[P2P-F] Fwd: FW: Ecuador visión crítica
Michel Bauwens
michel at p2pfoundation.net
Sat Jul 19 07:34:53 CEST 2014
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From: Francois Houtart <houtart at hotmail.com>
Date: 2014-06-30 21:33 GMT+07:00
Subject: FW: Ecuador visión crítica
To: Claudio Katz <claudiokatz1 at gmail.com>
No estoy siempre de acuerdo con Alberto, pero este texto es un analisis
bastante realista.
François
François Houtart
houtart at hotmail.com
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From: lopesirio at hotmail.com
To: salamancantonio at hotmail.com; houtart at hotmail.com;
edwinonavarrete at gmail.com
Subject: RE: Ecuador visión crítica
Date: Mon, 30 Jun 2014 12:50:45 +0000
Estimados Antonio, Houtart y Edwin: A ver qué me dicen de esta crítica a la
gestión de Correa. Un abrazo: Sirio
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*UMS - postaporteñ@ 1195 - 2014-06-29 *
<http://www.postaportenia.com.ar> Extractivismo del siglo XXI *Una
“revolución ciudadana” sin Revolución Social, ni Productiva* *Alberto
Acosta *
*Revista Opción Socialista / fuente Rebelión 28/6/14*
*“El gobierno de la revolución ciudadana ha perdido el horizonte utópico
andino y más bien ha fortalecido un estado desarrollista e insertado en el
capitalismo global”. *
* Ramiro Ávila Santamaría (2013) *
Nunca antes en la historia de la República del Ecuador* un gobernante ha
estado tanto tiempo en funciones, *y definitivamente *nunca antes un
Gobierno ha tenido tantos ingresos fiscales *como el del presidente Rafael
Correa.
Esto se explica no solo por el largo período en el cargo, sino por las
condiciones económicas internacionales favorables, y también por algunos
elementos de su gestión económica.
Esta realidad, sin embargo, no se refleja -más allá de los discursos- en
una transformación estructural en marcha. A pesar de tener un marco
jurídico propicio para introducir cambios profundos y un amplio respaldo
popular, los siete años del correísmo no se han traducido en cambios
estructurales significativos.
*El país se encuentra en medio de un contradictorio y hasta confuso
transitar posneoliberal, que profundiza la modalidad de acumulación
primario exportadora. Y todo con el objetivo de modernizar el capitalismo. *
*Había diagnóstico, propuestas y ofrecimientos *El actual manejo económico
difiere en algunos aspectos de aquel instrumentado en los años
neoliberales. Superar el neoliberalismo fue una de las propuestas
electorales de la llamada “revolución ciudadana”. Atrás quedaron las
imposiciones del FMI y del Banco Mundial. El Estado ha retornado a la
economía. Cuando empezó la gestión gubernamental, había conciencia plena de
los problemas estructurales existentes y sus causas. Existía por igual un
diagnóstico e inclusive un plan de acción, el Plan de Gobierno del
Movimiento País, elaborado colectivamente en el año 2006 para impulsar la
candidatura de Rafael Correa. Allí sintetizaba una suerte de hoja de ruta,
que luego sería profundizada y ratificada por el pueblo con la Constitución
de Montecristi (2008).
*El discurso oficial de transformación de la matriz productiva se agota en
pocos aspectos:* diversificación y especialización productiva exportadora,
atracción de inversión extranjera, profundización del extractivismo,
construcción de una industria pesada como punto de partida y fomento del
conocimiento. La visión oficial no plantea una transformación de los
patrones de producción y consumo, no incorpora la estructura de la
propiedad y calidad de los factores de producción, tampoco trabaja sobre
los cambios indispensables en línea con los Derechos de la Naturaleza
contemplados en la Constitución.
En realidad no se preocupa de superar en serio la modalidad de acumulación
que depende de la exportación de materias primas. Y menos aún abre la
puerta para una profunda democratización de los factores de producción y de
la economía misma, que es algo muy distinto a su estatización. *En
concreto, los esfuerzos para salir del paradigma neoliberal no implican
hasta ahora un planteamiento para transformar estructuralmente la matriz de
acumulación primario exportadora.*
*Por dinero no ha faltado *
En este Gobierno, la economía ecuatoriana* registra la mayor cantidad de
ingresos por exportaciones petroleras desde que se inició esta actividad en
el país en el año 1972*; los crecientes precios del crudo explican esta
realidad: si el Ecuador recibió 56 dólares por barril en el 2007, en el
2013 este precio bordeaba los 100 dólares. A los ingresos petroleros hay
que sumar los ingresos adicionales provocados por algunas reformas
tributarias.
