<html><head><title>Pelota de Trapo</title></head><body bgcolor="#F4F9E3" text="#000000"><div align=center><!--http://downloads.dyw.com.ar/ap/--><p><img src="http://downloads.dyw.com.ar/ap/09-03-06/encabezado.gif" width=531 height=85><p><img src="http://downloads.dyw.com.ar/ap/09-03-06/indicenuevo1-2.gif" width=521 height=30><br><a name="arriba"></a></p><table width="66%" border=0 cellpadding="2 "><tr><td width="5%" height=27><img src="http://downloads.dyw.com.ar/ap/09-03-06/botom-postaindice.gif" width=19 height=23></td><td width="38%"><font face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font size=2 color="#329F2C"><font face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font size=2 color=0><font face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font size=2 color="#329F2C"><font face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font size=2 color=0><font face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font size=2 color=0><a href="#Nota1"><font color="#333300">Incapaces</font></a></font></b></font></font></b></font></font></b></font></font></b></font></font></b></font></td><td width="5%"><img src="http://downloads.dyw.com.ar/ap/09-03-06/botom-postaindice.gif" width=19 height=23></td><td width="52%"><font face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font size=2 color=0><font face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font size=2 color=0><font face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font size=2 color="#329F2C"><font face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font size=2 color=0><font face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font size=2 color="#329F2C"><font face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font size=2 color=0><font face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font size=2 color=0><a href="#Nota2"><font color="#333300">La Edad de Oro</font></a></font></b></font></font></b></font></font></b></font></font></b></font></font></b></font></b></font></font></b></font></font></b></font></td></tr></table><table width="1%" border=0 cellpadding=0><tr><td width="5%" height=19> </td></tr></table><table width="69%" border=0 cellpadding="2 " bgcolor="#CCEBB9"><tr><td bgcolor="#CCEBB9" width="28%"> </td></tr></table><br><table width="69%" border=0 cellpadding=6><tr><td width="75%" valign=top><p><font face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font size=2 color="#247520">Incapaces</font></b><font size=2 color="#247520"><b><a name="Nota1"></a></b></font></font><font size=2 color="#419631"><br></font></b><font size=2 color="#419631"><font size=1 color="#330000">08/03/06</font></font></font></p><p><font size=1 face="Arial, Helvetica, sans-serif">Por Alberto Morlachetti</font></p><p><font size=1 face="Arial, Helvetica, sans-serif"> (APE).- En 1973, cuando comenzaba a resquebrajarse el Estado de bienestar, Albert Hirschman se preguntaba en qué condiciones la gente tolera una inequidad creciente, y cómo debían contabilizarse las esperanzas y sentimientos en las ecuaciones económicas. </font></p><p><font size=1 face="Arial, Helvetica, sans-serif">La sociedad -toda sociedad- se instituye creando su propio mundo de valores. Una categorización del mundo, una estética y una lógica. Y vivimos una sociedad donde el hombre asiste a la “destrucción de su vínculo privilegiado con lo que lo constituye como humano”. Una sociabilidad donde lo que se pone en entredicho -escribe Agamben- “es la humanidad misma del hombre”. Tal vez en el porvenir -cuando el hambre sea vencido- los nuevos seres nos mirarán como las últimas criaturas humanas que fuimos incapaces de amar a nuestros niños y llorarán de nostalgia sobre nuestras imágenes a causa de este “esplendor”. </font></p><p><font size=1 face="Arial, Helvetica, sans-serif">Según el Diario Clarín (05-03-06) el Ministro de Salud de la República Gines González García destacaba que la desnutrición aguda era del 1.2 por ciento y se encontraba dentro de los parámetros normales y que la obesidad -el 