, que es similar en
> Estados
> Unidos que aquí, sin tener en cuenta las diferencias de ingreso de la
> gente.
>
> Los que, por otro lado, se benefician de esta distribución de copias no
> autorizadas, son los mismos músicos. De las disqueras ellos reciben muy
> poco,
> del 3 al 5 % de lo que declaran haber vendido las disqueras, pero a través
> de
> este tipo de ventas de copias no autorizadas los creadores se pueden hacer
> famosos, y después pueden ganar mucho más con presentaciones en vivo. Los
> artistas, en realidad, son los que menos se molestan por ser copiados. Al
> contrario: así su música se difunde sin tener que invertir nada. Podría
> pensarse que toda la estrategia mediática de lucha contra la piratería es,
> en
> definitiva, una forma de propaganda. Y la forma en que se presenta esta
> piratería, criminalizándola, sirve también para vincular el país con el
> terrorismo internacional. De esta forma las empresas transnacionales
> pueden
> imponer mejor sus condiciones a la hora de negociar cualquier contrato
> elevando los niveles de protección a sus productos, es decir: a sus
> ganancias.
> Así se desequilibra la balanza entre lo que decíamos hace un rato, entre
> los
> derechos del autor y los beneficios sociales; pero se desequilibra en
> beneficio de las grandes corporaciones que manejan el negocio. Hay países
> donde hacer una copia no autorizada de un disco es más grave que, por
> ejemplo,
> romperle la cara a alguien.
>
> Las grandes ganancias que obtiene Estados Unidos vienen de tres fuentes
> fundamentales, basados todos en lo que llaman la propiedad intelectual. El
> primer sector es el químico-farmacéutico y de la biotecnología. No es el
> negocio que mueve más dinero; seguramente lo es el energético, o el de las
> armas; pero sin dudas es millonario. El segundo sector es el del software.
> Y
> el tercer sector es el del entretenimiento, el que llaman la industria del
> entretenimiento o industria cultural. Ahí está Hollywood, la televisión
> por
> cable, los videojuegos. Los tres sectores están basados en la propiedad
> intelectual; por eso Estados Unidos despliega muchísimos recursos para
> hacer
> lobby en función de aumentar la protección de su industria. Ellos son
> dueños
> de la mayoría de patentes, son dueños de la mayoría de derechos de autor
> de
> importancia comercial. Por eso hacen tanta protección de los derechos de
> autor.
>
> ENcontrARTE: Entonces, contrariamente a lo que dice la gran empresa con
> aquello de "dile no a al piratería", ¿habría que afirmar "dile sí a la
> piratería" como forma de rebelión política, de alternativa?
>
> E. S: No. No podemos decirle sí a la piratería porque, ante todo, no
> debemos
> usar el término piratería por las razones que explicábamos antes. Por otro
> lado, la llamada piratería es provocada por las mismas corporaciones, y
> las
> beneficia. Beneficia a los poderosos en todos los sentidos: desde
> económico
> hasta político, y también en términos estratégico-militares. Cuando
> quieren
> nos criminalizan y nos vinculan al terrorismo. Debemos decir no a esto de
> la
> piratería porque en todo esto hay un efecto de transculturalización. ¿Qué
> se
> copia? Pues la música de ellos, el software de ellos. Al hacer eso, al
> copiar
> y usar su software nos crea una dependencia tecnológica que, tarde o
> temprano,
> hay que pagar. Es toda una cadena: te compras una copia por la calle a un
> dólar, pero luego recomiendas en tu institución ese software, que hay que
> pagar. Con cada copia estamos contribuyendo a la transculturalización de
> los
> pueblos; con cada copia no autorizada estamos facilitando ese proceso. A
> la
> larga eso nos perjudica, por eso no estamos de acuerdo con esa práctica.
>
> Entonces ¿qué opciones podemos tener dentro del capitalismo, o dentro de
> esta
> etapa de transición como la que estamos atravesando ahora en Venezuela? En
> el
> caso del software tenemos la opción del software libre. Y con la misma
> filosofía que lo alienta surgieron también la música libre, o la
> literatura
> libre, o el cine libre. El derecho de autor nace con la creación de la
> obra,
> pero el autor puede permitir, si lo desea, la difusión de su obra sin pago
> de
> derechos, de forma libre. En ese caso las copias pasan a ser legales. Y
> así
> también obtiene beneficios, porque se da a conocer; y si después da un
> concierto, gana con las entradas. Todo esto del arte libre lo inicia un
> abogado estadounidense llamado Laurence Lessing. El es el autor de un
> libro
> que se llama "Cultura libre", al cual autoriza a copiar. Se puede bajar de
> internet y copiar legalmente, dado que el autor lo permite. Y si el libro
> está
> también en las librerías, el que quiere irá a comprarlo. Como sucede
> igualmente con la música libre. Si los discos que se autorizan copiar
> también
> están en un negocio, el que quiera comprarlo lo podrá hacer, para un
> regalo
> por ejemplo. Estas alternativas del arte libre se han desarrollado
> bastante en
> algunos países; incluso algunos gobiernos han adoptado esta modalidad,
> como en
> Brasil o en Chile. Todos los movimientos que están bajo esta modalidad han
> sido exitosos, porque es una buena forma de darse a conocer, y también de
> romper los monopolios.