El Servicio de Rentas Internas (SRI) también contribuyó en este empeño
reduciendo la evasión y elusión tributarias. Adicionalmente, el Gobierno
del presidente Correa, como todos los otros gobiernos anteriormente, ha
acumulado préstamos del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS),
aunque en cantidades muy superiores a las entregadas antes. Igualmente,
contó al inicio de su gestión con los recursos congelados en diversos
fondos petroleros (improductivos) durante los gobiernos neoliberales. Y ha
recurrido también al uso de recursos acumulados en la reserva de libre
disponibilidad (sobre todo en el momento de mayor impacto de la crisis
internacional: 2008-2009).
Para comprender mejor lo que representó este enorme flujo de recursos,
bastaría observar la sumatoria de los presupuestos anuales del Estado del
año 2007 a 2014 tenemos un monto que superaría los 186 mil millones de
dólares, en valores corrientes. Llevados a valor presente del año 2007,
esta suma llegaría a 118.050 millones de dólares. A más de los ingresos
mencionados habría que incorporar el aporte de las remesas de los
compatriotas que laboran en el exterior. Si bien se han reducido estas
remesas en un 7,7% desde el año 2010 al 2013 (pasando de 2.591,5 millones
de dólares a 2.392,3 millones, respectivamente), aún así representan un
monto que supera las ventas de banano, principal producto de exportación
tras el petróleo (2.032,8 millones de dólares en el año 2010, y 2.321
millones al año 2013).
En adición al aumento de ingresos, el Gobierno ha recurrido a políticas
proteccionistas. Como Ecuador no dispone de una política cambiaria y
monetaria propia para proteger la economía de la crisis global, se han
establecido varias barreras a las importaciones. Posteriormente, desde
fines de 2013, el Gobierno, nuevamente presionado por restricciones
fiscales que se derivan de una desaceleración de la economía internacional,
volvió a restringir las compras externas argumentando que se trata de una
estrategia de sustitución para impulsar la industrialización. En realidad
asoman algunos síntomas que advierten crecientes limitaciones fiscales, por
un lado, y un estrangulamiento externo, por otro.
Desde hace algunos años, se optó por establecer un impuesto a la salida de
capitales que provoca, al menos por el lado de las importaciones, un efecto
similar al de una devaluación. Este creciente impuesto, que alcanzó el 5%
desde el año 2011, ha sido sobre todo de tipo fiscal proteccionista, pues
fue adoptado sin mayor criterio de planificación en línea con la promoción
de una nueva matriz productiva.
En este breve recuento no podemos olvidar el beneficio temporal obtenido
por la renegociación de la deuda externa, que permitió alivianar el pago de
intereses en el presupuesto del Estado, particularmente en los años 2009 y
2010. Hay que anotar, sin embargo, que por efecto de la renegociación de la
deuda externa (que no recogió todas las recomendaciones de la Comisión para
la Auditoría Integral del Crédito Público), el Gobierno de Correa quedó
marginado de los tradicionales mercados de financiamiento externo.
Por esa razón, China se convirtió en una tabla de salvación. Esta
posibilidad fue aceptada con entusiasmo por el presidente Correa:
*“Somos complementarios con China, ellos tienen exceso de liquidez y
escases de hidrocarburos, nosotros tenemos exceso de hidrocarburos y
escases en liquidez. China financia a Estados Unidos, y pudieran sacar del
subdesarrollo a Ecuador. […]” *El saldo actual de la deuda con China
sería, al 28 de febrero del 2014, de 6.292,9 millones de dólares, de
acuerdo con las cifras publicadas en la página web del Ministerio de
Finanzas. Se trata de una deuda con plazos cortos, de hasta ocho años, y
con tasas altas, desde 7,5%; que representa más de un 36% del endeudamiento
total del país (sin considerar los créditos de facilidad petrolera).
