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<BR>> Date: Thu, 10 Dec 2009 13:16:37 +0100<BR>> From: pringles@nodo50.org<BR>> To: <BR>> Subject: [Fwd: Fwd: Aminetu]<BR> <BR>*10 días en el aeropuerto con Aminetu Haidar en su huelga de Hambre.*<BR>> <BR>> *Del día nº 14 hasta el 23 en el aeropuerto de Lanzarote.*<BR> <BR>> Domingo 29 de Noviembre, día nº 14 de su huelga de hambre.<BR>> <BR>> Aminetu pierde el conocimiento en la reunión con el jefe de gabinete de <BR>> Moratinos, Agustín Santos. La llevan al habitáculo donde descansa; no <BR>> puede volver a salir de la habitación.<BR> <BR>> El lugar donde se encuentra Aminetu en el aeropuerto es en el segundo <BR>> piso, en llegadas de la T1, al lado de unos bancos donde se encuentra la <BR>> mesa para recoger las firmas y una colchoneta donde se sentaba para <BR>> hablar o se tumbaba cuando ya no podía más. Además sus amigos ponen <BR>> algunos carritos para protegerla de los turistas que vienen deslumbrados <BR>> de la luz exterior, y cegados podían llegar a pisarla, y de toda la <BR>> gente que intenta acercarse por distintas razones. Estos carritos <BR>> también sirven para poner pancartas explicativas de la situación de Aminetu.<BR> <BR>En la cafetería, que está muy próxima al lugar en el que se encuentra <BR>> Aminetu, se encuentra todo el mundo que ayuda a difundir la información.<BR> <BR>Aminetu está durmiendo en un pequeño habitáculo perteneciente a las <BR>> cocheras de autobuses del aeropuerto, junto a una persona que la <BR>> acompaña todas las noches. Es un cuartucho sin luz, sin ventilación, no <BR>> tiene ventanas.<BR><BR> En el habitáculo de al lado, junto a las máquinas de café, sándwiches y <BR>> refrescos, duermen entre 15 y 20 personas, amigos y colaboradores de <BR>> Aminetu. Los que no caben duermen en la calle. Las condiciones y el <BR>> hacinamiento son parecidos al de la cárcel negra de El Aaiun.<BR><BR> Todos los días ha de recorrer un pasillo entre autobuses, en la calle, a <BR>> la intemperie, para posteriormente entrar al aeropuerto desde las <BR>> cocheras de salida, coger el ascensor y llegar al lugar mencionado en <BR>> una silla de ruedas.<BR><BR> <BR>Lunes por la mañana: se levanta el campamento, todo el mundo recoge <BR>> mantas colchonetas, maletas y demás enseres.<BR><BR>Muchos se suben con sus ordenadores y otros se quedan ordenando. Aminetu <BR>> se levanta y se dirige arriba con su silla de ruedas. Detrás va otro <BR>> carro con su colchoneta y mantas. En el ascensor me ve y se le ilumina <BR>> la cara, como siempre cuando sonríe. Intenta echase para adelante para <BR>> besarme pero el dolor de huesos que siente a la altura de la nuca se lo <BR>> impide, un gesto de dolor que trata de disimular con una sonrisa. Me <BR>> hace darme cuenta de su sufrimiento y de su esfuerzo.<BR><BR>> Le pregunto ¿cómo estás?, poniéndome en cuclillas a su lado y, como <BR>> siempre, dice, bien.<BR><BR>> Se sienta en su sitio y va llegando gente a verla, gente importante, <BR>> parlamentarios, senadores, políticos, gene de la cultura, del arte, <BR>> delegaciones de distintas comunidades pertenecientes a distintas <BR>> asociaciones de amigos del pueblo saharaui, también turistas que han <BR>> oído en los medios su historia, curiosos que se intentan colar, y los <BR>> medios. A todos recibe y para todos tiene palabras de cariño, <BR>> comprensión, a todos escucha hasta el agotamiento. Cuando se marchan, <BR>> intenta descansar entre el bullicio de la gente, los carros ruidosos, <BR>> los motores de los aviones y los flashes de las máquinas de fotos que le <BR>> dañan la vista.