10 por ciento- sería el mayor problema en los niños de 6 meses hasta 5 años de acuerdo a una encuesta oficial. Manifestando que la desnutrición sigue teniendo su “impacto moral”, pero la encuesta ahora “nos señala las tragedias del futuro”. Lo que el Ministro no dice <em>-flameando la bandera nacional de nuestros amores imposibles-</em> que la llamada “desnutrición oculta” tiene -según O’Donell- en la obesidad, su “cara más visible”, pero bien se podría decir que ésta no es otra cosa que la cara diabólica del hambre. ¿Y qué es lo que podría hacer audibles y creíbles estas palabras ministeriales que intentan extinguir la certeza de un empobrecimiento general, para ser más precisos, del 70 por ciento de nuestra población infanto-juvenil? </font></p><p><font size=1 face="Arial, Helvetica, sans-serif">La aritmética sospechosa de las estadísticas suma o resta según las políticas oficiales. La Agencia de Noticias Copenoa informó el 2 de febrero del fallecimiento de Jairo Alexi Gonzáles de un año y siete meses durante la mañana del 14 de enero a las 10 y quince producto de la desnutrición severa que presentaba en el Hospital de Niños de la ciudad capital donde fue trasladado. Los padres de Jairo viven en una humilde vivienda en el pueblito de Gral. Cornejo habitado por 2.300 personas y distante a 25 kilómetros de la ciudad de Tartagal en el Departamento San Martín al norte de la provincia de Salta. </font></p><p><font size=1 face="Arial, Helvetica, sans-serif">La Agencia Walsh (06-02-06) comunica que en los últimos 90 días ocurrieron una decena de casos de muertes por desnutrición en la Provincia de Salta.<em> Irrevocables muertes cuyos nombres no sabremos jamás.</em> Cada día agonizan decenas de niños pobres que no conocerán ningún tiempo. La muerte y sus modos los atrapa con la mirada aguda del cazador de inocencias frente al dolor indiscernible de las madres. No es el discurso supuestamente democrático, sino la muerte, la única que no rompe su promesa. </font></p><p><font size=1 face="Arial, Helvetica, sans-serif">Los Gonzáles reconocían la ternura y el amor, aunque vacilan algunos gobernantes en atribuirles la “simple calidad de vivientes”. Quizás no podían nombrar con palabras de cristal la ternura y el amor pero lo vivían, a veces un instante, que se iba con esa canción desesperada -o sea el hambre de cada día- pero resucitaba una y otra vez dejando inocentes emociones en los pétalos oscuros de la siesta cuando el sexo de ellos volaba anunciando el advenimiento purísimo de un niño. </font></p><p><font size=1 face="Arial, Helvetica, sans-serif">La mamá anda meciendo a Alexis en sus brazos vacíos dándole forma al aire, para mostrar el rubor del mundo, la prueba de que existen otras formas de hacer la vida.</font></p><p align=right><font size=1 face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b>Fuente de datos:</b><br></font><font size=1 face="Arial, Helvetica, sans-serif">Agencia de Comunicación Rodolfo Walsh 06-02-06</font></p></td></tr></table><br><table width="69%" border=0 cellpadding="2 " bgcolor="#CCEBB9"><tr><td colspan=4 bgcolor="#CCEBB9"> </td><td width="6%" bordercolor="#FFCC66"><font face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font size=1><img src="http://downloads.dyw.com.ar/ap/09-03-06/botonvolver2.gif" width=16 height=17></font></b></font></td><td bgcolor="#CCEBB9" width="13%"><font color="#330000" face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font size=1><a href="#arriba"><font color="#333300">Volver</font></a></font></b></font></td></tr></table><br><table width="69%" border=0 cellpadding=6><tr><td valign=top><font face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font size=2 color="#247520">La Edad de Oro</font><font size=2 color="#329F2C"><a name="Nota2"></a><br></font></b><font size=2 color="#419631"><font size=1 color="#330000">09/03/06</font></font></font><p><font size=1 face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Por Oscar Taffetani</font></p><p><font size=1 face="Arial, Helvetica, sans-serif">(APE).