Cuando el gobierno de Correa parecía haber encontrado una fuente de
financiamiento confiable, en el mes de abril del presente año se conoció
sorpresivamente que Ecuador *habría adquirido una duplicación de su línea
de crédito en el Banco Mundial*. Se trataría de un monto de mil millones de
dólares.
Esto implica una duplicación del nivel de endeudamiento del Ecuador con el
Banco Mundial. Se habla de un período de pago de treinta años, con un lapso
de 15 años de gracia. La tasa de interés sería LIBOR más 1%. Y, según las
informaciones oficiales, en un principio no habría condiciones… Aunque,
como sabemos, las condiciones vienen a la hora de la presentación de
proyectos y de los desembolsos de cada tramo. Y, en realidad, apenas
estarían disponibles 307 millones, en tanto el gobierno ya habría
financiado a través de esa línea de crédito varios proyectos, como el Metro
de Quito.
Más allá de las mejores condiciones crediticias conseguidas, hay que
relievar el elemento simbólico que trae aparejado* el nuevo endeudamiento
con el Banco Mundial.*
Es como que el mundo regresara a su orden natural, pues este acercamiento a
este organismo multilateral de crédito podría facilitar el retorno pleno
del país al mercado financiero internacional, en el que pretende
incursionar este año el Gobierno.
En ese sentido se pronunció el presidente Rafael Correa, quien anunció el
domingo 6 de abril, en una entrevista televisiva, que se hará *“una
operación de bonos en el mercado abierto este año” por unos 700 millones de
dólares para financiar el presupuesto de inversión.*
Lo que si conviene dejar sentado es que la renegociación del año 2009, que
liberó en parte el peso de la deuda sobre la economía, no fue completa.
Bastaría con analizar el incumplimiento de las recomendaciones de la
Comisión para la Auditoría Integral del Crédito Público en todos los tramos
de la deuda externa: bilateral, multilateral e inclusive comercial, que se
caracterizaban por ilegalidades e ilegitimidades. Recordemos que el Banco
Mundial había incurrido en prácticas “corruptas” en más de un crédito. Sin
embargo, el gobierno no dio paso a aquella recomendación al mantener
abierta una línea de crédito con dicha entidad financiera.
Por lo pronto la deuda externa ha perdido la estelaridad mediática de otras
épocas. Sin embargo, habrá que ver qué sucede en el futuro si se debilitan
los precios de las materias primas en el mercado mundial y se endurece aún
más el dólar, cuando sobre todo los créditos con China (cuyas condiciones
no han sido totalmente transparentadas) se conviertan en una carga de
difícil cumplimiento.
A más de China habría que incluir, sobre todo, los intereses rusos,
brasileros y coreanos, que se disputan fracciones del pastel; sin minimizar
la presencia de capitales norteamericanos o europeos. *Así, el Gobierno
goza de condiciones internas y externas favorables, pero sigue enredándose
en el círculo vicioso de la dependencia exterior. *
*Modernización del Estado para una modernización capitalista, sin cambios
en la matriz productiva *Más allá de algunos discursos radicales, este
régimen* ha jugado sus cartas por la modernización del capitalismo y no por
algún proyecto revolucionario*. Y para conseguirlo, el correísmo está
empeñado en modernizar el aparato estatal, no en construir otro Estado,
menos aún un Estado plurinacional, como dispone la Constitución de
Montecristi. El servicio público -como se propuso en Singapur no en Corea
del Sur- debe transformarse en una máquina eficiente y efectiva para que
cristalicen los planes oficiales. Hay que lograr que los funcionarios
públicos se sintonicen con los planes gubernamentales. Para hacerlo se
recurre al entusiasmo o a la amenaza permanente.
El Gobierno, para cristalizar su propuesta de transformación de la matriz
productiva, busca inversión extranjera lo que conlleva implicaciones en
materia fiscal, laboral, ambiental, social… y para lograrlo, se está
haciendo concesiones al capital más allá de la entrega de importantes
sectores extractivos. Y quizás aquí se inscriben los intentos del Gobierno
por llevar adelante las negociaciones de un tratado comercial (tipo TLC)
con la Unión Europea */2*. En concreto existen planes para desarrollar la
petroquímica, tanto en la fase de refinación de petróleo como en la de
procesamiento de plásticos y fertilizantes, así como la acería y siderurgia
(en un país sin yacimientos importantes de hierro), astillero, pero siempre
a partir de una matriz de acumulación sustentada en un redoblado
extractivismo.