>
> ENcontrARTE: Hablemos un poco del software libre. ¿Cómo es esto del
> software
> libre? ¿Qué beneficios aporta a la población? ¿Es una alternativa válida?
>
> E. S: Como ya lo dijimos, el software es considerado una obra del
> intelecto.
> Por tanto, el software propietario tiene sus derechos de autor, se rige
> por
> esos mecanismos, conocidos en Estados Unidos como copyright. Cuando una
> persona adquiere un programa, está comprando una licencia. Esa licencia,
> ese
> contrato, es algo muy restrictivo. La empresa que nos lo vende nos
> autoriza a
> usar ese software solamente en una computadora; no lo podemos copiar y
> distribuir, ni podemos ver el código fuente, ni podemos hacer
> modificaciones,
> lo que en derechos de autor se conoce como obras derivadas. Esa licencia
> me
> restringe todo eso: copiar, modificar, hacer obras derivadas o,
> eventualmente,
> distribuir esas nuevas obras. Ahora bien: el software libre es también una
> obra del intelecto y también está protegido por los derechos de autor o
> copyright. Pero la diferencia está en que el autor hace una licencia en la
> que
> permite esas cuatro nuevas libertades: 1) la libertad de usarlo, 2) la
> libertad de copiarlo y distribuirlo, 3) la libertad de modificarlo y 4) la
> libertad de distribuir las nuevas versiones, las obras derivadas. Los dos:
> tanto software propietario como software libre, tienen derechos de autor
> que
> nacen en el momento mismo en que el programa es concebido por su autor,
> igual
> que una obra literaria. El software no se patenta en Venezuela, ni tampoco
> en
> Europa; sólo se patenta en Estados Unidos. Las patentes de software son
> muy
> restrictivas, dado que se patentan los elementos, el botón, el doble clic,
> la
> barra de avance, los algoritmos con que se elaboran los programas. Todo se
> patenta. Pero ¿qué pasa con el software libre? La diferencia con el
> software
> propietario está en la licencia, que en este caso permite las cuatro
> libertades de que recién hablábamos. Pero el software libre no cuestiona
> el
> status quo, el derecho de autor. En ese sentido, el software libre no es
> del
> todo revolucionario porque la diferencia está sólo en una capa, que es la
> licencia. Todo esto ha provocado una serie de fenómenos interesantes.
> Estas
> cuatro libertades han creado una suerte de propiedad colectiva del
> conocimiento, lo cual, sin dudas, es un avance. Alguien hizo un sistema
> operativo, lo liberó, y al estar libre la gente puede tomarlo,
> modificarlo, y
> esas modificaciones retornan al dominio público. Hoy día el 65 % de los
> servidores del mundo en internet funcionan sobre Linux. Cuando los
> sistemas
> propietarios tienen modificaciones cada año, o cada seis meses, con estos
> sistemas públicos hay modificaciones y mejoras constantes. Aquí hay miles
> de
> miles, millones de personas trabajando para modificarlo al mismo tiempo.
> Eso
> va a una velocidad exponencial, y en un tiempo lineal corto crece de una
> manera vertiginosa. Hace poco tiempo no había en software libre programas
> de
> manejo de sonido de video, y ahora hay cantidades increíbles, y óptimos.
> Todos
> libres. Desde el punto de visto tecnológico, el software libre es muy
> poderoso, más que el software propietario. Tiene mucho menos
> restricciones.
> Sin piratear, en forma gratuita, uno tiene acceso a una cantidad increíble
> de
> opciones de primerísimo calidad.
>
> La pregunta es: ¿de qué viven estos programadores? ¿De qué vive alguien
> que
> hace un software libre? Por supuesto que en el ámbito de la empresa
> privada el
> que desarrolla un software cobra por su servicio. En el software libre el
> programador va a la red, busca algo y luego lo modifica. Ese trabajo se
> paga
> una sola vez, porque el producto luego queda en el dominio público y
> cualquiera puede beneficiarse del mismo. En software libre no queremos
> decir
> que el trabajo sea gratis; no, hay que pagarlo. Pero se paga una sola vez.