- Se suele dividir la Prehistoria en edades que llevan el nombre del material más utilizado: la piedra (paleolítico, mesolítico, neolítico) y más tarde los metales (edad del cobre, del bronce, del hierro). Pero no existe, para la ciencia, una edad del oro.<br>“El oro no es elemento esencial para ningún ser vivo”, dice escueto y terminante un manual de Biología.<br>Sin embargo, antes de aprender a escribir, el hombre ya conocía el oro. Y a partir de la escritura, las evidencias son claras. “El oro de aquella tierra es bueno”, se lee en el Antiguo Testamento (Libro de los Macabeos).<br>Las campañas militares romanas -incluso las que lideró Julio César- tenían como principal objetivo el acopio de oro. Cuentan historiadores latinos que los Partos, pueblo difícil de dominar, echaron oro derretido en la boca del general Marco Craso “para que saciara su codicia”.<br>Virgilio, en su Cuarta Égloga, echó a andar la idea de que sería el nacimiento de un niño lo que acabaría con la primacía del hierro (<em>ferrea primum</em>) y traería a los hombres la ansiada “Edad de Oro” (<em>aurea mundo</em>).<br>Virgilio murió en el 19 antes de Cristo. No pudo ver la Edad de Oro que soñó. Lo que sí vio y pudo marcar con verso certero fue una “maldita hambre de oro” (<em>auri sacra fames</em>), que llevaba a Roma a su destrucción.</font></p><p align=center><font size=1 face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><strong>Dilemas presidenciales</strong></font></p><p><font size=1 face="Arial, Helvetica, sans-serif">Distintos observadores señalaron la pesada “herencia ambiental” que el gobierno de Ricardo Lagos le deja a Michelle Bachelet, en Chile.<br>Ya no hay cisnes de cuello negro, por ejemplo, en el Santuario Carlos Andwanter, junto al río Cruces. Los mató la planta celulosa que Celco instaló en Valdivia.<br>La Ley Corta de pesca aprobada en 2002 -otro caso- provocó la ruina de los pescadores artesanales en un amplio sector de la costa y disminuyó la biomasa de merluza en un 80%, según han denunciado distintas organizaciones ecologistas.<br>Pero lo que constituye el mayor riesgo ambiental a corto plazo es la concreción del megaproyecto Pascua Lama, en la frontera con la Argentina, un plan de extracción de oro con métodos absolutamente contaminantes, que infiltrará con cianuro napas subterráneas, ríos y lagunas cordilleranas, pero que también modificará el paisaje del valle del Huasco, al demoler piedra por piedra los cerros, usando explosivos.<br>Los pozos de las minas a cielo abierto son cráteres de 150 hectáreas de extensión y 500 metros de profundidad. Son heridas abiertas de pronto, en el indefenso silencio del paisaje.<br>Las excusas que puede ofrecer la presidenta Bachelet, si decide incumplir con su promesa de campaña de oponerse al proyecto Pascua Lama, irían desde la existencia de un Tratado Minero firmado por los presidentes Menem y Frei en 1999 hasta el reciente veredicto de la Comisión Regional de Medio Ambiente (COREMA) de la Tercera Región de Chile, aprobando el proyecto Pascua Lama presentado por Barrick Gold (empresa de la que es principal accionista George Bush padre, ex presidente de los Estados Unidos).<br>También podría argumentar la presidenta Bachelet -si decide traicionar las expectativas de cientos de miles de votantes- que la empresa minera Barrick Gold ha venido desarrollando una importante tarea de acción social en beneficio de los pueblos del Huasco, en donde ha concretado el cableado eléctrico, la atención sanitaria, la refacción de edificios públicos y otras tareas que el exitoso “modelo chileno” hasta el momento no contemplaba.<br>Y por último (una fórmula que hemos visto usar hasta el hartazgo, en el caso de las celulosas de Fray Bentos) Bachelet podría alegar en su descargo que vastos proyectos mineros “al otro lado de la cordillera” -como el Bajo de la Alumbrera, en Catamarca; o el Cerro Vanguardia, en Santa Cruz-, igualmente contaminantes, cuentan con el visto bueno del gobierno hermano de la República Argentina.