Parecería que se trata de construir una serie de enclaves, es decir
proyectos que tendrán asidero externo y que, adicionalmente, no tendrían
ninguna previsión clara sobre los procesos de readecuación tecnológica en
ciernes a nivel internacional. Resulta ingenuo pensar que se podrá competir
en esos rubros con potencias industriales tan poderosas como China, por
ejemplo.
Este accionar modernizador del capitalismo en Ecuador, en estos siete años,
no ha afectado la redistribución de la riqueza, no ha cambiado los patrones
de consumo; al contrario ha exacerbado el consumismo. Por lo tanto, por
esta vía no se puede transformar la estructura productiva al menos para
consolidar un desarrollo endógeno, mucho menos para impulsar el Buen Vivir
o *sumak kawsay *(Acosta 2013a). El propio presidente Correa reconoce esta
realidad. Al cumplir cinco años de su gestión, en una entrevista al diario
gobiernista El Telégrafo, el 15 de enero de 2011, Correa ya lo dijo:
*“…básicamente
estamos haciendo mejor las cosas con el mismo modelo de acumulación, antes
que cambiarlo, porque no es nuestro deseo perjudicar a los ricos, pero sí
es nuestra intención tener una sociedad más justa y equitativa.” *
Hacer lo mismo de siempre, esperando que las cosas mejoren, es una torpeza,
habría dicho Albert Einstein. El presidente lo ha dicho, no es nuestro
deseo perjudicar a los ricos… que serán cada vez más ricos, por más que
mejore la situación de los más pobres. Por otro lado, el Gobierno de
Correa, en línea con “*el progresismo actual* -como lo define con claridad
Eduardo Gudynas- *no discute las esencias conceptuales del desarrollo. Por
el contrario, festeja el crecimiento económico y defiende las exportaciones
de materias primas como si fueran avances en el desarrollo*” */3 *.
Y en el caso del presidente Correa el asunto es aún más contradictorio,
cuando se presenta discursivamente como un impulsor del Buen Vivir: una
propuesta que en esencia es una alternativa al desarrollo y que constituye
un mandato constitucional.
*El Gobierno actual sigue con el mismo modelo económico de siempre y las
estadísticas comprueban que no hay ningún cambio positivo en la
distribución de la riqueza en el país*. Con un par de cifras se puede
comprender mejor como, entre 2010 y 2013, en el Ecuador, los ingresos de
los grupos económicos en el período 2012-2013 (76.721 millones de dólares)
fueron 98,4% superiores al período 2004-2006 (38.673 millones de dólares).
Las utilidades de los grupos económicos pasaron de 5.588 millones de
dólares en 2006 (antes de Correa) a 10.009,5 millones de dólares en 2013
(con Correa). Si bien, por mandato constitucional, la banca y los banqueros
ya no pueden tener propiedades ajenas a las relativas a su actividad
específica, el crecimiento acumulado de utilidades de la banca privada en
el período 2011-2013 (durante este Gobierno) fue 84,2% superior al período
2004-2006 (gobiernos neoliberales, de mucho menos bonanza económica, por
cierto).
En estos siete años de Gobierno el promedio anual de dichas utilidades
bordea los 285 millones.
En esta economía dolarizada, en un ambiente de consumismo desenfrenado
alentado por el propio Gobierno, en el año 2011, las empresas de
comunicación (sobre todo las telefónicas) obtuvieron beneficios anuales
superiores a 38,5% en relación con su patrimonio neto, las empresas del
sector inmobiliario 28,23%, seguros privados 21,27%, manufacturas 20,76%,
supermercados 18,10% */4*. Todos estos son sectores profundamente
concentrados. Esta realidad explica por qué las grandes empresas han
asumido sin mayor conflicto la creciente presión tributaria. De paso
constatemos que la economía popular y solidaria, que ha recibido una
mención preferente en muchos discursos gubernamentales y que cuenta con una
interesante institucionalidad para su desarrollo y control, sobre todo
luego de su posicionamiento constitucional, no ha sido el sector más
aventajado de la política gubernamental.