> Por
> el contrario en el software propietario las horas de trabajo del
> programador
> se pagan millones de veces. Por eso Bill Gates es el hombre más rico del
> planeta, porque las horas de trabajo que se utilizaron en desarrollar el
> software que él vende, se pagan infinitas veces. Las capacidades que da el
> software libre las han aprovechado las corporaciones, y de ahí que surgió
> una
> tendencia del software libre corporativo, donde se inscriben grandes
> empresas
> como IBM, Sun Microsystems, HP, etc., basados en tres principios: 1) el
> software libre es antimonopólico, 2) que es solidario y 3) que es
> libertario.
> Basados en el principio antimonopólico han querido destronar a Microsoft,
> y
> por eso el software libre les conviene: pero le han quitado el nombre de
> "libre" y le pusieron open source, código abierto. De esa manera le quitan
> cualquier vestigio que haga pensar en gratuito, en solidario, en libertad.
> Pero como decíamos recién: el software libre no es completamente
> revolucionario. Estas grandes corporaciones que se han pasado al software
> libre hacen también su negocio con todo esto: te permiten usar el
> software,
> pero no la marca. La marca sigue siendo propietaria.
>
> Hay otra corriente en esto, que es la reformista. Ahí consideran sólo tres
> principios: por un lado, es antimonopólica. Eso, en sí mismo, no la hace
> anticapitalista ni revolucionaria. El capitalismo, dentro de su
> hipocresía, de
> su doble moral, llega a condenar el monopolio. Ven a Microsoft como el
> malo de
> la película porque interfiere en el libre juego de la oferta y la demanda.
> Pero el capitalismo puede ser compatible con el software libre. Esta
> corriente
> tiene como otro principio el hecho de ser de producción solidaria. Pero
> esto
> sólo, por sí mismo, no es anticapitalista. Por ejemplo las cooperativas
> son
> estructuras de producción solidaria, pero eso no significa socialismo. Son
> más
> democráticas en la distribución de las riquezas que una sociedad anónima,
> eso
> sin dudas; pero aún no son socialistas en sentido estricto. El tercer
> principio es el ser libertario. Eso hace alusión a la libertad que
> confiere
> para copiarlo, distribuirlo; es decir, la libertad de disposición del
> software. Pero eso es la libertad de la estatua de la Libertad y no es la
> libertad que nosotros entendemos que debe construir la revolución.
>
> Ahora bien, para que el software libre sea verdaderamente revolucionario
> debe
> incorporar un cuarto principio, y es que debe ser anti explotador. Para
> ser
> revolucionario el software libre debe romper con las relaciones
> productivas de
> explotación. Es decir: quien produce el software es el que tiene que
> quedarse
> con la plusvalía. Tener software libre sólo un instrumento tecnológico,
> eso
> sólo no es revolucionario. Lo sería si realmente contribuyera a romper las
> relaciones de explotación. Cabe la pregunta entonces: como instrumento
> tecnológico el software libre ¿qué ideología tiene? ¿Es capitalista o
> socialista? Ningún instrumento en sí tiene ideología; ella está asociada a
> la
> forma como se produce. Internet, en sí mismo, no tiene ideología; pero se
> la
> puede usar para alienar o para democratizar la información. Una
> ametralladora
> se la puede usar para liberar un pueblo, o para defender la soberanía;
> pero
> también se puede usar para asaltar un banco. De igual modo, el software
> libre
> no tiene una ideología determinada, pero depende de cómo se lo produce y
> para
> qué se lo usa. Si se produce bajo una relación de explotación es igual que
> el
> software propietario. Por eso el software libre tiene que dar ese paso
> para
> transformarse en un instrumento que sirva a la liberación, saltar sus
> versiones corporativas o socialdemócrata, que no pasa de un reformismo que
> siempre sigue en el ámbito del mercado. También el anarquismo se ha
> inscripto
> en el software libre; pero eso podría homologarse a los hippies del
> software.
> No pasan de ser islas en el campo de la informática que, a lo sumo,
> regalan su
> trabajo; pero esas islas perdidas no alcanzan para un cuestionamiento de
> fondo. Lo importante es cómo romper las relaciones de explotación
> establecidas
> en la sociedad. ¿Qué estamos proponiendo ahora, en el Estado, dentro de
> este
> período de transición hacia el socialismo? Pues que las contrataciones que
> tengan que ver con software libre se hagan con cooperativas de
> programadores.
> Al menos que así la plusvalía quede distribuida de una manera más
> democrática,
> y no contratar con empresas capitalistas. Para que el software libre sea
> verdaderamente libre tenemos que romper con las relaciones de explotación.
> La
> única manera para que exista equidad en la sociedad es que no exista
> explotación.
> --
> Diego Saravia
> dsa en unsa.edu.ar
> Diego.Saravia en gmail.com (usar solo si hay problemas con unsa.edu.ar)
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>
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> Diego Saravia
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