<br>Del Bajo de La Alumbrera se extraen anualmente 15 toneladas de oro y 165 mil de cobre. De Cerro Vanguardia, 6 toneladas de oro y 71 de plata.<br>Claro que no son los únicos proyectos mineros “a cielo abierto” que funcionan de este lado de la cordillera. Según el detallado mapa publicado en el sitio de Internet “No a la mina”, sostenido por la Asamblea Ambiental de Esquel y otras ONG, hay tres en Jujuy; dos más en Catamarca; uno en La Rioja; 17 en San Juan; cuatro en Mendoza; uno en Neuquén; cinco en Río Negro; tres en Chubut (sin contar El Desquite, que está suspendido) y seis en Santa Cruz (sin contar Cerro Vanguardia).<br>Tal como pasa con las celulosas y papeleras, sólo una comunidad -los vecinos de Esquel- fue capaz de oponerse a esa explotación que, con la volátil promesa de crear fuentes de trabajo y la limosna de algunas contribuciones al municipio, se propone demoler y contaminar el paisaje, para extraer de allí ese noble (y vil) metal anatemizado por Virgilio.</font></p><p align=center><font size=1 face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><strong>A la busca de El Dorado</strong></font></p><p><font size=1 face="Arial, Helvetica, sans-serif">La vasta literatura y las películas rodadas sobre la fiebre del oro (California, 1848; la Columbia Británica, 1857; el Yukón, 1896; el Canadá, 1899), nos eximen de comentar la magnitud depredadora que tuvo la búsqueda de ese metal en el norte del continente americano, hasta entrado el siglo XX.<br>Tres siglos antes, la fiebre había sido española, sólo que allí no se trató de juntar amarillas pepitas arrastradas por los ríos, sino de apoderarse del oro ritual de los Incas, por ejemplo (a Atahualpa no le alcanzó una habitación llena para pagar por su vida); o el de los Aztecas (conducidos por un hechizado Moctezuma); o el de los abandonados templos mayas.<br>El folklorista Atahualpa Yupanqui lo dijo, mordaz, al presentarse en un célebre y dorado escenario de Madrid, en los años ‘70: “Vengo a traerles lo que no se supieron llevar de América”.<br>Ya en el siglo XX, superados los medios artesanales, comenzaron otros más rentables, en regiones inexploradas como la cuenca del Amazonas. Allí, cientos de miles de cuentapropistas de la pobreza, llamados <em>garimpeiros</em>, fueron empujados hacia el territorio de las reservas naturales de Brasil, Venezuela y Ecuador.<br>La depredación causada por cientos de miles de harapientos “buscadores de oro” afectó los ecosistemas y llevó nuevas enfermedades y problemas a pueblos de la selva como los Yanomami.<br>En vano quiso imponer Chico Mendez -ambientalista brasileño asesinado en 1988- su proyecto de las <em>Reservas Extractivistas.</em><br>En esas reservas se recolectaría batata, sarrapia, caucho, castañas, hierbas medicinales, frutos, se criarían pequeños animales y se fomentaría el ecoturismo, como una opción<em> sustentable</em> para aborígenes y criollos, que a la vez iba a representar el cuidado <em>soberano</em> de la reserva del Amazonas.<br>Pero aquella batalla -por lo menos, en el siglo XX- la ganaron el oro y los traficantes de bienes y personas. La ganó la voracidad del capital expoliador.</font></p><p align=center><font size=1 face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><strong>Nuestras alhajas</strong></font></p><p><font size=1 face="Arial, Helvetica, sans-serif">En un análisis practicado hace poco a 200 niños de la ciudad de San Antonio Oeste, provincia de Río Negro, República Argentina, se reveló que 44 tenían un alto nivel de plomo en la sangre.<br>La mirada y los micrófonos de algunos medios se dirigieron entonces hacia las instalaciones de la planta de Geotécnica SA, que veinte años antes había estado procesando metales con cianuro.<br>Entrevistado Gonzalo Lana, ex jefe de la citada planta minera, dijo que él pensaba que, efectivamente, entre los residuos que había dejado la fundición de los metales, tenía que haber vestigios de cianuro.