Con un Gobierno que ha recibido los mayores ingresos fiscales de toda la
historia republicana, los grupos más acomodados, muchos de ellos vinculados
al capital transnacional, no han visto afectados sus mayores privilegios.
Aunque se anota una reducción de la pobreza en estos años, lo que interesa
aquí es constatar que no ha habido una real redistribución de los activos y
tampoco de los ingresos no petroleros. En suma, solo se han distribuido
mejor los ingresos, más no la riqueza. Esta situación es explicable por lo
relativamente fácil que resulta obtener ventaja de la generosa Naturaleza,
sin adentrarse en complejos procesos sociales y políticos de redistribución
de la riqueza.
*Las reiteradas negaciones presidenciales a una transformación de fondo *
No se han dado paso a una redistribución de la riqueza porque el caudillo
del proceso no cree en esas redistribuciones. Recordemos, por ejemplo, que
el primer mandatario se ha declarado en varias oportunidades contrario a la
redistribución de la tierra, que por mandato constitucional debería haberse
ya dado. El objetivo de una transformación de inspiración socialista de
hecho debería iniciar por el sector agrario donde la pobreza se concentra.
Al contrario, el presidente Correa no considera la redistribución de la
tierra como una solución a la desigualdad en el país.
En su declaración del 1 de octubre del año 2011 dijo: *“la pequeña
propiedad rural va en contra de la eficiencia productiva y de la reducción
de la pobreza… repartir una propiedad grande en muchas pequeñas es repartir
pobreza”. *Y conste que Correa es consciente del problema de concentración;
en una entrevista a Le Monde Diplomatique, publicada el 3 de enero del año
2010, afirmó que la
*“tenencia de la tierra en Ecuador no ha cambiado sustancialmente y es una
de las distribuciones más inequitativas del mundo; el coeficiente de Gini
supera el 0,9 en cuanto a tenencia de tierra.” *El Gobierno de Correa
tampoco* tiene interés en desprivatizar el agua,* como dispone la
Constitución*.* Además, basta recordar que luego de aprobada la
Constitución y en contra de sus disposiciones, s*e autorizó ampliar la
concesión en manos privadas del agua en la ciudad de Guayaquil con
INTERAGUA*.
La política del correísmo en el ámbito agrario, lejos de los mandatos
constitucionales para construir la soberanía alimentaria, favorece a unos
cuantos consorcios agropecuarios, especialmente de la agroindustria y al
sector exportador-importador de productos agrícolas y pecuarios.
Aquí cabría anotar que inclusive el incremento de la inversión pública, que
saltó de 2,5 mil millones de dólares en el año 2007 a 6,8 mil millones en
el año 2013, no tuvo los efectos positivos esperados sobre la producción
nacional, en particular la industria y el empleo. Tampoco alteró el
carácter primario de la economía, por el contrario profundizó las
condiciones para seguir ampliando el extractivismo /*5*.
*Ninguna transformación productiva real a la vista *
En este contexto, sin introducir elementos básicos renovadores, como podría
ser una redistribución del ingreso de la riqueza, así como patrones de
consumo diferentes, entre otros, no se ha dado paso a una reconversión de
la matriz productiva.
Esto lo reconoció en agosto de 2012 la Secretaría de Planificación y
Desarrollo (Senplades). Y esta constatación es muy fácil de ratificar
leyendo el Plan Nacional del Buen Vivir 2013-2017, de la misma Senplades.
Esta importante instancia gubernamental señaló en el año 2012, entre otros,
muchos puntos que le preocupan: - *Se han profundizado las tendencias
reprimarizadoras de la economía, tanto en valor como en volumen; es decir
aumentó la venta de productos sin manufacturar en el mercado
internacional. *- *Se mantiene la concentración de las exportaciones en
pocos productos, aunque ha aumentado el número de los mercados. *- *Existe
todavía un bajo nivel de valor agregado en las exportaciones. *- *Las
importaciones no han variado en su composición, aunque se anota un
incremento de la compra de combustibles. *- *Se sostiene la constante y
baja participación de la industria en la estructura económica. *- *Subsiste
un elevado margen de control del sistema financiero por parte de la banca
privada. *
Hay que anotar como un punto interesante el proceso de transformación de la
matriz energética impulsada desde el inicio del Gobierno. Como parte de
este objetivo, se construye una serie de plantas hidroeléctricas,
postergadas desde la crisis de la deuda externa de los años 80. Esta tarea,
liderada por el Estado, plantea de todas formas algunas preguntas:
¿Servirá este incremento de la oferta de energía eléctrica para mejorar las
condiciones de vida de la población *o se destinará fundamentalmente para
ampliar el extractivismo, como la megaminería? ¿*Cuáles son los impactos en
término de alteración de los ecosistemas y de la vida comunitaria en la
zona de influencia de dichas plantas?