<BR><BR>> A veces pienso que por qué nadie le dice que deje la huelga de hambre, <BR>> que tanto sufrimiento le está ocasionando; otras veces pienso que cuál <BR>> será el motivo de que nadie haga nada, ya que es algo muy sencillo, que <BR>> una mujer vuelva a su casa con sus hijos, mucha corrupción y sobornos <BR>> tiene que haber para que dejen morir a esta mujer.<BR><BR>> Poco a poco veo su fuerte convicción y el dolor que le produce que no se <BR>> respete su decisión.<BR><BR>> Todos creo que nos encontramos entre la espada y la pared, por un lado <BR>> el cariño que la tenemos, y que queremos que esté bien y que no le pase <BR>> nada, y por otro nuestra obligación a respetarla.<BR> <BR>> No tenemos tv, y pocos ordenadores con Internet, no sabemos muy bien qué <BR>> es lo que está saliendo fuera, pero creo que nadie se da cuenta de que <BR>> sólo puede estar un par de horas atendiendo a la gente, el resto es para <BR>> descansar y reponerse.<BR> <BR>> Uno de los días que vi a Aminetu más animada es cuando vino Saramago, y <BR>> también los que la acompañó Marselha, de la fundación Robert F: Kennedy.<BR> <BR>> Cada vez tiene menos fuerzas para estar arriba, y va reduciendo sus <BR>> horas, cada día tiene más problemas para conciliar el sueño. Estamos <BR>> divididos, unos abajo con ella, otros arriba con los ordenadores.<BR><BR>> El viernes 4, 19 días de huelga de hambre, a eso de las 6 de la tarde, 3 <BR>> ó 4 personas estamos pendientes de su puerta, ya que nunca ha recibido <BR>> protección más que de sus amigos, cuando alguien me dice que <BR>> probablemente se va en 20 minutos.<BR> <BR>> *Las caras de tod@s se iluminan* y todo el mundo se movía nervioso. A mí <BR>> me hacían una entrevista de radio por teléfono. Me era casi imposible <BR>> mantener la conversación, poco a poco la noticia se fue extendiendo y <BR>> cada vez había más gente y medios. En breve llega una ambulancia y, poco <BR>> después y bajo una fuerte aclamación, apareció Aminetu, que fue al baño <BR>> y fue introducida en la ambulancia. Con las manos nos dijo adiós.<BR><BR>
Al separarse la ambulancia, hubo un gran júbilo, los saharauis saltaban, <BR>> gritaban mientras los españoles lloraban, después todos subimos al <BR>> aeropuerto a esperar más noticias. En breve se empieza a rumorear que el <BR>> avión no despega, todo era un fraude, un teatro orquestado por España <BR>> para que creyera la opinión pública que ellos hacían lo que podían. Lo <BR>> único que son capaces de hacer *es reírse de una mujer enferma*, que <BR>> lleva 20 días en huelga de hambre, a la que estaban dispuestos a dejar <BR>> morir.<BR><BR>> Marruecos lo confirma: no han llegado a ningún acuerdo, no ha habido <BR>> reunione<BR><BR>> Desde ese día, Aminetu no vuelve a subir al aeropuerto. Pasó una mala <BR>> noche, el médico por la mañana me dice la palabra técnica que no soy <BR>> capaz de recordar, pero es una taquicardia, producida por el gran <BR>> esfuerzo, la ambulancia, subir y bajar andando al avión, la tensión <BR>> emocional. Ella llegó a llamar a sus hijos para decirles que va…. Y otro <BR>> de los muchos desatinos de nuestro gobierno: ella tiene un salvoconducto <BR>> para salir, pero al entrar la guardia civil la impide la entrada por <BR>> volver indocumentada. Pasa todo el día en el cuartucho que le han asignado.