[Musix-usuarios] De Miller Puckette

Fernando Gabriel Parisi fgpkeys en gmail.com
Dom Ene 30 19:30:53 CET 2011


El 30/01/11 13:53, JUAN GONZALO SALDARRIAGA escribió:
> Estimados amigos de Musix.
>
> Quiero compartir mi traducción al castellano de un interesante texto 
> de Miller Puckette, el creador de Pure Data. Seguro habrá algo para 
> mejorarle, pero creo que se entenderá bien. El original en inglés está en:
>
> http://crca.ucsd.edu/~msp/Publications/isea-reprint.pdf 
> <http://crca.ucsd.edu/%7Emsp/Publications/isea-reprint.pdf>
>
>
> "Quién es el propietario de nuestros programas de computación?-un 
> estudio de un caso en primera persona
>
> Miller Puckette* <file:///J:/DocsMPuckette/DeQuienEsElSoftware.doc#_ftn1>
>
> *Abstract*
>
> **
>
> La invención y la realización de una nueva técnica, que es el 
> paradigma de los programas de computación, o de cualquier otra pieza 
> extensa de trabajo puede demorar un período de una o incluso varias 
> décadas. Sucede con frecuencia que el modelo de PI con el cual se 
> inició el trabajo, cambia antes de que éste finalice -a veces más de 
> una vez. Este artículo explora el desarrollo del paradigma 
> Max/MSP/jMax/Pd, junto con otros desarrollos relacionados, desde 1980 
> hasta el presente. Comenzando con estos ejemplos, se intentan varias 
> generalizaciones acerca de la cuestión del control de la posesión y de 
> la PI que debería regir para el mundo de las artes.
>
> 1 Introducción.
>
> Poco después de que el artista Christo Javacheff terminó de envolver 
> con un paño el Point Neuf en París, supimos que no teníamos el derecho 
> para fotografiarlo. Todas las imágenes del trabajo de encubrimiento 
> eran reproducciones de un trabajo artístico y los derechos de éste 
> eran controlados por el propietario de ese trabajo. Así de 
> minuciosamente ha excavado el concepto de “droit d'auteur†en el 
> consumidor de cultura francés, que este reclamo no fue cuestionado – a 
> pesar del hecho de que el objeto que nos fue prohibido fotografiar era 
> el puente en pie más antiguo de París (1606).
>
> La misma idea de que una noción podría ser original, y que esta 
> debería así reflejar la gloria sobre su progenitor, puede ser más 
> reciente que el Pont Neuf. Incluso más nueva -y más original- es la 
> idea de que una vez ha tenido usted una idea, esta entonces podría (o 
> incluso debería) pertenecerle. Esto es lo referido en la frase 
> “Propiedad Intelectual†(PI).
>
> Por ejemplo, aquí hay una idea: GHQWJD. Esto no se muestra en Google 
> de tal manera que puedo reclamar su invención. Sin embargo sólo 
> consiste de las letras G, etc, las cuales no son ellas mismas nuevas 
> de ninguna manera -lo único nuevo es la yuxtaposición particular de 
> seis de ellas. Podríamos hacer una pausa aquí para hacer ponencia de 
> las cuestiones obvias y ontológicamente oscuras que esto conlleva. 
> Pero hay también una cuestión más materialista: qué, precisamente, 
> están protegiendo si prohiben a algún competidor mío arreglar sus 
> propias letras G, H, Q, W, J y D, en el mismo orden? Y aún así esto es 
> exactamente lo que los inventores y protectores de la PI buscan controlar.
>
> Yo podría caminar en una tienda de comestibles, rearreglar sus 
> bananas, y ser acusado de: (1) destrucción de su PI (el arreglo 
> previo); (2) el robo de la PI de alguien, de manera accidental o a 
> propósito, al recrear de alguna manera un aspecto de SU manera de 
> arreglar las bananas (u otra cosa que no sean bananas); (3) la 
> comunicación de un mensaje subversivo o incluso revelar un asunto o 
> secreto gubernamental. Yo digo que lo único que hice fue mover algunas 
> bananas, no debería ser libre de hacerlo?