¿Impulsar la hidroenergía, sobre todo con plantas de generación medianas y
grandes, es la estrategia más adecuada para incrementar la oferta de
electricidad?
La industria tampoco demuestra efecto transformador alguno. La importante
inversión pública, como se señaló, no presenta impactos positivos en el
sector manufacturero. Su crecimiento, de 2007 a 2011, fue de 4,29%, algo
más que el 3,66% logrado de 2002 a 2006: años neoliberales y de fin de la
poscrisis del tornasiglo. Este crecimiento industrial es mucho menor que el
logrado en el boom petrolero de los años setenta: 9,1% en promedio en la
década, cuando se puso en marcha con relativa eficacia un proceso de
industrialización vía sustitución de importaciones. El saldo para la
industria es pobre. La participación de este sector en el PIB no ha tenido
importantes cambios. Los sectores industriales con mayor participación son
aquellos intensivos en recursos naturales y mano de obra. Hay que tener
presente, además, que en la actualidad apenas un 10% de las unidades
productivas realizan un proceso que podría ser considerado como de
transformación productiva. Mientras tanto, el sector de servicios ha
crecido mucho en estos años de apertura comercial y dolarización.
Por el lado de los servicios se mantiene un déficit comercial estructural.
Y estos son mayoritariamente consumos finales, lo cual, como acepta la
Senplades, es un posible indicador de su bajo nivel de valor agregado. Hay
un superávit comercial solo en los servicios correspondientes a la cuenta
de viajes, que incluye servicios turísticos. En el ámbito del comercio
internacional la gestión gubernamental ha dado tumbos.
El déficit comercial no petrolero continúa creciendo. La economía se
sostiene gracias a los elevados precios del crudo. Conociendo los problemas
existentes y por cierto las potencialidades del país, casi que sorprende la
incapacidad para definir una concepción estratégica de país para intervenir
en el mercado mundial con inteligencia y agilidad, sin sacrificar la
soberanía nacional. De las negativas iniciales a la firma de cualquier tipo
de acuerdo tipo TLC, que coincidía con los planteamientos de soberanía del
Plan de Gobierno del Movimiento País de 2006, se pasó a una confusa
negociación con la Unión Europea.
*Extractivismo del siglo XXI *
El presidente Correa ha sido muy franco. *Apuesta por más petróleo, por la
megaminería, por los agrocombustibles, por los transgénicos **/6*, todo en
un deseo por impulsar la productividad. Es más, como lo ha dicho
oficialmente, *con más extractivismo pretende sacar al Ecuador del
extractivismo.* En su empeño cristaliza las aspiraciones extractivistas de
“la larga noche neoliberal”, que por lo demás ha estado presente desde los
orígenes de la República.
Recordemos que en la Asamblea Constituyente de Montecristi, a través del
mandato minero, el 18 de abril de 2008, se pretendió poner en orden el
manejo neoliberal en este campo. Algo se avanzó, pero a poco el Gobierno,
incumpliendo incluso dicho mandato y expresas normas constitucionales,
impuso la ley de minería en enero de 2009. Luego continuó en las
negociaciones con empresas mineras, que lo presionaron para que introduzca
reformas a tono con sus demandas, en el año 2013. Y en la actualidad,
cuando ya hay un contrato para explotar cobre en la Cordillera del Cóndor,
firmado el 5 de marzo de 2012, no logra suscribir nuevos contratos que
puedan hacer realidad la megaminería, pues las empresas exigen más
beneficios.
