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Creemos en la paz y en la justicia
Las personas indicadas a continuaci?n escribieron conjuntamente el art?culo que aparece a la derecha, y fueron los firmantes iniciales del comunicado Creemos en la paz y la justicia. Para unir su nombre al de ellos, firme el comunicado http://www.zmag.org/wspj/sign_statement_frm.cfm?language=esp
Creemos en la paz...
cid:part1.07060401.04060805 en educ.ar
Ezequiel Adamovsky, Argentina
Vittorio Agnoletto, Italia
Christophe Aguiton, Italia
Michael Albert, EE.UU.
Tariq Ali, Inglaterra
Tim Allen, EE.UU.
Bridget Anderson, Inglaterra
David Bacon, USA
David Barsamian, EE.UU.
Phyllis Bennis, EE.UU.
Elena Blanco, Venezuela
Nadine Bloch, EE.UU.
Peter Bohmer, EE.UU.
Patrick Bond, Sud?frica
Jeremy Brecher, EE.UU.
Dennis Brutis, Sud?frica
Paul Buhle, EE.UU.
Nicola Bullard, Tailandia
Scott Burchill, Australia
Leslie Cagan, EE.UU.
Alex Callinicos, Inglaterra
Daniel Chavez, Holanda
Noam Chomsky, EE.UU.
David Cromwell, Inglaterra
Will Doherty, EE.UU.
Brian Dominick, EE.UU.
Barbara Epstein, EE.UU.
Bill Fletcher, EE.UU.
Eduardo Galeano, Uruguay
Susan George, Francia
Andrej Grubacic, Serbia
Marta Harnecker, Chile
Tom Hayden, EE.UU.
Doug Henwood, EE.UU.
John Hepburn, Australia
Edward Herman, EE.UU.
Pervez Hoodbhoy, Pakist?n
Sut Jhally, EE.UU.
Robert Jensen, EE.UU.
Boris Kagarlitsky, Rusia
Sonali Kolhatkar, EE.UU.
Saul Landau, EE.UU.
Joanne Landy, EE.UU.
Rahul Mahajan, EE.UU.
Dawn Martinez, EE.UU.
Elizabeth, Martinez, EE.UU.
Antonio Martins, Brasil
Rania Masri, EE.UU.
George Monbiot, Inglaterra
Hector Mondragon, Colombia
Suren Moodliar, Sud?frica
Jonathan Neale, Inglaterra
Adele Oliveri, Italia
Pablo Ortellado, Brasil
Cynthia Peters, EE.UU.
Justin Podur, Canad?
Vijay Prashad, EE.UU.
Prabir Purkayastha, India
Milan Rai, Inglaterra
Nikos Raptis, Grecia
Michael Ratner, EE.UU.
Judy Rebick, Canad?
Tanya Reinhart, Israel
Carola Reintjes, Espa?a
Arundhati Roy, India
Marta Russell, EE.UU.
Manuel Rozental, Colombia
Lydia Sargent, EE.UU.
Stephen Shalom, EE.UU.
Norman Solomon, EE.UU.
Roberto Savio, Italia
James Tracy, EE.UU.
America Vera-Zavala, Suecia
Peter Waterman, Holanda
Robert Weissman, EE.UU.
Tom Wetzel, EE.UU.
Tim Wise, EE.UU.
Howard Zinn, EE.UU.
Construir un movimiento suficientemente poderoso como para detener la guerra en Irak o para impedir una pr?xima guerra en Siria, Ir?n o Venezuela, involucra muchos factores. Entre ellos, y quiz? el m?s fundamental, un n?mero suficiente de gente.
Para desafiar con ?xito a los que est?n en el poder, nuestro movimiento debe crecer constantemente tanto en n?mero como en concienciaci?n y compromiso. Debemos acercanos a la gente que est? contra la guerra pero a?n no ha actuado seg?n esta creencia. Debemos acercarnos a la gente que est? preocupada por lo que ve pero a?n no ha decidido oponerse a la guerra y a las pol?ticas subyacentes. Debemos tambi?n acercarnos a todos los que ahora apoyan la guerra pero no tienen un conocimiento pleno del contexto, historia e implicaciones.
Una tarea clave, por lo tanto, adem?s de manifestarse, es hablar con la gente, o?r sus dudas, sus confusiones y sus intuiciones, as? como proporcionar un punto de vista alternativo que pueda generar una solidaridad cr?tica duradera. Debemos dirigirnos a la gente que no conocemos. Debemos ir puerta a puerta en los barrios y en las residencias de estudiantes, y tenemos que hacerlo una y otra vez. Debemos hablar con nuestros compa?eros de trabajo, con la gente que nos encontramos comprando, con nuestros vecinos y con la persona sentada a nuestro lado en clase, en la iglesia o donde sea. Tenemos que ser activistas.
En una escala mayor, nuestros esfuerzos colectivos tambi?n pueden llegar a una audiencia m?s all? de la actual. Nuestras manifestaciones pueden ir por los barrios, en vez de s?lo por el centro. La gente que se manifieste puede ir a hablar con la gente que inevitablemente se parar? a mirar. Miles de peque?os grupos pueden ir a centros comerciales, poner una mesa y hablar con los que se acerquen. Hablad, hablad, hablad. Esa es la base para hacer manifestaciones m?s grandes, para conseguir compromisos m?s profundos y para elevar los costes para las ?lites y as? conseguir el cambio.
