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Hola, a colación de la conversación entre cañitas que tuvimos el otro
día, os mando la experiencia vivida por dos mujeres de negro de Sevilla
en Estrasburgo. Frustrante, como ellas dicen.<br>
un beso,<br>
almu<br>
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-------- Mensaje original --------
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<tbody>
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<th align="right" nowrap="nowrap" valign="baseline">Fecha: </th>
<td>Mon, 06 Apr 2009 23:13:08 +0200</td>
</tr>
</tbody>
</table>
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Ya de vuelta de “nuestra experiencia” antimilitarista en Estrasburgo,
queremos compartir con vosotr@s lo que ha sucedido, aunque las palabras
no siempre alcanzan para expresar ciertas situaciones y vivencias.<br>
Como en la vida misma, ha habido momentos para todo: para emocionarse,
para aprender, para reír y disfrutar, para comunicar… pero también para
dudar y temer. Y al final, para volver a reflexionar sobre temas ya tan
trillados que creíamos tener definitivamente claros. Porque hay que
volver a situarse en un mundo continuamente cambiante en cuanto a las
diferentes violencias y a los lugares de donde proceden.<br>
En estos días ha habido mucha violencia, mucha represión, demasiado
terror militarista en una ciudad totalmente tomada por la violencia de
las armas. El despliegue de la fuerza militar ha sido todo un ejemplo
de lo que no debería ser la vida nunca, en ningún lugar. Y
continuamente se nos venia a la mente lo que debe ser el cotidiano en
Afganistán, Irak, Palestina… y en tantos otros lugares del mundo donde
se ha instalado de manera sistemática y continua, formando parte de “la
vida” diaria.<br>
Entendemos que, en estas condiciones, se den actos de violencia por
parte de la gente que la sufre, resultado de un continuo sentimiento de
frustración y rabia, ante la impotencia de ir mas allá de ninguna otra
forma posible.<br>
Pero, desde nuestra conciencia de activistas de la noviolencia, tenemos
que detenernos y analizar esta otra forma organizada de violencia
patriarcal que parte de grupos organizados y que no valora ni respeta
todo el trabajo de décadas por parte de tantas personas y
organizaciones que estamos en el camino del análisis y la
transformación para acabar, justamente, con todo esto.<br>
Lo que ha sucedido en Estrasburgo el día 4 de Abril en la manifestación
ha sido una demostración de fuerza y brutalidad entre dos grupos
violentísimos que se han puesto a pelear entre ellos como si de dos
bandas de “machitos” se tratara, usando cada uno sus armas y tácticas,
y sin tener en cuenta en ningún momento a los miles de personas que
quedaban atrapadas en el fuego cruzado. Y hay que decir que allí había
niñ@s con sus padres, ancian@s, personas con muletas, ciegas o
imposibilitadas. No hubo respeto por nadie. Cada quién tuvo que salir
como y por donde pudo, escondiéndose a ratos, a ratos pidiendo en las
sucesivas barreras policiales - ¡con los brazos en alto como si de
malhechores se tratara! – que nos permitieran pasar y no nos
disparasen. <br>
Ha sido, no sólo indignante, sino un paso atrás en la imagen que se ha
dado de lo que los movimientos de la noviolencia somos. Indignante,
frustrante, lastimoso. Porque además, (y habría que averiguar cuánto de
responsabilidad tienen los propios poderes militaristas en todo este
fregao) la fuerza represora militar ha quedado como la protectora de
todos nosotros en la situación producida. <br>
¿Querréis creer que nos resultaba más terrorífico estar rodeadas por
los black-bloq que por los militares…? No sabéis qué violencia
arrastran estos jóvenes, entre los que tristemente encontramos algunas
jovencitas.<br>
Tan es así que, tras poder salir D.N.I. en mano por la última barrera
policial, después de horas de andar perdidas y siempre sitiadas, a km.
de la ciudad, en medio de una marea humana tan cansada, deprimida y
desolada como nosotras, nuestra conclusión primera era que no debemos
volver a repetir esta experiencia. Desde el pensamiento de mujeres
feministas antimilitaristas no debemos permitir que los locos violentos
de turno se aprovechen de una cobertura como la nuestra – con todo el
trabajo y esfuerzo de años, de generaciones – para sentirse arropados y
hacer explotar en medio su locura. Para arrastrarnos, ante la opinión
pública, a la imagen de los “manifestantes violentos”, como podíamos
leer ayer en El País, nada más aterrizar en Barajas. Para destruir
tanto en tan poco tiempo…<br>
Y no penséis que estamos exagerando. Sabemos que, si alguien nos
contara esto mismo sin haberlo vivido nosotras, tal vez intentaríamos
justificar a los jóvenes violentos. Ya lo hemos hecho otras veces,
pensando que era una intoxicación del poder. Pero ahora no es así, os
lo podemos asegurar. <br>
Creemos que es el momento de analizar, con tranquilidad, todo lo
sucedido para ver cómo seguimos andando. Para reforzarnos y no dejarnos
arrebatar las conquistas ya logradas.<br>
Es lo que deseamos hacer con vosotr@s. En la esperanza de seguir
abriendo caminos para la paz desde nuestra filosofía de la noviolencia.<br>
Sofía y Mª Angeles <br>
En Sevilla, a 6 de Abril de 2009 <br>
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