No se puede menospreciar el hecho de que gran parte de las actividades
extractivas -así como las grandes industrias básicas propuestas- *solo
podrán hacerse con el concurso del capital transnacional.* Según MARISTELLA
SVAMPA, lo único que ha cambiado es *el lugar relativo desempeñado por el
Estado*: *si antes se abstenía en términos relativos, ahora es uno de los
comensales más activos *(SVAMPA, 2013).
El objetivo es una mayor participación del Estado en la renta petrolera y
minera. Este extractivismo del siglo XXI, a contrapelo de los discursos
soberanistas, resulta recolonizador.
También se impone la ampliación de la frontera petrolera en el sur de la
Amazonia con la XI Ronda Petrolera; aunque sus resultados resultaron
pobrísimos: se presentaron cuatro ofertas para 21 bloques. Cabría hacer
mención sobre la forma en que dio paso a la consulta previa en este caso,
atropellando la ley y los procedimientos. Un punto que no puede quedar al
margen de estas reflexiones es el relativo a la* Iniciativa
Yasuní-ITT. *Ecuador
sorprendió al mundo hace ya más de siete años, cuando propuso dejar en el
subsuelo del Yasuní, en plena Amazonia, un significativo volumen de
petróleo. Esta propuesta, que surgió desde la sociedad civil, no alcanzó a
consolidarse a nivel oficial debido a las inconsistencias y las
contradicciones del Gobierno del presidente Rafael Correa.
*Lo que debemos tener claro es que, en la medida que se amplía y profundiza
el extractivismo, se agrava la devastación social y ambiental*.
Mientras crece la resistencia social en los territorios afectados, el
gobierno responde con la criminalización de la protesta. Los derechos
colectivos de varias comunidades indígenas y campesinas son atropellados.
Poco importa que en el Ecuador constitucionalmente la Naturaleza sea sujeto
de derechos .
*El saldo, una “revolución ciudadana” sin revolución social, ni productiva *
En síntesis, la propuesta tecnocrática del Gobierno del presidente Correa
responde a un intento por* modernizar el capitalismo *en el Ecuador.
Inclusive su propuesta de una economía sustentada en el conocimiento
(inviable si se firma un TLC con la UE), corre el riesgo de reproducir
inútilmente esquemas existentes en otros países y en otros tiempos. A lo
sumo terminaría por alentar una (imposible) mutación del Ecuador en el
“jaguar latinoamericano”, en réplica del desarrollo capitalista de Corea
del Sur */7 * o de Singapur. La confianza en la tecnocracia moderna parece
ilimitada, tanto que en el Gobierno ni siquiera se dan el trabajo de al
menos estudiar las experiencias de otras épocas, como fue la
industrialización vía sustitución de importaciones de inspiración cepalina
y dependentista.
Para cerrar este breve análisis, aceptemos con la Senplades, que faltan
planes de acción concretos para la consecución de los objetivos de cambio
de matriz productiva. No es válido el argumento de que no se ha avanzado
porque la matriz productiva es heredada, pues antes de que se inicie este
Gobierno, no solo que ya se conocía esa realidad, sino que se tenía una
agenda mínima para su transformación.
De hecho, las acciones desplegadas supuestamente a favor del cambio
estructural, sin haberlo siquiera intentado, profundizan una mayor
polarización entre los grupos más acomodados y el grueso de la población
*/8*, al tiempo que ahondan la dependencia del país del capital
transnacional, últimamente representado en mayor manera por el capital
chino.
Eso sí, esta propuesta modernizadora del capitalismo, que caracteriza al
correísmo, va construyendo una nueva hegemonía dominante casa adentro y
nuevos poderes económicos van sustituyendo a los anteriores. El correísmo
consolida, entonces, un nuevo modelo de dominación burguesa, que cuenta con
una máquina burocrática legalizada, dócil y activa. Correa quiere
normalizar, disciplinar y ordenar la sociedad, para esto limita los lugares
públicos -plazas y calles- para impedir cualquier manifestación de rechazo
al régimen, con una normativa legal con claros rasgos represivos (Acosta
2013b). *El saldo nos dice que el capitalismo en el Ecuador goza de muy
buena salud, *el rentismo se expande y ni siquiera se han reducido los
mecanismos de explotación de los seres humanos y menos aún de la
Naturaleza. Correa no está para alternativas, mucho menos para
revoluciones, y peor aún para utopías, como el Buen Vivir. Su propuesta es
desarrollista. Busca la eficacia tecnocrática, la provisión de
infraestructura y el incremento del consumo, a partir de la recuperación
del Estado.