>
> 2 Programas de computación
>
> Los programas de computación han sido siempre tratados como PI, 
> protegidos por las leyes del “copyrightâ€. (La noción de las patentes 
> de programas de computación -una modalidad nueva de protección de la 
> PI para los programas de computación- ha penetrado furtivamente en la 
> fotografía, gradualmente, en las pasadas tres décadas 
> aproximadamente.) El uso de las protecciones de la PI en los programas 
> de computación ha generado toda clase de distorsiones en la manera en 
> que estos programas se producen y se consumen. En lugar de refritar la 
> gran historia, usaré mi propia experiencia con la PI de los programas 
> de computación como ejemplo. Mi trayecto en el movimiento del código 
> abierto viene al caso debido a que fuí quemado por el viejo modelo.
>
> Cuando al principio escribí el programa ahora conocido como Max, en 
> 1988, mi cheque de pago llegó del IRCAM. Pero muchas ideas detrás de 
> Max habían sido desarrolladas en el MIT, y muchas más fueron adaptadas 
> del trabajo de otros investigadores. El código, por lo menos, casi con 
> certeza pertenecía al IRCAM. El IRCAM había energéticamente tratado de 
> capitalizar este trabajo, con algunos resultados al principio, pero 
> con más resultados negativos después.
>
> Los efectos negativos de la sobre-protección del IRCAM fueron de tres 
> tipos. El más evidente fue una caída de la reputación del IRCAM entre 
> los investigadores (aun cuando como una instalación para la 
> producción, el IRCAM todavía goza de ser un alto referente en el 
> mundo). El segundo, fue que los investigadores en el IRCAM le 
> perdieron afecto debido a la dificultad de hacer conocer sus trabajos 
> a la gente externa al IRCAM. Siendo el respeto profesional la moneda 
> más imprtante para el investigador, éste puede ser un factor de primer 
> orden en la decisión de un empleado para quedarse o salir. Finalmente 
> y de manera más sutil, el IRCAM mismo corta los más excitantes y 
> nuevos desarrollos en las artes electrónicas al construir una pared 
> virtual entre él mismo y el resto del mundo digital. Esto se evidenció 
> por las fortunas diferentes que corrieron jMax, el “nuevo Max†del 
> IRCAM, y Pd. Pd fue abrazado al instante por una completa y 
> extremadamente hip no-sé comunidad de usuarios, quienes han llevado 
> mucho más allá de mis sueños más salvajes a aquél; ver por ejemplo la 
> convención puredata.org para los desarrollos recientes en 2004. La 
> comunidad de jMax en contraste fue pequeña y anémica.
>
> Todo esto no implica necesariamente el fallecimiento inminente del 
> IRCAM como entidad para la investigación. Con recursos que no tienen 
> paralelo en cualquier institución en el mundo, la situación del IRCAM 
> podría voltearse si sus políticas de PI se ajustaran para quedar en 
> línea con las que maneja hoy en día la comunidad de investigadores a 
> nivel internacional.
>
> Regresando a mi propia historia, dejé el IRCAM, y cuando quedó claro 
> que ellos no permitirían trabajos míos posteriores en Max para 
> diseminarlos, lo comprendí y comencé con un proyecto nuevo, Pd. (Un 
> significado de Pd era “Public Domain†-Dominio Público.) Esto fue 
> posible hacerlo debido a que trabajaba para una universidad en Estados 
> Unidos que no pone reclamaciones por mi trabajo de la misma manera que 
> el IRCAM lo hacía. Sin embargo, conseguí este trabajo en una 
> universidad en Estados Unidos en parte por la reputación que había 
> ganado desde que escribí Max en el IRCAM! Claramente algo de la PI de 
> Max quedaba con el código fuente, algo de éste era público (como un 
> resultado de los artículos que escribí acerca del trabajo de 
> investigación) y algo de éste estaba atorado de alguna manera en mi 
> cuerpo físico. Cómo decidimos cuál parte queda en dónde?
