<table cellspacing="0" cellpadding="0" border="0" ><tr><td valign="top" style="font: inherit;"><DIV>El otro día ojeando el libro (que no he leido), Con la comida no se juega, me gusto esta cita que escogieron sus autores para empezar a hablar de qué es el bah:</DIV>
<DIV> </DIV><I><FONT face=PalatinoLinotype-Italic size=1><FONT face=PalatinoLinotype-Italic size=1>
<P align=left>El infierno de los vivos no es algo por venir; hay uno,</DIV>
<P align=left>el que ya existe aquí, el que habitamos todos los días,</DIV>
<P align=left>que formamos estando juntos. Hay dos maneras de</DIV>
<P align=left>no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar</DIV>
<P align=left>el infierno y volverse parte de él hasta el punto de</DIV>
<P align=left>dejar de verlo. La segunda es arriesgada y exige</DIV>
<P align=left>atención y aprendizaje continuos: buscar y saber</DIV>
<P align=left>reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es</DIV>
<P align=left>infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio.</DIV></I></FONT></FONT><FONT face=PalatinoLinotype-Roman size=1><FONT face=PalatinoLinotype-Roman size=1>
<P align=left>Italo Calvino,</DIV>
<DIV>«Las Ciudades Invisibles» (1972)</DIV>
<DIV> </DIV>
<DIV> </DIV>
<DIV>Felicidades a todos los bahlientes presentes y ausentes.</DIV>
<DIV> </DIV></FONT></FONT></td></tr></table><br>