Si hay 100, o 500, o 5.000, o 50.000, personas dispuestas a bloquear calles o impedir la entrada a edificios como medio de presionar a las ?lites en un contexto de apoyo creciente, eso es maravilloso, especialmente cuando los objetivos son parte de la maquinaria militar, como los intentos de bloquear trenes militares en Europa. Pero, ?no deber?a haber igualmente tanta gente dispuesta, el d?a antes o el d?a despu?s o ambos, a salir y hablar con el resto de la poblaci?n y as? facilitar su participaci?n tambi?n?
Nuestras manifestaciones crean un contexto que facilita llegar a la gente, pero por importantes que sean, las manifestaciones, sentadas, bloqueos, no har?n ese contacto. Para o?r opiniones y cambiarlas, es preciso que escuchemos y luego presentemos pruebas y argumentos, as? como comprensi?n y respeto por la posici?n de la gente. Hay que hablar.
Para ganar contra esta guerra, contra la pr?xima y contra las causas de la guerra y de la injusticia en general, debemos reunir a decenas de millones de miembros activos y comprometidos. Pero a?n si hablamos a menudo con los que no est?n de acuerdo con nosotros, ?c?mo podemos saber qu? estamos consiguiendo y cu?l puede ser nuestro punto de partida?
Una posibilidad ser?a que todos nosotros, por todo el mundo, le present?ramos a la gente un comunicado para firmar, algo de actualidad pero que no caducar?, algo concreto y espec?fico pero tambi?n suficientemente universal para su uso en todo el mundo y suficientemente completo de forma que para conseguir firmas tengamos que tratar todos los temas que impiden a la gente participar activamente en el creciente movimiento por la paz y la justicia.
Quiz? algo como esto:
"Creo en la paz y en la justicia.
Creo en la democracia y la autonom?a. No creo que los EE.UU. ni ning?n otro pa?s deba ignorar la voluntad popular y debilitar la legalidad internacional mediante presiones y chantajes para conseguir votos en el Consejo de Seguridad.
Creo en el internacionalismo. Me opongo a que ninguna naci?n vaya extendiendo una red cada vez mayor de bases militares en todo el mundo, creando un arsenal sin igual en el mundo.
Creo en la equidad. No creo que los EE.UU. ni ning?n otro pa?s deba construir un imperio. No creo que los EE.UU. deban controlar el petr?leo de Oriente Pr?ximo en favor de empresas estadounidenses o como palanca de control pol?tico sobre otros pa?ses.
Creo en la libertad. Me opongo a los reg?menes brutales en Irak y en cualquier otra parte, pero tambi?n me opongo a la nueva doctrina de “guerra preventiva”, que garantiza conflictos permanentes y muy peligrosos y que ha dado lugar a que gran parte del mundo considere que la mayor amenaza para la paz son los EE.UU. Creo en una pol?tica exterior democr?tica que apoye la oposici?n popular al imperialismo, a las dictaduras y al fundamentalismo pol?tico en todas sus formas.
Creo en la solidaridad. Estoy con los pobres y los excluidos. A pesar de una desinformaci?n generalizada, millones de persones se oponen a la guerra injusta, ilegal e inmoral, y quiero a?adir mi voz a las suyas. Estoy con los l?deres morales de todo el mundo, con los sindicatos de todo el mundo, y con la inmensa mayor?a de la poblaci?n de los pa?ses del mundo.
Creo en la diversidad. Estoy por el fin del racismo dirigido contra inmigrantes y personas de color. Creo en el cese de la represi?n interna y externa.
Creo en la paz. Estoy contra esta guerra y contra las condiciones, mentalidades e instituciones que fomentan y posibilitan la guerra y la injusticia.
Creo en la sostenibilidad. Estoy en contra de la destrucci?n de los bosques, la tierra, el agua, los recursos medioambientales y la biodiversidad en la que se basa toda la vida.
Creo en la justicia. Estoy en contra de las instituciones econ?micas, pol?ticas y culturales que promueven una mentalidad competitiva, inmensas desigualdades econ?micas y de poder, la dominaci?n empresarial que llega incluso a la esclavitud, el racismo y las jerarqu?as sexuales y de g?nero.
Creo en una pol?tica que redistribuya el dinero que se usa para la guerra y los estamentos militares hacia la sanidad, la educaci?n, la vivienda y la creaci?n de empleo.
Creo en un mundo cuyas instituciones pol?ticas, econ?micas y sociales fomenten la solidaridad, promuevan la equidad, maximicen la participaci?n, disfruten de la diversidad y animen a conseguir una democracia plena.
Creo en la paz y en la justicia y, lo que es m?s, me comprometo a trabajar por la paz y la justicia."
Si un mill?n de personas o m?s por todo el mundo llegan a comprender y estar de acuerdo con este comunicado, tendr? importantes repercusiones a corto y a largo plazo, agrandando nuestro movimiento y d?ndole un tono positivo tambi?n. Por tanto creemos que es un esfuerzo que vale la pena intentar. En cualquier caso debemos acercarnos, una y otra vez, a los que a?n no son activistas.
El comunicado se puede firmar http://www.zmag.org/wspj/sign_statement_frm.cfm?language=esp aqu?
------------ próxima parte ------------
The Spirit of Resistance Lives
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