>
> 3 Arte
>
> Los artefactos del arte pueden tener un propietario, pero el 'arte 
> digital' mismo no es intrínsecamente propiedad de nadie. Estas son 
> malas noticias para los compositores, por ejemplo, a quienes 
> obviamente les gustaría ser los propietarios de sus partituras. Ellos 
> en realidad son los propietarios del papel y de la tinta sobre éste, 
> pero el trabajo existe únicamente como una manera de arreglar cosas, 
> no en las cosas mismas, y de esta manera no puede tener propietario. 
> Los compositores y otros artistas digitales deben sobrevivir por el 
> mecanismo de la atribución. Era así en realidad como operaba J. S. 
> Bach; la intervención de los años, dominados por la prensas de 
> impresión física y su resultado, pueden haber sido vistas como una 
> aberración, ahora llegando a su final.
>
> Este final brindará grandes ventajas a los músicos. Retornando al 
> IRCAM, considere el destino de un compositor que ha realizado su 
> trabajo allí, por decir en los años 90. Por muchos años los trabajos 
> de Boulez y Manoury estuvieron atrancados en los computadores y los 
> programas de propiedad del IRCAM. La propiedad de los materiales 
> mismos (por ejemplo el parche ISPW que realiza el Pluton de Manoury) 
> eran del compositor, pero los archivos de computación no servían sin 
> la infraestructura del IRCAM -tanto las máquinas como los expertos 
> humanos- para convertirlos en música.
>
> Dado que esta situación ahora cambió (con Pcs más poderosos que el 
> alguna-vez-poderoso ISPW del IRCAM ahora costando mucho menos que los 
> micrófonos y los parlantes requeridos para la ejecución), el escenario 
> está ajustado para una distribución más amplia de las realizaciones 
> del IRCAM. Ya sea que se haga libremente o bajo algún tipo de 
> restricción de copia, esto puede ser decidido ahora por el compositor 
> (aun cuando el editor del compositor puede poner sus restricciones). 
> Una aproximación posible a la divulgación del trabajo de los 
> compositores es explorado en mi propio Pd Repertory Project -Proyecto 
> de Repertorio Pd (http://www.crca.ucsd.edu/~msp/pdrp/latest/ 
> <http://www.crca.ucsd.edu/%7Emsp/pdrp/latest/>) el cual incluye entre 
> otros materiales, dos realizaciones que vienen del IRCAM. (Los parches 
> actuales sin embargo han sido eliminados, ante la insistencia del 
> IRCAM; espero aclarar esto en el futuro.)
>
> Amenaza esto al IRCAM? No lo creo de ninguna manera. En realidad, los 
> compositores en los viejos días estaban usualmente poco dispuestos a 
> realizar música en el IRCAM, sabiendo que el IRCAM podría entonces 
> controlar cualquier posibilidad de ejecutar la música. Muchas piezas 
> comisionadas al IRCAM tuvieron muy pocas ejecuciones por esta razón. 
> Sin embargo el IRCAM posee otra forma de conocimiento de mucho más 
> valor que la sola posibilidad de ejecutar la música de compositores. 
> Se trata de la experiencia colectiva del personal del IRCAM -un tesoro 
> que es poco probable que pueda ser recreado en ninguna parte del 
> mundo, enteramente no digital y no duplicable. Ellos necesitan 
> comprender cómo hacer uso de su verdadero capital. Es poco probable 
> que la respuesta se la acumulación de su PI.
>
> Pienso que una de las cosas más interesantes que encontraré en la 
> década siguiente es que las comunidades extensamente conectadas 
> digitalmente pueden rivalizar con las físicas, las que al extenderse, 
> en cambio, mejorarán. Las conferencias (tales como ISEA!) me parecen 
> todavía escenciales, y sin embargo se vuelven más valiosas mientras la 
> posibilidad de conexión entre las reuniones físicas amplifica su 
> significancia y potencia.