<br>“Creo que hoy deben existir todavía rastros -manifestó Lana- y no solamente de plomo, sino de cianuro, la sustancia principal que se utilizaba para separar los metales, ya que los residuos de la planta de flotación se vertían libremente al campo”.<br>“Me di cuenta del peligro que se estaba originando -completó, para tranquilidad de su audiencia- cuando vi que muchos animales que se acercaban a tomar esa agua morían en el acto...”<br>Hay una anécdota de tiempos de la antigua Roma, que pinta de cuerpo entero a Cornelia, hija de Escipión el Africano, madre de los dos más importantes reformadores que tuvo aquel Imperio nacido en las siete colinas: Tiberio y Cayo Graco.<br>En una reunión de esposas patricias, con damas que lucían sobre sus cabezas y hombros una parte del oro que sus guerreros habían traído de las campañas, le pidieron a Cornelia, mujer austera, que mostrara sus alhajas.<br>Conelia mandó a buscar a sus hijos, puso las manos sobre sus cabezas y dijo: “Éstas son mis alhajas…”<br>El sueño del poeta Virgilio, aquel expresado en la Cuarta Égloga, nos habla de lo mismo: los niños son nuestras alhajas.<br>Sin ellos, somos irremediablemente pobres.<br>Sin ellos, no alcanzaremos nunca la Edad de Oro.</font></p></td></tr></table><br><table width="69%" border=0 cellpadding="2 " bgcolor="#CCEBB9"><tr><td colspan=4 bgcolor="#CCEBB9"> </td><td width="6%" bordercolor="#FFCC66"><font face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font size=1><img src="http://downloads.dyw.com.ar/ap/09-03-06/botonvolver2.gif" width=16 height=17></font></b></font></td><td bgcolor="#CCEBB9" width="13%"><font color="#330000" face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font size=1><a href="#arriba"><font color="#333300">Volver</font></a></font></b></font></td></tr></table><table width="1%" border=0 cellpadding=0><tr><td width="5%" height=19> </td></tr></table><div align=center><a href="#arriba"><img src="http://downloads.dyw.com.ar/ap/09-03-06/copetin.gif" width=306 height=35 border=0></a><p><font face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif"><b></b></font></div><table width="69%" border=0 cellpadding=2><tr><td><div align=center><font size=1 face=Verdana><font size=2 face=Univers><font size=1 face=verdana><b>Si desea enviarnos un mensaje, puede hacerlo a<font color="#330000"> <a href="mailto:albmor@pelotadetrapo.org.ar"><font color="#333300">albmor@pelotadetrapo.org.ar</font></a></font></b></font></font></font></div></td></tr></table><br><table width="48%" border=0 cellpadding=0><tr><td width="2%"><a href="http://www.pelotadetrapo.org.ar/"><img src="http://downloads.dyw.com.ar/ap/09-03-06/pie-posta1.gif" height=97 width=126 border=0></a></td><td width="98%"><div align=right><img src="http://downloads.dyw.com.ar/ap/09-03-06/pie-posta2.gif" height=97 width=426></div></td></tr></table><br><table width="42%" border=0 cellpadding=1><tr><td><div align=center><font size=1 face=Verdana><b>Por una Comunicación Alternativa / E</b></font><b><font size=1 face=Verdana>n alianza con</font></b></div></td></tr></table><table width="37%" border=0 cellpadding=1><tr><td width="34%"><a href="http://www.utpba.com.ar/anc.html"><img src="http://downloads.dyw.com.ar/ap/09-03-06/anc.gif" height=32 width=146 border=0></a></td><td width="31%"><div align=center><a href="http://www.utpba.com.ar/"><img src="http://downloads.dyw.com.ar/ap/09-03-06/utba.gif" height=32 width=81 border=0></a></div></td><td width="35%"><div align=center><a href="http://www.ciap-felap.org/"><img src="http://downloads.dyw.com.ar/ap/09-03-06/felap333.gif" height=32 width=89 border=0></a></div></td></tr></table><br><table width="69%" border=0 cellpadding=2 height=31><tr><td height=30><div align=center><p><font size=1 face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif">Si Ud. no desea recibir estas noticias, envíe un mensaje con la palabra "REMOVER" a </font><a href="mailto:agenciapelota@pelotadetrapo.org.ar"><font size=1 color="#330000" face="Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif">agenciapelota@pelotadetrapo.org.ar</font></a></p></div></td></tr></table></div></body></html>