[Fwd: Re: [Solar-general] Martin o Daniel? (Re: "Hay lugar para mi?")]

Lun Jul 19 22:13:24 CEST 2004

> Para finalizar, sigo pensando en lo que leí: Resulta curioso que
> el cheetah podría elegir a cualquiera de los venados para cazar:
> su velocidad y destreza le alcanzan ello. Pero no lo hace, y elige
> en cambio a los individuos más débiles, rezagados, o heridos.
> 
> Porqué será? Gustoso recibiré cualquier comentario al respecto
> en mi email privado.
> 
> Gerardo Díaz

Gerardo, el cheetah elige al venado más débil porque la naturaleza
siempre elige el camino del menor esfuerzo. Eficiencia que le dicen. En
eso se basa la ley de selección natural. Tu cheetah no encuentra ningún
motivo para correr un centímetro más de lo que resulta necesario para
conseguir su almuerzo, y terminan sobreviviendo los antílopes más
rápidos/ de mejor olfato/ los más jóvenes (necesarios para reproducir la
especie) etc.

No me parece de todas maneras, la del ecosistema, una analogía feliz
para expresar la interacción entre el soft libre y propietario.
Reconozco que es muy tentadora, pero no le veo ningún sustento salvo una
aparente relación de competencia, en la que además hay quienes creen ver
un componente de cooperación. Relación de competencia-cooperación veo en
los proyectos de soft libre entre sí. En cuanto a modelo de desarrollo,
concepción del negocio, vinculación con la tecnología, concepción de la
propiedad del conocimiento, parecen más bien ecosistemas distintos. Los
ecosistemas que limitan unos con otros tienen zonas de transición pero
no se funden en uno sólo ni se requieren mutuamente; y al menor cambio
de las condiciones climáticas, uno desplaza al otro completamente. No
soy amigo de las analogías, establecen ficciones de sentido común donde
no hay el más mínimo. Pero de considerar a ésta una analogía válida, te
agrego que en mi opinión el cambio climático se produjo hace rato
(cuando Microsoft perdió en su intento de establecer formatos no
estándares en internet), y los límites de la zona de transición se
vienen corriendo sin ninguna pausa.

Un abrazo,

                      Patricio