>
> 4 Fijar el precio
>
> La PI es en el fondo un intento de enganchar dos monedas: la material 
> y la de las ideas e información. Los bienes físicos sólo pueden estar 
> en posesión de una persona a la vez. Si tengo una barra de pan, 
> todavía tengo que trabajar para producir una segunda e idéntica barra. 
> Si dos personas quieren la misma barra, ambas no la pueden tener. Lo 
> material obedece a las leyes de la conservación.
>
> La información y las ideas no obedecen a ninguna ley de la 
> conservación; son más las ideas que pueden salir de un sistema que las 
> que entraron. La información, en la forma de una secuencia de bits por 
> ejemplo, puede ser copiada tantas veces como desee, casi sin ningún 
> costo. Si pensamos en términos de suplir una demanda, el suministro de 
> copias del CD más nuevo de Madonna es infinito, de tal forma que el 
> precio natural y no regulado es cero.
>
> La PI hace efectivamente cero un costo en moneda de mercancía al hacer 
> que las copias sean artificialmente escasas. Todos los billones de 
> dólares que vale el “softwareâ€, intrínsecamente no valen absolutamente 
> nada, y la ley de la PI lo único que propone es que éste cueste dinero 
> en lugar de ser gratis.
>
> Si bien es el gran distribuidor el que tiene el bolsillo prácticamente 
> lleno de dinero, los artistas tienen la culpa al inventar la idea de 
> que su trabajo debe venderse de esta manera. SACEM, después de todo, 
> fue hecho por compositores, si bien ahora este (y ASCAP, BMI, etc) 
> hacen casi todo su trabajo para los distribuidores. Christo está 
> defendiendo vigorosamente su derecho por ser el único poseedor de las 
> fotos de postal del Pont Neuf revestido, pero de hecho él está, aún 
> sin saberlo, contribuyendo a la comercialización de un arte que ya 
> tiene un alto grado de comercialización en el mundo.
>
> La actual aproximación legal a la PI confunde dos tipos de posesión: 
> la propiedad y la configuración. La propiedad debe ser física -no 
> podemos apropiarnos de cosas por el solo hecho de que como objetos 
> físicos estén yuxtapuestos, si bien podemos apropiarnos de los objetos 
> físicos mismos y tener el derecho de reclamar cuando alguien cambie su 
> arreglo físico sin nuestro consentimiento. Ciertamente no deberíamos 
> permitir la reparación legal si alguna otra persona escoge arreglar 
> /sus/ objetos físicos -sus bananas o los bits de sus discos duros- de 
> una manera similar a como hemos dispuesto los nuestros.
>
> Es irónico que los investigadores y los artistas se encuentren ahora 
> ellos mismos atrapados en sus propios esfuerzos para hacer que sus 
> creaciones tengan valor monetario en la forma de PI. Los 
> investigadores (como yo) somos seducidos con demasiada facilidad por 
> la promesa de las ganancias materiales recogidas de nuestro trabajo. 
> Los artista (tales como Christo en mi ejemplo anterior) caen en la 
> misma trampa. Ambos eventualmente pierden el control sobre su propio 
> trabajo.
>
> Solucionar esta situación requerirá una revaluación cuidadosa de cómo 
> utilizamos la PI y la atribución hoy en día. Necesitamos un nuevo 
> conjunto de normas que protejan a los creadores de “contenido†sin 
> atar el valor monetario a los bits que se utilizan para transmitir su 
> resultado. Los artistas y los investigadores somos quienes más lo 
> necesitamos, y debemos estar activos haciendo y manteniendo seguro el 
> espacio de la información para trabajar en él."
>
>
>
> Lo publiqué en: 
> http://exhibicionpd.wordpress.com/textos-de-miller-puckette-traducciones/
>
> Saludos,
>
>
>
> _______________________________________________
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Muy interesante! Gracias!
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