<BR><BR>> El gobierno español presiona a Aminetu, no entienden por qué no acepta <BR>> la nacionalidad española, parece que les cuesta entender que se sienta <BR>> orgullosa de ser saharaui, que quiera tener el pasaporte que le permita <BR>> volver a casa, a su tierra con los suyos.<BR> <BR>> Yo me pregunto por qué no le dan a todos los miembros de nuestro <BR>> gobierno un pasaporte somalí, después de meterlos en un avión a la <BR>> fuerza, a ver si así empiezan a entender. Pero entender lo entienden <BR>> perfectamente, lo único que pasa es que hay muchos millones en juego, <BR>> recordemos que solamente de los fosfatos Marruecos expolia al pueblo <BR>> saharaui 1500 millones cada año.<BR> <BR>> En España, en Madrid, cada día hay una manifestación, la población se ha <BR>> movilizado, en los medios es la noticia más importante, los periódicos <BR>> ocupan hasta las 5 primeras páginas hablando de Aminetu, pero para <BR>> nuestro gobierno no es suficiente, el pueblo español no le importa.<BR> <BR>> *El día 21, anochecido*, estábamos 3 ó 4 personas cerca de la puerta <BR>> cuando viene un grupo de 7 u 8 personas a gran velocidad. Al ver que <BR>> vienen derechos al cuarto de Aminetu, me acerco a preguntar qué <BR>> quieren, y que no se puede pasar, pero no puedo terminar la frase, sin <BR>> parar me dicen que es el juez y que van a entrar. Intento llamar a Edi, <BR>> la persona que está dentro con Aminetu, pero no me da tiempo. Ellos <BR>> entran y echan de la habitación a Edi, con lo que la pobre Aminetu se <BR>> queda sola con los 8, que se meten dentro y cierran la puerta.<BR><BR>> Los policías se encaran con nosotros al salir, Aminetu declaró que la <BR>> trataron peor que en Marruecos, que la acosaban psicológicamente. El <BR>> cámara de la plataforma se puso a grabar y el juez y la policía quiso <BR>> quitarle la cámara y la cinta. Edi llama a todos los medios para que <BR>> graven cómo quieren quitar la cámara.<BR><BR>> La tensión es máxima, el juez se marcha de allí, pero continúa en el <BR>> aeropuerto reunido con el médico de Aminetu, y los medios continúan a la <BR>> expectativa, y vemos cómo en las dependencias del aeropuerto que lindan <BR>> con las cocheras en las que estamos llegan furgones de policía nacional <BR>> y guardia civil, llegan en torno a 20 ó 30 furgones.<BR><BR>> El médico regresa en tono a las 2 de la mañana y, posteriormente, se va <BR>> la policía.<BR>> <BR>> Al amanecer Aminetu declara que prescinde de su médico personal ya que <BR>> el juez ha obligado a éste a dar el historial médico de Aminetu. Ella <BR>> quiere liberar a su médico de la presión a la que se ve sometido, así <BR>> como preservar su intimidad.<BR><BR>> El final de esta historia inconclusa también *depende de nosotr@s*, de <BR>> lo capaces que seamos de romper muestra rutina, nuestra forma de vivir, <BR>> para luchar por la suya, para que se haga justicia.<BR><BR>> *Tod@s, desde donde podamos* y como podamos, tenemos que luchar porque <BR>> esto que puede ser un final se convierta en un principio.<BR><BR>> Carmen Giner Briz<BR>> www.wsrw.org <http://www.wsrw.org><BR>> <BR>> -- <BR>> Hay que decir lo que hay que decir pronto, <BR>> de pronto,<BR>> visceral<BR>> del tronco;<BR>> con las menos palabras posibles<BR>> que sean posibles los imposibles.<BR>> Hay que hablar poco y decir mucho<BR>> hay que hacer mucho<BR>> y que nos parezca poco:<BR>> Arrancar el gatillo a las armas, <BR>> por ejemplo.<BR>> (Gloria Fuertes)<BR> <BR><BR><BR> <BR><BR><BR>
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