Hace rato que el presidente consolidó su línea de Gobierno. Carecen de
contenido sus reiteradas declaraciones de radicalizar la revolución, salvo
para quienes ingenuamente aún esperan que -desde dentro del Gobierno- se
pueda disputar el sentido histórico de la ahora mal llamada “revolución
ciudadana”.
* En realidad lo que se vive en Ecuador es la modernización del capitalismo
extractivista, lo que, para ponerlo en palabras de James Petras, significa
“un gran salto hacia atrás”* */9*.
*Referencias bibliográficas *
- Acosta, Alberto (2013a) *Buen Vivir – Sumak Kawsay. Una oportunidad para
imaginar otros mundos.* Barcelona: ICARIA.
- Acosta, Alberto et. Al. (2013b) *El correísmo al desnudo*, Quito:
Montecristi Vive.
- Ávila Santamaría, Ramiro (2013) “De la utopía de Montecristi a la
distopía de la revolución ciudadana”. En varios autores, *El correísmo al
desnudo*, Quito: Montecristi Vive.
- Gudynas, Eduardo (2013) Izquierda y progresismo: la gran divergencia
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=178651
- INEC (2011) *Censo Económico 2010*.
- INEC (2013) Indicad ores de Pobreza – Diciembre. - Senplades (2012)
*Diagnóstico
matriz productiva* (mimeo).
- Senplades (2013) *Plan Nacional del Buen Vivir 2013-2017*.
- Stefanoni, Pablo; “Ni Caracas, ni La Habana… Seúl: La utopía coreana en
los Andes” (2013), en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=171279
- SVAMPA, MARISTELLA. (2013) “El Consenso de las “commodities” y lenguajes
de valoración en América Latina”, revista *Nueva Sociedad 244,* marzo-abril.
Recuperado de: http://www.nuso.org/upload/articulos/3926_1.pdf
<http://www.nuso.org/upload/articulos/3926_1.pdf>
- Varios autores (2006) *Plan de Gobierno del Movimiento País 2007 – 2011*,
(mimeo).
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*Alberto Acosta: Economista ecuatoriano. Profesor e investigador de la
FLACSO. Ex colaborador científico del ILDIS-FES (1990-2006). Exministro de
Energía y Minas (2007). Expresidente de la Asamblea Constituyente y
asambleísta constituyente (2007-2008). Excandidato a la Presidencia de la
República (2012-13). *
*NOTAS *
[2] El ministro de Comercio afirmó que “el acuerdo con la UE tendrá un
tronco análogo a acuerdos como los que ya rigen para Colombia y Perú.”
(Diario Hoy, 13.9.13)
[3] Ver en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=178651
[4] Estas cifras fueron difundidas por la Asociación de Bancos Privados del
Ecuador en noviembre de 2012.
[5] En este gobierno, como ha sucedido en otros gobiernos “progresistas” de
la región, se sigue trabajando para cristalizar la Iniciativa de
Integración de la Infraestructura Regional de Sur América (IIRSA), de claro
origen neoliberal. Su objetivo es integrar los enormes depósitos de
minerales, petróleo biodiversidad y agua de América latina al capitalismo
global.
[6] Al presidente Correa no le importa que en la Constitución del 2008 se
establezca “la prohibición de la importación y uso de transgénicos”.
[7] Este país -“jerárquico y competitivo al extremo”- es el referente real
para Ecuador y Bolivia. Ver Stefanoni (2013).
[8] El GINI que había descendido desde el año 2007 hasta el año 2011, ha
comenzado a repuntar en los dos años subsiguientes, al igual que la
pobreza, sobre todo en la ciudad de Guayaquil, de conformidad con
informaciones del INEC (2013).
[9] Inclusive panegiristas del gobierno como Juan Paz y Miño lo reconocen:
“Ecuador construye una forma de capitalismo social con Estado bajo poder
ciudadano y que esto es un socialismo del siglo XXI”, Juan Paz y Miño en el
diario gobiernista El Telégrafo, 14 de abril del 2014
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